14. Es tu culpa

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Pov Allen.

Gracias a la contaminación luminosa, era cada vez más difícil poder apreciar el cielo estrellado... pero esta vez simplemente brillaba con tanta fuerza, que me daba vergüenza levantar el rostro y simplemente apreciarlo.

La noche era tranquila, la sigilosidad en la calle era un componente el cual no acompañaba para nada mi estado de ánimo, al principio, no podía sentir nada... lentamente, esa sensación de control se tornó contra mí como un arma de doble filo. Sabía por dónde iba porque Tim me estaba guiando cómodamente, pero no sabía porqué valía la pena arrastrar un pie tras otro si de todas formas no tenía ganas de llegar a ningún lugar. Me detuve con esa idea en mente... Llevaba caminando dos cuadras en silencio sin la companía de Lavi, quien probablemente se había quedado atrás.

En ese momento, quería convencerme a mí mismo que no era porque se trataba de Lavi, cuya curiosidad insaciable, me había hecho más ligero el camino para poder sincerarme. Si tal vez... por ejemplo, hubiera sido otra persona de confianza, hablar de mi mismo y de mis errores sin entristecer o avergonzarme de lo estúpido e inmaduro que fui también podría había sido fácil. O por lo menos, más ligero de digerir...

Pero quizás... no estaba tratando de demostrarme a nada mismo, ni de cambiar esta actitud tan introvertida, a lo mejor solo intentaba... ser reconfortado por nadie más que Lavi. E imaginando la sonrisa en su labios, revolviendo mis cabellos como usual... me diría con unas suaves palabras. Eso no te pasará conmigo Moyashi.

Fue tan egoísta de mi parte, querer seguir soñando despierto por un rato más... despertar en la realidad fue demasiado doloroso.

Probablemente ahora mismo esté pensando, sumido en la total y más absoluto incomodidad, en que no tenía ni un poco de vergüenza o si quiera algo de dignidad, y aun así, aun parecía tener el descaro, sumido por impulso cercano a la aceptación, de pedirle un abrazo, como si pudiera con todo aquello borrar todas aquellas sucias palabras que dije, o mi probable actitud mancilladora.

"¿Esa persona, abusó de ti... sexualmente?"

Y luego, estaban esa pregunta, soltada casi con asco... un horrible cosquilleo me apretaba en la boca del estómago cada vez que pensaba en ello, recordando a la vez aquellos momento en clase... ¿Abusar? ¿Acaso un hombre puede abusar de otro hombre? Eso era tan estúpido... además, yo no podía ser tan débil, pues era un hombre también. Las decisiones que tomé por mi mismo.... y porque también quería... No se pueden sacar conclusiones de la nada, Lavi estaba exagerando, como siempre... probablemente, también era como aquellos que pensaban que estaba con mi profesor solo para que me aprobara los exámenes, y que solo era un "chico calientapollas".

No me había dado cuenta en qué momento había comenzado a llorar, cuando levanté mi mirada y esta se tornó toda borrosa, opacado por lo fuerza con la que brillaban las estrellas esa noche, no tenía a derecho a contemplarlas todavía.

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Tuve un sueño.

Soñé con la casa del bosque, allí solía pasar las vacaciones de verano con Mana cuando tenía 10 años, hacíamos acampadas en el bosque, pescabamos en el río, me contaba muchas cuentos donde Timcanpy era un hada me enseñó a hacer galletas de chocolate, tocar el piano y a tejer, Mana siempre tenía habilidades para todo... por eso lo amaba y me consideraba afortunado por tener al mejor padre del mundo. Soñé con el momento exacto en el cual Cross entraba a la habitación de piano, ese cuarto pertenecía Mana, y siempre había sido mi lugar de escondite favorito. Allí me sentía seguro. Esos días me cerraba solamente a tocar sin parar el piano durante horas y horas hasta quedar agotado. Vi entonces a Cross poniéndose delante de mí, probablemente a regañarme, solo sabía hacer eso.

No puedo dormirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora