1. No puedo dormir.

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D Gray-man es de Katsura Hoshino, no me pertenece.

Se supone que los chicos normales esconden porno bajo la cama, te sorprendería saber que Allen oculta comida...

Y... bueno, aunque eso no tiene nada que ver con mi pequeño problema, ya que estamos al lío profundizaré para que no queden dudas. Empezaré hablando de él, Allen Walker no era un chico muy normal, podía llegar a ser todo un fenómeno en apariencia e incluso a veces me dolía el ojo de tan solo mirarlo -y yo no lo miraba porque quería, de eso se trata la puntería cuando intento asestarle una almohada para que deje de llorar- porque Allen Walker es demasiado blanco, quiero decir, es como si Dios se hubiese olvidado de darle color al nacer. De una forma u otra, terminaba llamando la atención. Y crear impacto en mí es un pequeño logro a destacar, sin duda alguna... Aun si por lo contrario, no podía considerar llevarme del todo bien con él, prefería la compañía de su adorable Golem, Timcampy. Ellos era como uña y carne, no había lugar donde el Tim no estuviera revoloteando a su alrededor o posando sobre su cabeza. Con su llamativo color dorado y aquella alas emplumadas destacaba su único diseño, nunca antes visto en ninguna tienda, y lo hacía parecer como si tuviera vida propia.

Yo nunca le había encontrado la gracia a esas mascotas tecnológicas, lanzadas como broma por una juguetería sin esperar el gran bum popular que iba a obtener. La empresa de tal juguetería se hizo de oro, sacando cada vez mejores y mejores versiones, casi suplantando la labor del un móvil puesto que simulaba la gran mayoría de aplicaciones necesarias. Recuerdo que uno de mis cumpleaños me regalaron uno, como no le encontraba el sentido (es decir, un móvil era muchísimo más práctico para mí) lo guardé en el cajón y ahí está, juntando polvo en mi casa.

Tim me agradaba (llegaba a simpatizar hasta con el propio Yu, aunque él aparente lo contrario) pero aquel era demasiado receloso con su propio dueño. Y más de una vez cuando la mala orientación de mi compañero lo llevaba por otro camino, Timcampy siempre sabía cómo reorientarlo tirando de su ropa con los dientes hacia el lado contrario. Si ese chico no fuera tan orgulloso, intentando resolver todo los problemas por sí mismo rechazando cualquier ayuda externa no sería tan complicado de sobrellevar.

O esa es la sensación que me daba a mí, sé que soy el único que pierde el tiempo sobre analizándolo... pero no tenía nada mejor que hacer en ese momento. Quiero decir, incluso resultaba tan obvio que me mosqueaba y preguntaba al aire "¿es que nadie más se da cuenta?".

Suspiro.

  Sé que esto no tiene nada que ver con la comida, y entro en detalles en muchas cosas, al principio intentaba olvidarlo como todo lo demás sin importancia, pero pronto me di cuenta que se trataba de un gran puzzle el cual debía de juntar todas las piezas y encajarlo para ver la imagen en su totalidad, y quizás allí podría encontrar la respuesta a mi problema.   

¿Quién eres, Allen Walker? En vida debería ser un secundario más, alguien con su justa relevancia al cruzar su camino conmigo. Lenalee y Alma le tomaron tanto cariño en tan poco tiempo, y yo seguía sin enterarme cual era el verdadero atractivo en ese chico. La fama nocturna que había creado y que solo yo conocía me hacía sentir un poco apartado. Me veía en la obligación de forzarme un poco a mi mismo a ser un poco más... receptivo con él, no sé, de eso se trata la convivencia ¿verdad? Tratandose de mi compañero de habitación –de mierda- era un pequeño mínimo que debía cumplir.

Hay todo tipo de personas en este instituto, y pensaba que sobraban demasiados matones e idiotas para tener que ser parte de tal patético círculo, en cambio Lenalee insistía que le estaba haciendo un poco de bullyng al Moyashi.

No puedo dormirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora