Capítulo 13: Pasado (parte 6)/noviazgo

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Mire a Nebraska, se veía completamente feliz, tocando horriblemente mal la guitarra. Se reía al ver mis manos tocando correctamente la canción y se veía sus dedos intentando para empezar sostener bien la pua; pese a que no podía escuchar la risa por el amplificador, la batería de Viktor y el intento de tocar la batería de Alex, podía verla feliz. ¿Feliz? Sí, creo que sí, que estaba realmente feliz. Nunca sonreía tanto y de hecho tenía una expresión en el rostro que nunca antes había visto. Podía jurar que era la primera vez que la veía tan contenta y me hacía feliz verla así. No podía creer que solo verla sonreír me hacía tan bien. Ella cruzó una mirada conmigo y me sonrió como nunca. Miré a Viktor, parecía estar en una realidad, cuando todo estaba bien, cuando tenía a su mejor amigo y hermano de Nebraska, cuando la rubia era feliz y no le habían arrebatado todo. No importara lo que sucediera, este era el mejor cumpleaños de mi vida, dudaba muchísimo que pudiera superarse.

-¿Qué sucede? Sé que te mueres por mí, pero deja de verme, pequitas.-dijo Nebraska. ¡¿Qué?! No, no, ¿se había dado cuenta? ¡No, no, no! Mierda, no podía haberla cagado tan pronto, ¿acaso era tan evidente? Ella se rió, no supe qué me dijo porque entre que estaba cantando, la música y que su voz no era precisamente alta si estaba de humor, no se oia nada. Sin embargo me dio a entender como que todo había sido una broma, aunque con Nebraska uno nunca podía asegurarse del todo que no se tratara de uno de sus extraños sarcasmos. Algunas veces sentía como que eran especies de indirectas para ver si yo estaba interesada, tanto en ella, como en Alexy. No obstante, ella parecía feliz, Vik estaba completamente en su mundo de felicidad y mi mejor amigo siempre estaba feliz. Les sonreí, parecía una tontería pero mis amigos eran todo lo que tenía y era realmente todo lo que necesitaba.

-¿Te encuentras bien?-dijo Alexy. Me volteé a ver a mi mejor amigo, sonreía feliz, asentí y le sonreí.

-¡Mejor imposible! De hecho...-dije. Me saqué mi guitarra y me dirigí a los parlantes, coloqué música desde mi celular. Viktor consiguió acoplar el ritmo a la música y siguió metido en su mundo, adoraba verlo tan bien, merecía sentirse feliz. De hecho, me sorprendió mucho su habilidad para improvisar, pese a que tenía 18 años y de hecho era el más grande del grupo, nunca pensé que tuviera tanto talento escondido en sus pequeñas manitos. Sin duda se me paso por la cabeza imitar la idea de Ethan y comenzar a venir a ensayar junto a Viktor, a fin de cuentas ambos lo necesitábamos. Nunca lo había visto tan feliz y su talento opacaba mi intento de tocar la guitarra. Sin embargo en ese momento no fue lo que capto mi atención, sino que fue Nebraska caminando hacia mí, había dejado su guitarra apoyada contra la pared.

-Hey nena, ¿disfrutando de la fiesta?-dijo Nebraska. Le sonreí, era perfecta y no hablaba precisamente de la fiesta. Le sonreí, no sabía que decirle, como actuar, ¿le decía ahora lo que sentía? ¿Frente a todos? Alex se iba a enterar tarde o temprano de los detalles ya que no podía ocultarle absolutamente nada, pero ¿Viktor? Lo quería, pero no sabía si me sentiría cómoda a que me viera besándome con ella, y no como el juego de la botella.

-Me falta una cosa.-dije. Nebraska me miró con intriga, no supe si estaba molesta porque no había captado mi broma o si lo había tomado bien.

-¿Qué?-dijo Nebraska. Una vez más, me resultaba muy difícil leerla.

-Tú y yo, bailando juntas.-dije. No sabía de dónde demonios había juntado el coraje para decirlo de esa forma, pero lo había dicho y me sentí aliviada apenas lo dije. Nebraska se rió, no sabía si bien, mal o como fuere, pero se estaba riendo, eso no podía ser malo, ¿o sí? Me miró y me sonrió.

-¿Cómo te lo explico pequitas? Yo no bailo, no esperes verme bailar porque...-dijo Nebraska. No le di tiempo a que siquiera se retirara, la tomé de la cintura y la acerqué a mí, mucho más cerca de lo que me hubiera gustado. ¿Alaska, que demonios te sucede? ¡Es una chica de 18 años! no, debía aclarar mi mente. Le sonreí y sentí mis mejillas sonrojarse, ella sin embargo no mostro ningún tipo de rubor en sus mejillas, simplemente sonrió con picardía.

Entre dos amores, temporada 2: Crímenes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora