Capítulo 1: Lágrimas y regreso.

1.2K 14 44
                                    

Esta temporada será, honestamente, muy poco realista. Los últimos capítulos de la primera temporada ya venían careciendo de racionalidad, pues esta temporada no será tan "normal" como la anterior. Será realmente violenta, habrá contenido gráfico y sexual. Nos meteremos en el ámbito policial, y con algo de suerte, mi narrativa mejorará porque estaremos en un género literario que me gusta. Así que espero que puedan compartir mi pasión por el terror y la criminología. Espero que puedan enamorarse de Nebraska tanto como yo la adoro. Y ahora sí, ¡a disfrutar el primer capítulo de la segunda temporada!

*Castiel*

-¡Castiel! ¡Reacciona, maldita sea!-chilló Rosalya. Apenas pude escuchar su grito, parecía que se encontrara a kilómetros de distancia cuando estaba prácticamente al lado de mí, gritándome como una demente por quedarme quieto del puro miedo que sentía. Todo de pronto pasó en cámara lenta, apenas entendía qué demonios estaba sucediendo. Miré a Rosalya, estaba aterrorizada y miraba a Alex con desesperación, como queriendo que hiciera algo, pero él estaba llorando y tenía más miedo que yo. Solté aire por la boca, muy nervioso. Observé hacia arriba, mi novia colgaba de un segundo piso y era apenas sostenida por la mano de Lysandro, el cual con esfuerzos la sostenía. Si bien ella no pesaba mucho, tal vez unos 55 kilos, si era un peso considerable. Se la veía muy ensangrentada y nueva sangre teñía sus manos y brazos, se había cortado un vidrio mientras intentaba bajar. Vi como Lys cruzó una mirada conmigo, lleno de preocupación y casi pidiéndome que la ayudara. De pronto, todo pareció volver a empezar, recordé cuando Ámber nos encerró a la niña y a mí en detención y tuvimos que escapar, Alaska era nuestra única opción y estaba aterrorizada de miedo por el vértigo, no quería ni imaginar cómo se sentiría ahora. Todos estábamos muertos de miedo, pero en especial ella. No solo tenía miedo, sino que estaba malherida y seguramente tendría traumas por el infierno que vivió. Lamenté con cada parte de mí ser no poder haber estado con ella y haberla ayudado, me había comportado como un auténtico imbécil, ambos lo habíamos hecho. ¿En serio habíamos discutido por Alexy? Lo observé, estaba mirando hacia atrás, hasta que de pronto me miró.

-¡Castiel!-chilló. Miré hacia arriba de inmediato cuando escuché un sonido alarmante: era un quejido de Lysandro. Me asusté y deseé no haber visto lo que mis ojos me mostraban. El padre, por así llamarlo, de Alaska estaba enterrándole un inmenso cuchillo a Lys directamente en el abdomen. Miré como mi mejor amigo se horrorizaba y posteriormente se paralizaba del miedo, del dolor, del pánico... Su mano se abrió y se dirigió a la zona de la herida, soltando a mi novia por los aires. Tuve microsegundos para reaccionar, pero aun no podía sacarme de la cabeza el rostro de dolor de Lysandro y la cara de satisfacción de Felipe por haber acuchillado a mi amigo. Vi como su peso caía en el marco de la ventana, de pronto parecía muerto, su pelo y una de sus manos ensangrentadas reposaban casi sin vida en el ventanal.

-¡CASTIEL!-Chilló Rosa. El grito histérico de Rosa me había alertado, me dio un fuerte empujón y solo pude escuchar como Alaska chillaba horrorizada mientras caía. Intenté sostenerla como pude, pero honestamente mi cuerpo no estaba preparado para ello, me encontraba débil y a punto de decaer. Hasta que la tuve en mis brazos, antes de mirarla para verificar que se encontrara dentro de todo bien, escuché uno de los más desagradables ruidos que hasta el momento había sentido: huesos partiéndose. No lo sabía, no era medico ni mucho menos, pero definitivamente algo se había roto dentro de ella. Solo rogué que no se tratara de la cabeza, solo que no fuera la cabeza. Bajé la mirada para ver cómo se encontraba y solo pude sangre que salía cada vez con más y más intensidad de su cabeza. No, no, ¡no! Ella de pronto dejó de respirar y solo pudo observarme. Se la veía horrorizada, nunca en mi vida la había visto con tanto miedo, y aun así, con sus últimos esfuerzos me sonrió.

Entre dos amores, temporada 2: Crímenes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora