El otro día me encontré con Lucky. Estaba callado y miraba al cielo, pensaba, ese es su pasatiempo favorito, pensar. Muchas veces me dice que pensar es lo que nos hace diferentes. No de los animales, nos hace diferentes como individuos. Nosotros tenemos nuestros pensamientos y nadie puede robárnoslos. Por eso a Lucky le gusta pensar, él disfruta siendo distinto, él disfruta siendo único. Le invité a sentarse conmigo en un banco. Yo también me paro a pensar pero menos que él. Él vive pensando. Piensa en todo lo que tiene que hacer. Me dice que solo así se descubre la esencia de las cosas, pensando sobre ellas. Me enciendo un cigarro y miro las nubes pasar junto a Lucky. El único que mira las nubes soy yo, los ojos de Lucky apuntan al cielo pero no lo ven, Lucky ve otras cosas, va más allá del mundo, Lucky es un viajero, un nómada. Así pasamos las horas, yo consumía cigarros, Lucky consumía tiempo de vida. Entonces me levanté y Lucky sobresaltado me miró.
Le dije que por qué casi nunca hablaba, sabía tanto, pensaba tanto, descubría antas cosas en un solo día... ¿Por qué no las contaba?
"Eres el único que sabe escuchar." De nuevo sus palabras me dejaron mudo. "Cuando a una persona le muestras cómo eres esa persona si no está acostumbrada a ti intentará responder, intentará identificarse contigo o hacer que la situación se relaje. Tú no eres así, cada vez que hablo contigo abres tu mente, te abres como ser, estás dispuesto a escuchar, callar y reflexionar sobre lo que te he contado." Sus palabras me golpearon con toda la verdad del mundo. Él no conocía a las personas, él conocía la forma de actuar de la sociedad. "Es imprudente hablar sin pensar, importante pensar antes de hablar e inteligente pensar sin hablar." Lucky había acertado de nuevo, me senté nuevamente en el banco y encendí otro cigarro. Le pregunté si eso significaba que yo era su único amigo. Me dijo que si pero me sorprendió con algo más, algo nuevo en él. Te esperas que Lucky te sorprenda pero aún así no puedes evitar sorprenderte. Me contó que la gente creía que estaba loco porque hablaba solo. Sabía que Lucky era un hombre de pocas palabras por eso que hablara a la nada me sorprendió.
Lucky me contó que no hablaba solo, que había alguien mas que le escuchaba y no respondía, sencillamente se quedaba en silencio con él. Me dijo que era mejor que yo en eso pero que no podía llamarle amigo. La curiosidad se me debía notar en la cara porque me contó enseguida quien era. Lucky sonrió y me lo susurró al oído.Lucky le hablaba al silencio porque era al que mejor se le daba escuchar.
Lucky se levantó, se despidió y mientras se marchaba me dijo "Tú también deberías hablar con él, le pareces tan interesante como cualquier otra persona, solo debes descubrir que lo eres." Entonces lo intenté, lancé mis reflexiones al viento entre caladas de humo y cuando ya no tuve nada que decir lo entendí. El silencio era yo mismo, yo hablaba y yo me escuchaba, entonces me levanté, le di las gracias a Lucky aunque ya no estaba a mi lado y me fui a casa. Lucky me decía que él no tenía casa, el no tenía muchas cosas pero que se sentía orgulloso de no tenerlas. Cuando le pregunté de qué podía sentirse orgulloso me respondió. "Yo no tengo edad, es cierto que tengo apariencia de joven pero no lo soy, pienso como un sabio que ha vivido toda la vida pero aún así hay ancianos que son ignorantes. No hay una etiqueta de edad para mí. Ni soy un niño ignorante e inocente, ni un joven alocado y necio ni un desgastado y sabio anciano." Siempre pensé en Lucky como alguien de mi edad que se pasaba el día pensando. Nunca le di una personalidad, él cambiaba cada día, cada hora, cada minuto, cada segundo, con cada pensamiento Lucky era alguien distinto. Para Lucky no existía la edad porque él siempre estuvo pensando, desde niño ha sido alguien distinto, no hay un pasado porque todo es pasado, el presente es el momento, ese que acaba de pasar. Con cada pensamiento Lucky manda un "yo" al pasado y crea un "yo" en el presente. Le pregunto de qué mas puede sentirse orgulloso. "De mi dolor, no he tenido solo momentos felices ni he querido ser feliz siempre, he sabido apreciar el dolor y sufrimiento tanto como la felicidad. Los momentos tristes y dolorosos también nos hacen ser quienes somos." Entonces entendí que Lucky, con lo poco que tenía, era rico. Era una persona muy rica, atesoraba todo, y cuando todo es un tesoro, tienes un tesoro enorme, por eso Lucky era rico.
Lucky no habla casi, es callado, reservado, piensa mucho antes de hablar y al final prefiere no hablar. Pero cuando habla se asegura de que lo está escuchando la persona indicada. No desperdicia pensamientos ni saliva y si no estás dispuesto a escuchar mejor no hables con mi amigo Lucky.
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La historia de Lucky
Teen FictionLucky es un amigo mío bastante íntimo, es alguien distinto, que no puede ser catalogado y al que no le puedes poner una etiqueta pues siempre hay algo que lo distingue.