Mi corazón retumbaba, sentía que mis latidos se podían oír en cualquier lado. Los nervios me carcomían, ya era la tercera semana en la que Ulises y yo ni siquiera intercambiábamos palabras. El se concentraba en poner más atención a su novia. Yo en cambio, sólo podía mantener mi mente ocupada con su imagen todo el tiempo.
Idiota.
Me dije porque me negaba rotundamente a aceptar la delirante idea de estar yo enamorado de alguien. Quizá lo había ofendido en la última charla que tuvimos. ¿Sexo? Oh dios santo, ¿en qué estaba pensando?
Jalo mi cabello, me lo había cortado hacia no mucho. Me quito mis anteojos, me echo en la cama boca arriba. Tomo mi celular y busco el perfil de Ulises, imágenes de él y comienzo a descargarlas todas. Me levanto de mi cama y pongo seguro a la puerta. Regreso al colchón, me subo y recargo contra la pared, bajo el cierre de mi pantalón y saco mi miembro.
Con la mano libre me dedico a ver las imágenes de Ulises y con la otra inicio el vaivén sobre mi virilidad. Veo sus ojos en las fotos, me nuevo más. N estos instantes me comienzo a preguntar que se sentirá tocarlo, que me toque, de manera sucia, sin recato. Añado saliva a mi mano para hacer más fácil el trabajo, con sus fotos y la imagen de su rostro en mi mente imagino todas las posibles caras que puede hacer si lo hacemos. Tener sexo. Pienso en él debajo de mi cuerpo, en sus mejillas sonrojadas y su boca jadeante, le veo inocente, vulnerable, pues puedo asegurar que él nunca ha estado con un hombre.
Virgen.
Virgen para lo que yo quiero, para poder deleitarme con su primera vez y viceversa. No bastan más que unos bombeos más para que llegue al orgasmo. Mi mano esta sucia, mi camisa y pantalón también. Jadeo. Sin esperar a recuperar el hálito me apresuro a limpiar todo lo que he manchado. Me quitó la ropa y me meto a la ducha. Necesito relajarme y dejar de pensar en eso.
Bajo el agua de la regadera mi mente se tranquiliza. Pienso las cosas con calma. No he hablado con Ulises desde hace tres semanas y yo idiota, en ves de enojarme con él por ello me masturbo bajo su nombre. Perra. Nombro a la vida y a la situación en la que me trae. Reflexiono sobre mi estado emocional y me siento estúpido. Niego. La idea vaga de "amor" empieza a palpitar en mi pecho, siento caliente el estómago, la cabeza vacía. Lo asocio con que me acabo de autocomplacer y debe ser ello un efecto secundario. Deseo. Es lo que quisiera que fuera para mis adentros, así como empezó todo, con un sentimiento de posesión creciente y que rechazo, se conduzca hacia el amor.
Salgo del baño ya seco y vestido. Regreso a mi cama ahora limpia y me tiro. Tomó mi celular, busco noticias. Política. Empiezo a leer varios artículos hasta que me siento satisfecho para redactar una crítica. Regreso a la normalidad -o eso creo yo- mientras ignoro el cúmulo de emociones que se generan en mi cuerpo.
Amor.
ESTÁS LEYENDO
Amores en el 433-A
FanfictionNuevo grupo, historias nuevas. Es indescifrable saber lo que pasará si correspondes o no los sentimientos de alguien que no te es relevante. Pero desde el momento en el que te ves involucrado en el corazón ajeno, debes tener en mente que seguramente...