Siempre fui algo egoísta respecto a ti. No me agrada que te acaricie alguien más, y mucho menos que ronronees como respuesta a caricias que no son las mías.
Que alguien más cree esa alegría en ti es algo que... No puedo ni imaginar, porque me hierve la sangre.
Pero, ¿quién soy yo para pensar todo esto?
Sí, soy egoísta.
Incluso después de haberte dado la espalda y haber hecho daño al ser más importante de mi vida, te sigo extrañando.Te extraño, por favor, vuelve.
Sigo pensando en aquellas memorias contigo, en las que ambos nos divertíamos de la manera más pura posible. Solo nosotros dos, disfrutando de la compañía el uno del otro, en silencio.
Las palabras nunca hicieron falta entre nosotros dos, bastaba con que estuviéramos juntos para sentirnos contentos y cómodos.
De pronto, me doy cuenta de que llevo un rato pensando en esto, con la mirada perdida y las mejillas mojadas por mis lágrimas.
¿Cuándo me volví tan vulnerable?
Qué egoísta soy al desear que me veas otra vez con aquellos dulces ojos llenos de amor, al desear que me regales una segunda oportunidad.
No puedo evitarlo. Sé que es egoísta, pero no puedo quitar estos pensamientos de mi cabeza. No puedo quitarte a ti de mi cabeza.
Nunca pude.
No solo en mi cabeza, sino también en mi corazón están marcadas todas y cada una de las letras de tu nombre.
Qué egoísta soy al escribir todo esto, ¿verdad?
No importa cuántos otros gatos puedan existir, tal vez más llamativos o "bellos" que tú. Para mí, tú siempre serás mi único minino. No necesito más.
No solo por eso, si no que no existe ningún otro que haga que mi corazón corra una maratón por algo tan simple como una mirada.
Sé que es egoísta, pero por favor, mírame...
...Y dame una segunda oportunidad.
ESTÁS LEYENDO
Como un gato
Short StoryElla es como un gato. Dulce, algo fría al principio, tierna, pura...