Como un gato

Esperanza

Soy terrible.

Aquellos oscuros ojos color café... ¿cómo pude olvidarlos?

Aquella dulce sonrisa... Mi corazón reventó de tan solo imaginarla, ahora que puedo ver una vez más tu bello rostro.

Esa sonrisa tímida que me dirigías cada vez que decía alguna tontería solo para hacerte reír.

Tu risa, suave y tierna. La melodía favorita de mis oídos.

Tu figura, simple pero bella, sin duda es la silueta que veía cada vez que cerraba los ojos.

No puedo estar equivocado, esta eres tú. La mujer que tanto extraño...

Ahora es el momento. Es ahora o nunca. Debo decirte todo lo que no me atreví a decir en su momento.

Debo dejar de ser un cobarde, mirarte a los ojos y enfrentar las consecuencias de mis acciones.

Tengo un nudo en la garganta, las palabras no salen.

Si te explico, ¿me entenderás?

Si te pido otra oportunidad,
¿me la darás?

Si te alejas de mi, ¿me extrañarás?

Si te abrazo, ¿me lo devolverás?

Si intento huir otra vez,
¿me detendrás?

¿Aún recuerdas nuestros momentos juntos?

¿Los podrás olvidar?

¿Seré capaz de mirarte a los ojos sin quebrarme?

Lo dudo.

Y si decides alejarte de mí y no volvernos a cruzar, lo entenderé.

Soy egoísta al pedirte otra oportunidad, lo sé.

Doy asco, lo sé.

Soy un idiota, lo sé.

Te hice daño, lo sé.

No te merezco, lo sé.

Pero por mucho que lo intente, no puedo olvidarme de ti, mi corazón sigue volviéndose loco al verte, y mi cabeza baja, recordando mis pecados.

Te extraño.

Y te necesito.

Por favor,

perdóname...

...Angela.