Lo que necesita

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Merlín estaba fascinada con el caso de la chica Pues en su familia materna ocurría un extraño suceso. Las mujeres al cumplir 24 años comenzaban a segregar leche. Pero esto sólo sucedía una vez.
Era una especie de secreción en realidad.

Pero ella era differente. Sus pechos se llenaban de pura leche materna y el compuesto que la misma tenía era simplemente maravilloso.

Nunca había visto tantos nutrientes en una leche humana. Y ya le habia sucedido antes a los 16.

Y ahora con 19 estaba sucediendo otra vez.

Sus glandulas se activaban sin razón aparente provocando que sus pechos se hicieran mas grandes de lo que ya eran. Lo que para esta podía ser molesto pues le causaba hipersensibilidad.
El mínimo roce ya sea por una tela de ropa era doloroso.

Elle suspiró con cansancio al llegar a casa. Odiaba ir al doctor pero Merlín era otro caso.

-...¿cómo puede ser posible?..- se sentó en el sofá mirando al techo ahora tenía que usar compresas para evitar que la leche se pasara de la blusa y el brazier.

Aún no asimilaba esa condición ¿acaso era un castigo divino? O mas bien una bendición...ya ni sabía.

Sin embargo en su mente dejó se pensar en eso. Ahora no dejaba de pensar en su amigo el rubio oji jade.

Recordaba lo unidos que solían ser. Iban a todos lados juntos. Compartían gusto por las artes y solían jugar videojuegos .

Ban, Meliodas y Elle solían ser un trío de amigos dinámico.

Fue su mejor amigo por 6 largos años hasta que conoció a Elizabeth y se enamoró de ella. Pero pese a ello...

Elle la quería mucho por que era amable y una señorita de clase alta.

Pero pronto comenzarían a distanciarse y dejar de pasar tiempo con ellos. Hasta que no se hablaron por todo ese año luego de una disputa con el rubio por esa misma causa.

En aquel entonces aun era una niña inmadura. Por lo que no podía evitar sentirse como idiota al recordarlo.

-...supongo que es mi momento de redimirme...- se levantó.

Hace mas de dos años que ya era independiente y trabajaba de su arte entre otras cosas.

Con entusiasmo fue hasta su despensa y tomó una cesta con muchos víveres y se fue. Iba a visitar a su viejo amigo. Quería asegurarse de que estuviera bien...

Meliodas por su parte al llegar a casa, con delicadeza le dio un baño de agua tibia a Tristán, para luego cambiarlo y ponerlo a dormir, era hora de la siesta.

Habia pasado todo el dia luego de la consulta, buscando empleo, pero nadie queria contratar a un hombre que estuviera con un bebe las 24 horas del dia, no era eficiente ni conveniente.

Apretaba sus puños y sus dientes lleno de preocupación

¡¿que haré ahora?!

Ya llegaba el mes de pagar la renta del departamento y era mas dificil con todos los gastos que se avecinaban, lo unico bueno era que habia conseguido leche materna de una amable señora donadora.

Tristán lo recibio pero aun mostraba signos de rechazo. Aunque era mejor que nada

Cuando escucho el timbre salio de sus pensamientos y camino hasta ver por el ojo de la puerta, se sorprendió al ver a su amiga y sin hacerla esperar mas abrió la puerta.

Madre nodrizaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora