–Comencemos entonces. –susurró mientras comenzaba a desajustar los botones de la camisa.
Hanji siempre se tardaba más de lo normal en abrochar y desabrochar los botones de su camisa, pero esta vez fue la excepción. La camisa amarilla que siempre solía usar, no tardó más de cinco segundos en deslizarse por su cuerpo hasta llegar al suelo.
Hanji alzó la mirada seductoramente.
Levi estaba mirando el chupón que él mismo había dejado a la altura del corazón, se moría de ganas de dejar más de esos en todos lados.
Sonriendo ladina, Hanji dejó libre su cabello, se quitó los anteojos y las botas.
–Pensé que tardaría un poco más en ponerse rígido. –comentó mirando el pene de Levi. –Pero me equivoqué.
–¿Pudiste calcular mi edad?
–No estoy segura de sí es la real, pero pienso que bordeas la segunda etapa. ¿Qué me dices?
–No te lo diré hasta que terminemos con esto.
Hanji soltó una risita.
–Me parece bien. –dijo quitándose los pantalones, quedando solo con la ropa interior.
–Ven aquí.
Hanji obedeció y se subió a la cama manteniendo su peso en las rodillas. Levi estaba a escasos centímetros de ella, así que no perdió el tiempo y comenzó a besar su cuello. Sintió como Levi tragó duro cuando ella acarició su glande.
–Me fascinas, Levi.
Este sonrió.
–Ya te dije que no diré más mierda como esa.
–¿Crees que estás en condiciones de decir algo así? –dijo introduciendo su uña en el meato. Levi soltó un gemido que logró humedecerla. –Yo pienso que no, cariño.
–Ya veremos eso...
Levi se la quitó de encima de un brusco empujón. Hanji soltó un gritito de sorpresa pero fue silenciada rápidamente por los labios del sargento. Complacida por la atención que recibía por parte de su pareja, se recostó sobre la cama para que él quedara sobre ella.
–Estás obsesionado con quedar arriba. –comentó jadeante.
El pecho de Hanji subía y bajaba, le temblaban las manos y podía sentir como el bulto que Levi presionaba contra su entrepierna quería entrar en ella. Intentó relajar su respiración para poder observar a Levi con calma; lucía igual de agitado que ella, sus manos exploraban las piernas de la fémina, y sus ojos, normalmente siempre apagados, brillaban con excitación.
Hanji le rodeó con sus piernas la cintura, casi suplicante de que entrara de una vez. Este se inclinó para besarle el cuello y tocar sus pechos protegidos por aquella molesta tela.
–Quítate la camisa.
Era verdad, él aún seguía con la camisa y el corbatín. Se maldijo por no quitárselos antes, ahora estaba perdiendo tiempo. Jaló con fuerza el corbatín y ni siquiera se tomó la molestia de desabrochar los botones de la camisa, solo la deslizó por sobre su cabeza. Ahora estaba totalmente desnudo frente a una Hanji, aún, en ropa interior.
Quiso sacársela de inmediato, pero una idea llegó a su mente. Quería conocer por completo el cuerpo de Hanji. Quería conocer todas y cada una de sus cicatrices, quería conocer la suavidad de su piel en otras áreas.
Sonrió ante la idea.
–¿Qué pasa? ¿Por qué te detienes?
–Haremos esto despacio, –dijo mirándola a los ojos. –quiero conocerte.
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Dirty Hands // LeviHan [DH#1]
Fiksi PenggemarHay dos tipos de personas en el mundo; las que critican lo que está bien y lo que está mal, sin que siquiera hayan movido un dedo por cambiar lo ocurrido. Y luego estan ellos, los bastardos a sangre fría, los que son juzgados y apuntados con el dedo...