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En una casa en medio del bosque se encontraba un castaño de finos rasgos, piel de un tono canela y unos hermosos ojos color esmeralda, este se encontraba preparando un postre de chocolate bajo en azúcar, solo faltaba meterlo al horno un corto tiempo para que estuviera listo.

Después de un rato estaba sacando el postre que había hecho, lo dejó sobre la mesa para que se enfriara, subió a su habitación y se recostó en la cama, miró la hora en el celular, eran las tres de la tarde, aun con toda la tecnología que había actualmente estaba aburrido, se encontraba solo en casa por lo que no hallo que hacer, soltó un bostezo, giró en la cama y miro a la mesita de noche, había un porta retrato con una foto de el y una pequeña azabache de ojos verdes esmeralda como los suyos, mi linda pequeña Yui, es igual a Levi, la diferencia es que es mujer, durante todos estos años ella a sido mi soporte, si no la tuviera a ella desde hace mucho me hubiera desvanecido, estoy perdiendo la esperanza ante... Los pensamientos del castaño fueron interrumpidos cuando sonó el timbre por lo que bajo a abrir, probablemente era ella.

Al abrir la puerta, tal como había pensado, era su hija, se dieron  un abrazo.

-Huele rico, ¿que estas haciendo?- pregunto la joven curiosa por el olor que provenía de la cocina.

-Hace poco saque un postre del horno, pasa hija, tienes un mes sin venir a verme.

-Si, pero aun así no hay mucho que contar- dijo seria la joven. 

Entraron y se dirigieron a la sala, el castaño sonrió pícaramente.

-¿Segura?, probablemente tienes algún pretendiente y no me quieres decir.

-No- respondió la azabache de forma autoritaria.

-Es por malhumorada, sacaste eso de tu padre, al igual que estar siempre con una expresión seria.

-Ya lo se, me lo has dicho muchas veces aún cuando no lo conocí...

-Pero lo conocerás- la interrumpió -se que si.

-Papa, se que es difícil lo que diré pero...

-¿Pero?-  el castaño conocía hacia donde se estaba dirigiendo la conversación.

-Ya es hora de que lo olvides, hora de que busques a alguien más, ya son más de mil años que llevas esperando por el, ¿cuanto más piensas esperar?, ni siquiera es seguro que lo vuelvas a ver y si sucede, esta la posibilidad de que no te recuerde, ¿como estas tan seguro de que recordara su vida pasada?

Para el castaño esas palabras dolieron, pudo ver en la mirada de su hija preocupación, la entiende y sabe que tiene su punto para decirle eso, pero aún así no puede y no quiere perder la esperanza, el... se lo prometió y el nunca rompe sus promesas, miro a la azabache.

-Porque creo en el, lo prometió y se que cumplirá con su promesa.

Ella soltó un suspiro -lo amas aún después de tanto tiempo, ¿como te mantienes en pie?

-Porque te tengo a ti, además si me hecho a la pena no sería yo mismo, y aunque tu no me has visto he tenido mis derrumbes, pero bueno, dejemos eso atrás, mejor cuéntame ¿como va la pastelería?

-Va bien, como siempre buenas ventas, además de que me dijeron que tienes un nuevo postre para ofrecer.

-Si, lo acabó de hacer, debe estar tibio, vamos y preparamos algo de tomar mientras se enfría.

Fueron a la cocina y prepararon cada uno una bebida diferente, se sentaron en la mesa y comieron mientras hablaron de trivialidades, así pasaron dos hora, en ese momento sonó el teléfono, al mayor le parecía parecía extraño ya que nadie tenía el numero de la casa, solo su hija y Hanji, ¿y si era ella?, se levante y contesto.

-¿Hola?

-¡Erencito! hasta que contestas- hablo divertida del otro lado de la linea.

-Me lo dice quien lleva desaparecida cinco años- menciono el castaño recalcándole ese hecho.

-Lo se, lo se, lo siento, hace unos minutos te envíe un correo, necesito que vengas a donde estoy.

-¿Para que?- pregunto confundido.

-Te mande unos documentos, también una dirección, dirigirte ahí, inscribete con esos documentos y...- se logro escuchar una voz en el fondo.

-Cuatro ojos apúrate- esa voz... pensó el castaño, aquella voz que no había logrado olvidar aun con todos los años que han pasado.

-Ya voy, espera y termino de hablar- hablo la castaña

-No, cuelga ya, eres la única que falta.

-Bien, bien, ya lo hago.

-Hanji ese es...- intento hablar saliendo de su impresión.

-Ven a inscribirte, chao.

Y sin decir mas le colgó, esa voz era de el, estaba seguro, por fin, después de tanto tiempo, sentía como latía su corazón, su inconfundible voz, sus ojos se pusieron llorosos, sintió que pusieron una mano en su hombro, miro y era su hija, parecía preocupada.

-¿Que paso?, ¿por que estas así?, ¿quien era?

-Era Hanji, al fin lo encontró, por fin lo veré de nuevo- hablo el castaño feliz.

-¿Estas seguro?- pregunto la joven con dudas.

-¡SI!, escuche su voz, se que es el...  ¡el correo!

El castaño recordó lo que le había dicho Hanji por lo que subió corriendo las escaleras, encendió el portátil y reviso el correo, habían varios documentos de estudio y otros mas, según estos el tiene dieciocho años, es la edad que aparenta, busco la dirección  en Internet, es un establecimiento militar "ALAS DE LA LIBERTAS".

-¿Y si tía Hanji se equivoco?- pregunto su pequeña.

-Hija, sabes que ella lo conoció  antes que yo, que si no es por lo que sucedió también el nos estaría haciendo compañía así como ella lo ha hecho durante todos estos cientos de años, confió en ella, sabe lo importante que es para mi, por lo que no jugaría conmigo.

-Bien, pero yo voy contigo.

-No, tu tienes que hacerte cargo de la pastelería, lo mejor es que valla solo y ver como están las cosas.

-Bueno, esta bien, pero ¿que harás cuando lo veas?- pregunto aun con dudas por lo que estaba sucediendo, no sabia si esto seria bueno o malo, pero de lo que si podía estar segura era que a partir de ahora muchas cosas cambiarían.

-No lo se, solo queda esperar para cuando lo vea- dijo emocionado, estaba feliz de que por fin lo que  mas anhelaba desde hace mucho por fin se estuviera cumpliendo.

-Solo espero que todo salga como quieres y no resultes lastimado- con esperanza de que todo salga bien.

Y ese es el primer capitulo, espero que les gusten y la apoyen, aceptare todas sus criticas.

Los quiero

Familia PerdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora