Capítulo 18: Mi adoración y la aceptación.

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Mi lapso de sentencia o mas bien mi lapso de suspensión académica había servido de mucho no solo física si no también mentalmente, me había recuperado de los dolores de mandíbula así también me había tomado todo este tiempo para poder asimilar a cabeza fría lo que había pasado y sobre las decisiones que he tomado sin duda alguna el dejar aquellos dos hombres importantes en mi vida había servido de algo: una era apreciar lo que mas valoraba que en este entonces es mi bienestar y si tenia que dejarlos así seria, otra era el bien que me sentía estando con Christoph y Richard a mi lado porque sin duda alguna eran los mejores días que había pasado en un largo tiempo. 

Mis días se basaban en estar acompañada en cada momento con Christoph no importaba si estábamos en la casa o salíamos a distraernos, el punto es que adoraba tenerlo a mi lado, adoraba poder hablar con claridad de ciertas cosas el escuchar sus consejos o sus frases celebres de algunos escritores solo para que me pusiera a reflexionar ¡Oh! tampoco olvido nuestros momentos en el estudio de Richard, si algo me enseño muy bien mi tío fue tocar la batería, algo básico porque llegar a su nivel me costaba pero es lo de menos. 

Si puedo hablar de un solo punto negativo acerca de toda esta relación empalagosa cual caramelo  y tan cerca que teníamos es que después del incidente con Richard, Christoph se aseguraba de no dejarme sola en lapsos muy largos por consecuencia era algo que a Richard como a mi nos tenia fastidiados, mis impulsos y mis deseos querían estar con el. En ratos o en momentos fugases solo podíamos darnos uno que otro beso apasionado, diferentes juegos coquetos o insinuaciones con toda la precaución posible pero era todo, cuando teníamos un momento de intimidad instantáneamente era interrumpido por un simple aviso de Christoph de forma inconsciente por su parte. 

-Christoph viajara a NY este fin de semana. ¿Qué te parece si nos escapamos este fin de semana?-Richard sugirió con cierto aire de aventura

En esa misma tarde  nos encontrábamos solos después de un largo tiempo, Chris había salio por las compras para la cena así que aprovechamos ese pequeño tiempo para saciarnos mutuamente. Sus manos se acopaban a mis piernas acariciarlos como si un felino se tratase y sus besos inundaban mis labios o mis omóplatos dejando ciertos restos impregnados en mi piel, me encontraba muy cómoda sentada en sus piernas mientras acariciaba esa melena oscura que poseía.

-¿Qué diferencia hay? –Preguntaba mientras lo besaba y me correspondía con cierto gesto de cariño –La cuestión es que estemos solos- 

-Donde tu quieras estará bien-

Sin pensarlo dos veces mis piernas se abrieron en un compás armonioso para quedar encima suyo en un juego que pretendía siguiera conmigo. Mis manos que se encontraba en sus hombros bajaron delicadamente jugando por la parte de su pecho hasta llegar a la hebilla de su cinturón, mis actos seguidos son de sobra porque al tener lo que buscaba comencé a juguetear con su miembro para poderlo excitar cosa que conseguí con el rose de mis manos.

-No me importa si es el peor lugar del mundo, solo quiero que me tomes- Susurre a su oído, su sonrisa de malicia concordaba con el mio.

No podía esperar para prepararlo de una forma adecuada, ya estaba excitada y lo quería en ese momento. Me alce un poco solo para dar espacio a su miembro acomodarlo de una forma adecuada y con un acto rápido lo introduje a mi cuerpo donde en un solo coro habíamos gemido al mismo tiempo.  Con una lentitud empecé a moverme en círculos, su miembro iba a compás mio, las manos de Richard ayudaban a que me moviera rápidamente de arriba abajo y justo antes de llegar al orgasmo bajaba la velocidad, acto que le desesperaba pero lo incitaba a hacerlo mas fuerte mientras sus manos subieron a mi blusa quitándome para que el masajear mi busto.

Los movimientos fuertes, los gemidos, el sudor hacia el clímax perfecto. Con la ultima embestida Richard se había corrido haciendo que mi cuerpo débil cayera hacia el, sus manos grandes acariciaban mi espalda y besaba mi cuello.

-Te adoro Bell- Susurro a mi odio

Una sonrisa se asomo al igual que la suya y me besaba cada que podía.

:: N ::

Richard extasiado no podía estar mejor que nunca, tenia en sus manos a la mujer con la que había fantaseado, era suya y Christian ni nadie mas la tiene o la tendrá. Deleitado por lo que tenia adoraba ver a Mery con tal delicadeza de una mujer y con la rudeza de una fiera. Sabia que solo el le proporcionaba los mejores placeres que alguna vez había experimentado. Con un poco de cruda moral puesto que sabia que lo que hacia estaba mal en todos los sentidos éticos, era como una hija, la vio crecer y es la alma gemela de su hija pero por eso mismo le sorprendía la evolución de ella, creció y se desarrolló con la gracia, sensualidad y hermosura de su madre así como lo dominante y fuerte de su padre, su mejor amigo, Till.

Sabia que su aventura no duraría mucho, sabia que en cuanto Sue llegara tendría que acabar todo pero el no le apetecía, su plan era que terminara esta aventura cuando ellas tuvieran que irse al igual que ellos, su sed seria saciada y la distancia ayudaría a no desearla nunca mas.

Ambos ganaban cierto placer y no dejarían ya nada a la imaginación o a las fantasías por la noche.

:: M ::

A la llegada de Christoph volvió la rutina de ignorar a Richard y fingir que no pasaba absolutamente nada con nosotros dos, mi mejor estrategia era pasar la mayor parte en la habitación de Sue terminando los proyectos que debía entregar para la siguiente semana, ser evaluada y terminar lo antes posible. Cierto momento de mi tarde fue interrumpida con la entrada de Richard donde traía en mano una sobre blanco. Mi carta de Princeton.

-Me la dio cuando fui a verlo- Cerro la puerta y se puso a lado mio - ¿No quieres abrirlo con el presente?-

Un momento como este debía ser compartido por la única familia sanguínea que tengo pero no estoy lista, no para verlo nuevamente, unos días habían pasado y yo no podía seguir sin superarlo, me sentía mal por tener esa actitud tan tonta pero era mis sentimientos los cuales estaban heridos, no me importaba su golpe, solo sus palabras.

-No, estoy bien- Me levante de mi asiento, tome la carta y le di un breve beso acompañado de una sonrisa – Vamos con Christoph en lo que llamo a Sue-

-Como tu gustes –Dio lo que probablemente seria el ultimo beso de la noche

Salio de la habitación y comencé a marcar. Estaba nerviosa, todo mi futuro dependía de esa carta de un simple pedazo de papel con tinta donde decía si fui aceptada o si solo me agradecían el interés. Mi sueño era eso, una carta.

-¡Por fin lo tengo nena! - Dije emocionada mientras Sue estaba adormilada en su cama.

Cuando le mostré la carta se paro de golpe, prendió sus luces y me invito a que lo abriera.

Una vez abajo en la sala principal y con las personas indicadas he importantes estaba lista para recibir la respuesta hacia mi sueño, hacia mi formación de vida.

-Mery- Dijo Christoph interrumpiendo el momento justo–Cual sea la respuesta recuerda que tu puedes con todo y que estamos todos nosotros para apoyarte asi como sabes que estamos muy orgullosos de ti- Las hermosas palabras de aliento de Christoph hacían que me emocionara y me pusiera sentimental en cierta parte. 

Era momento de la verdad.


TEMPTATION "Rammstein"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora