Capítulo 59: Sin apetito

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3 días después de aquel acontecimiento en donde el parque era testigo de nuestro amor fueron estupendos. Tiempo después todo cambio y las cosas empeoraron. 

Las cosas se habían vuelto algo criticas, dramáticas y muy depresivas. En mis mejillas podía sentir lo frías que se volvían mis lagrimas al recorrer mi piel y lo salado que eran al tener el mínimo contacto con mis labios, mis ojos estaban hinchados, lo podía sentir y mis ánimos estaban por los suelos o mas abajo si existía cierta expresión para lo que sentía en aquellos momentos, todo disminuía al ver mi cruel realidad, el saber que fui utilizada y engañada por la persona que yo creía amar.

Chrsitoph me lo advirtió y jamas le creí, puse en primer lugar mis ideales y sentimientos antes que a el, la única persona que no me haría daño y que siempre me estaría aconsejando por mi bien. Ahora se encontraba conmigo teniendo una taza de café y un plato donde contenía un pequeño emparedado que esperaba a que lo consumiera para tener algo en el estomago pero no tenia apetito, no tenia ganas de nada mas que seguir acostada llorando y arrepintiéndome de mis acciones.

-Por favor come algo- Rogó viéndome a los ojos- Till llegara esta noche-Aseguro

Mi cobija caliente cubría mi cuerpo y sentía el calor que emanaba aquella tela acolchada, contemplaba el plato perdiéndome en ella, no tenia apetito.

-Estaré bien cuando el llegue- Asegure

-No tienes porque estarlo, puedo decirle otra cosa- No respondía a aquella propuesta, podía estar bien antes de que mi padre llegara y me viera en dichas condiciones- Te voy a preparar la tina- Sonrió levemente y se levanto de la cama para entrar al baño

Hace días que había llegado a mi hogar y he estado acompañada por ese ser extraordinario que abría la llave de la tina y que el probablemente hacia que mi baño fuera placentero para relajarme y levantarme el animo. Mi padre había tenido que tomar un viaje de emergencia a Alemania porque había problemas con la mudanza, Flake lo acompañaba así que a mi llegada ellos se habían ido unas horas antes.

Cuando llegue marchita acompañada de mis maletas, el estaba disfrutando de un libro a solas hasta que me vio entrar, comprendió lo que había pasado y sin decirle una palabra me abrazo fuerte sin soltarme, sentía sus besos en la cabeza y en ese preciso momento me derrumbe por completo, me encontraba desplomada en el suelo sin que el me dejara de abrazar. Los siguientes días me encontraba encerrada en mi habitación pero muchas veces entraba a platicar conmigo para ver mi estado emocional o insistir en que comiera algo.

-Listo, he preparado todo- Salio de la habitación de baño mientras secaba sus manos con una toalla- Cuando salgas de bañarte Mery...-Dijo tranquilo y con aires de cariño – Toma un bocado de tu alimento-

Estaba sola, se había marchado. Mi cuerpo se sumergía en el agua caliente y se relajaba con el paso que las sales de baño hacían su arduo trabajo pero me daba cuenta de que no era una buena idea, aquella relajación y calma hacían que me inundara en mis pensamientos, el recordar cada momento, aquel momento. Estaba cansada de llorar, ya no quería sentirme de esa forma pero era inhabitable, los sentimientos me ganaban con aquel recuerdo, estaba cansada y no podía parar.

Aquella ultima cena juntos había sido por mucho la peor de todas, su indiferencia era notoria pero comprendía que debía estar preocupado y agitado porque algo en el estudio no había salido bien, su proyecto se venia abajo o eso me menciono pero aun así estaba junto a el dándole apoyo. Paul trataba de animarlo pero no lo conseguía así que nos limitábamos hablar acerca de ello.

-Bien Mery ¿Ya sabes que departamento vas a querer?- Pregunto Paul tomando un bocado de su alimento que había cocinado horas atrás

-Todavía no esta decidido, le mande mis 3 opciones a Sue y solo falta que ella me indique la de su agrado –

-Bueno pues la ultima sigue siendo mi favorita- Su sonrisa de complicidad me animaba y emocionaba por la idea de por fin tener mi departamento

-Se que fue de tu encanto pero es la que menos nos conviene, mucho mas cara por tan poco espacio aparte de que esta muy lejos de la universidad-

-Aun así siegue siendo mi favorita- Defendió

Con pequeñas sonrisas en el rostro voltee a ver a Richard y solo podía ver como contemplaba su comida sin probar bocado alguno. Estaba preocupada después de días en donde nos las pasamos bien estando juntos, saliendo y teniendo el mejor sexo de la vida, a el día de hoy era una persona diferente.

-¿Richard?- Pregunte nerviosa. Solo levanto el rostro viéndome sin alguna gracia -¿Piensas comer?-

Se quedo en silencio, volvió a ver su plato de comida unos segundos mas y se levanto tomando del plato y dejándolo en la isla –No tengo apetito, buenas noches- Dijo antes de subir a su habitación

Paul y yo contemplamos como se retiraba.

-¡Dios con ese hombre! Creo que le fue muy mal en la junta que tuvo, tanto como para estar de esa manera- Paul comento y después prosiguió a terminar su cena

-Me siento mal por el, no se en que puedo ayudarlo- Estaba preocupada y no era mentira pero no podía permitirme exceder mi preocupación mas allá de los limites con tío Paul

-Solo dale su tiempo, estando solo es lo mejor para el, créeme cielo-

Acerté a su comentario. En la vida me había tocado dicha situación y no sabia como actuar al respecto, no sabia si era prudente ir a platicar o dejarle su tiempo como lo mencionaba mi Paul. La noche tampoco ayudaba, después de la cena me dedique a limpiar todo mientras Paul se iba a descansar, apague las todas las luces de la planta baja, me dí una ducha y con un libro en mano sentada en mi cama podía observar que apenas eran 2:45 de la mañana, la angustia me carcomía y no dejaba descansar.

Tratándome de concentrar en mi novela, por el rabillo de ojo podía ver como las manecillas se movían poco a poco, deseando que mi cuerpo se cansara o algo para poder dormir pero sabia que mi mente quería ver a Richard o por lo menos escucharlo. Caminaba por el pequeño pasillo haciendo el menor ruido posible, la recama de Paul se encontraba a unos metros de la mía, así que salia con precaución y segura de mi alejamiento, caminaba con pasos firmes hacia su habitación y una ves frente a ella mi puño estaba al aire pero aun así me detuve a pensarlo nuevamente.

En ese mismo intenta su puerta se abrió mostrándome su rostro carcomido, estaba mal, su semblante no era el mismo y parecía hinchado.

-Richard- Murmure

-Mreybell- Dijo molesto-¿Qué haces aquí?-

Estaba sorprendida por su tono de voz, no me había hablado así y me sentía tan mal por aquello.

-Venia a verte, quería saber como estabas y tal ves platicar un poco-

-¡Ja!- Exclamo burlón y me hacia sentir peor –No necesito hablar contigo, al contrario- Continuo – Quiero que te alejes de mi habitación ¿Sabes lo riesgoso que es?-

-Eso no te importo en estos días- Respondí molesta –No te importo mientras gemía tu nombre-

Su mirada cambiaba, contenía una una mezcla de impacto y furia. Tenia miedo de que hiciera algo, que hubiera detonado una bomba entre los dos pero aun así se quedo viéndome detenidamente, su mirada me quemaba por completo.

-Haz lo que quieras yo me voy de aquí- Cerro su puerta y paso a un lado mio dejándome la palabra en la boca

Odia ver como se iba mientras acomodaba su chaqueta negra y sacaba un cigarrillo mientras lo encendía. Fue la ultima imagen decente que vi de el y tal vez en el pasado eso me hubiera matado de excitación pero ahora la historia era diferente, me había dejado vulnerable, con cierto dolor en el pecho y en una situación en donde me sentía estúpida por preocuparme, por un maldito cretino. Enojada volvía a la cama si no antes apagar mi luz he intentar conciliar el sueño, esta vez con un poco mas de facilidad.

"Puede hacer de su vida lo que le plazca a ese imbécil"

TEMPTATION "Rammstein"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora