[Desconozco quién hizo esta ilustración... y lo he buscado en google durante un rato largo. Perdonad.]
Han pasado tres semanas pero el guion sigue sufriendo cambios. Muta a tal velocidad que te recuerda al videojuego «Parasite Eve» más que a tu experiencia con Dungeonslaughter. Cuando se lo haces saber a Hana, ella se ríe y asiente; le gusta hablar contigo sobre videojuegos. Es algo agradable que hacer durante los descansos... junto con ojear los nuevos diálogos. No obstante, mientras estáis sentadas en los pufs del estudio disfrutando del aire acondicionado y relajándoos con algo de música, leer apetece poco.
Acabáis divagando sobre videojuegos retro.
—¡Chicas! —os interrumpe un guionista. Llega acompañado de varias personas del staff—. ¿Tenéis ya una copia de la escena de la mazmorra?
—¿Qué mazmorra? —respondes con curiosidad.
—Ahora tienes una mazmorra —apostilla la directora. Es una ómnica llamada Fanny.
—¿Nossyrth? —te extrañas. Miras a D.Va; ella parece estar pensando lo mismo que tú.
—Nossyrth no tiene mazmorras porque jamás hace prisioneros. Los mata directamente —asevera Hana.
—¿Cómo...? Esperad, voy a llamar al asesor.
La directora se esfuma con una arruga de preocupación surcando su frente. El resto del staff hace lo propio. Hana y tú os miráis: sabéis que la espera podría prolongarse días. Ella parece enfadada.
—No podemos ensayar sin la última versión del guion —reconoces. Supones que es hora de volver a hacer turismo por Sunset Boulevard... otra vez. Resoplas. El rodaje todavía no ha arrancado y Hollywood ya te tiene harta. Has visitado todos los estudios, todas las zonas turísticas... Incluso te escapaste un día a conocer otra ciudad.
Eso cuando no estás estudiando el guion ni participando en las lecturas grupales.
—¡Meninas! —saluda un chico en patines. Se trata de Lúcio, el compositor que trabaja en la banda sonora de la película—. El staff está organizando una cena amistosa para esta noche y ya se ha apuntado todo el mundo.
—¿Todo el mundo? —Los labios se te curvan en una sonrisa animada. A su vez, la mueca en el rostro de Hana se suaviza.
—Los especialistas de las escenas de acción, el equipo de seguridad, los escenógrafos... ¡Incluso va a venir esa niña que ha inventado la mitad de las máquinas que usaréis!
—Parece divertido —reconoce la coreana. Tú asientes.
* * * * *
La cena resulta agradable. Por fin conoces los nombres de todo el equipo que hay detrás de la película (todavía no habías coincidido con algunos), y la cosa se pone todavía más interesante cuando comienzan a contarte anécdotas del rodaje de algunas de tus obras favoritas (porque esta gente no sólo se mueve con las grandes producciones de cine... han hecho desde captura de movimiento para videojuegos hasta algunas series de Netflix).
En un momento dado tienes que ir al baño. Cuando te lavas las manos descubres que Aleksandra (Zarya para los amigos) está refrescándose la cara con agua.
—¡Menudo calor hay siempre en los Estados Unidos! —proclama con su marcado acento ruso—. No quería volver a trabajar aquí, pero las escenas de pelea de esta película prometen tanto...
Ella es una de las especialistas más famosas del reparto. Interpreta a la mano derecha del personaje de D.Va.
—¿De verdad tienes calor? ¿Incluso con el aire acondicionado? —te sorprendes. Zarya asiente; se le ha mojado el cabello y arroja algunas gotitas de agua en el espejo al mover la cabeza.
La puerta se abre y entran Hana y Fareeha (la jefa de seguridad del estudio, aunque todo el mundo la llama Pharah). Están mirando algo en el teléfono móvil de la coreana y se ríen.
—¡Mira qué oportuno! —señala la egipcia. Se acerca y os muestra un dibujo digital en el que Ivnosse, Nossyrth y la guerrera de Zarya combaten ferozmente—. ¿Veis esto?
—Sí... —asientes. La técnica del dibujo es impresionante: el conjunto está lleno de tensión, movimiento... la tela y el metal de las armaduras parecen tener vida propia... la expresión de los rostros es muy natural...
Inconscientemente tratas de imitar la mueca de Nossyrth.
—Mirad ahora. —Pharah pasa la imagen y aparece una versión absurda hecha con el objetivo de que la gente ría: ojos como puntos, bocas en forma de tres, brazos laxos... Te recuerda vagamente a una ilustración muy famosa donde las princesas de Disney se apretujan las mejillas, la nariz, se incordian, etc.
Zarya y tú os sumáis a las carcajadas que ya soltaban D.Va y la jefa de seguridad.
—¡Tenemos que hacernos una foto igual! —chilla Hana de repente. En medio de las risas, todas mostráis entusiasmo hacia la propuesta. Rápidamente posáis imitando el primer dibujo. Pharah hace fotos mientras murmura algo sobre que su madre nunca suelta la cámara. Luego ponéis las muecas divertidas de la segunda imagen. Os dejáis llevar por las risas y comenzáis a improvisar nuevas composiciones para incluir a la egipcia. El flash de vuestras cámaras salta una y otra vez, y no podéis parar de reír.
—¡Buscad más! —os pide Zarya con entusiasmo.
Entre selfies, imitaciones de dibujos nuevos sacados de Google, mohines y posturas que oscilan entre lo cómico y lo épico, termina transcurriendo un cuarto de hora. Hana, mientras tanto, va compartiendo en Instagram y Snapchat las mejores fotografías con un éxito apabullante. Sus seguidores rozan la histeria en el buen sentido.
... o esa sensación da hasta que la ex gamer se queda mirando el teléfono un tanto ¿perpleja?
—¿Nuevos comentarios, Hana? —pregunta Pharah con curiosidad. La boca de D.Va tiembla mientras aparta su teléfono del campo de visión de la jefa de seguridad. Antes de que articule una excusa que (asumes) no será creíble, la puerta del baño se abre de golpe y Brigitte (la especialista en armas que está enseñando a los extras a empuñar convincentemente sus espadas, mazas y manguales) empuja a Hana. La sujetas para que no se caiga y ella te mira con un resplandor acuoso en la mirada. No sabes qué le sucede, pero... ha enrojecido.
Sostienes su mirada. Notas algo en el estómago... y el impulso de abrazarla para que el malestar que se ha apoderado de ella quede aplacado.
—¿Qué hacéis, chicas? —pregunta la sueca, ajena al extraño momento que compartes con D.Va—. ¡La fila de mujeres que quieren entrar al servicio es casi de diez metros! —Como ninguna reaccionáis, Brigitte agarra a la que tiene más cerca (tras el empujón a Hana, es Pharah) y tira de ella hacia la salida.
—¡Oye, que al final no pude hacer pis...! —Como respuesta, Pharah recibe una palmada amistosa en el trasero—. ¡Ay!
Desaparecen tras la puerta y Zarya reacciona rápidamente para seguirlas. Hana se gira y durante una fracción de segundo puedes ver la pantalla de su teléfono. La razón por la que se había quedado tan ruborizada es una ilustración de vuestros personajes: su Ivnosse derrotando a tu Nossyrth con el único objetivo de besarla.
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Hana Song y tú [D.VaxLectora]
FanfictionHas ganado un concurso gamer cuyo premio es protagonizar una película basada en tu videojuego favorito junto a D.Va... no obstante, parece que a cada paso que das durante el rodaje surgen mil dificultades. Es una suerte tener a Hana a tu lado para...