Es de noche. Faltan pocos días para comenzar con el proceso de filmación. Hoy has trabajado muy duro y al terminar te han arrastrado a tomar algo con el resto del equipo. Estás tan cansada mientras te quitas los zapatos y te dejas caer en la cama de tu habitación que no tienes muy claro si al final pagaste tu bebida o no antes de irte.
Hm... seguro que sí que has pagado tu parte.
Te das una ducha para refrescarte y quitarte de encima la sensación de sudor y suciedad; cuando vas a secarte el pelo y a echarte tus cremas... te quedas dormida. Te despiertan unos golpes en la puerta. Consultas la hora en tu teléfono: estaba en silencio y tienes tres llamadas perdidas de Hana. También varios mensajes. Te levantas de golpe y vas corriendo a abrir la puerta completamente convencida de que ha ocurrido algo muy malo.
—¡Perdóname por despertarte, pero...! —La ex gamer solloza y no comprendes el final de su oración.
—¿Eh...? Entra, Hana... —Haces un ademán para invitarla a pasar mientras contienes un bostezo. A pesar de que te estás alarmando mucho no logras sacudirte el cansancio de encima. La contemplas compasiva.
—No sé qué hacer... —se lamenta.
—Pero ¿qué es lo que pasa?
—Me quieren chantajear.
* * * * *
Después de mojarte la cara con agua helada tomas asiento en el pequeño salón y observas a D.Va. Ella ha decidido acurrucarse en el suelo y contempla su móvil como si fuese un escorpión capaz de matarla con su picadura. Lleva el cabello suelto y cepillado, el rostro limpio de cosméticos y ofrece un aspecto extraordinariamente vulnerable.
—¿Quién te quiere hacer chantaje?
—Se llama Sombra. Ha hackeado mis archivos, todo lo que almaceno online y... bueno... Ella quería descubrir si hago trampas o algo así en las competiciones de eSports, pero ha encontrado otra cosa. Me ha pedido tanto dinero que si accedo voy a tener que vender mi casa. Me quedaría en la calle. —Traga saliva, asimilando la fatídica posibilidad.
—Eso no va a suceder, Hana.
—¿Y qué puedo hacer?
—Vale... —Respiras hondo—. Dime, lo que ha descubierto de ti... ¿es... delito?
—¿¡Qué!? ¡No! ¡¡Claro que no!!
—Bueno... eso es bueno. —Notas su expresión aterrada—. Tranquila, de verdad. Estamos muy cansadas y quizá hoy sea difícil asimilarlo todo, pero te prometo que te ayudaré cuanto pueda.
—Yo... he intentado rastrearla, denunciarla... Me tiene controlada. Acorralada, diría.
—Quizá yo pueda buscar información. —Tras navegar por internet durante un buen rato descubres que Sombra es una persona que se ha encargado de no dejar ningún rastro de su presencia en la red... Si chantajea a más gente, debe de hacerlo muy bien... porque no aparecen denuncias ni noticias por ningún lado. Eso os asusta a las dos, como si estuvieseis solas ante el peligro.
Tras algunos instantes de silencio, la coreana aúna valor y comienza a hablar.
—En cualquier caso... Yo vine a... Yo... quería contarte esto a ti... pero no para que rastreases internet... Es... es p-porque...
—¿Sí?
—Antes dijiste «eso»... y... A mí... también me... gustan... mucho... las chicas. —Lo suelta exhalando todo el aire que tenía en los pulmones.
—¿Es eso con lo que te chantajea? —Sientes calor en tus mejillas—. Quiero decir... Eres muy valiente por decirlo.
Con los años aprendiste a no confundir la amistad, la amabilidad, ni la sororidad con el romance. Creías haber dominado ese arte, pero ahora que lo piensas... Hana siempre se ruboriza contigo. Hana quiere hacer cosplay contigo de dos chicas a las que los fans (¡fans como ella!) emparejan. Hana tocó el tirante de tu sujetador a pesar de que en su entorno no se desarrolla esa familiaridad... Tú haces que se ponga nerviosa, que se muerda los labios cuando la tocas durante los ensayos.
... y comenzó a mostrarse rara contigo cuando descubrió las ilustraciones de vuestros personajes besándose.
¿Quizá ella...?
—Sí, es por eso... Mi colección de cuadros, dibujos digitales y tradicionales, fanfics y cómics de amor entre chicas es... es inmensa. —Enrojece más—. Pero la mantenía en secreto almacenada en la nube... y ella ha accedido y lo ha descubierto.
—Ay... Hana... —te lamentas abrumada—. Te hayan dicho lo que te hayan dicho, tu amor por tu género no es malo, perverso ni incorrecto. No pueden chantajearte con sacarlo a la luz. Hay cientos de personas maravillosas, figuras públicas históricas o contemporáneas que hacen cosas maravillosas por la humanidad... que son igual que tú... ¡Igual que... nosotras! ¡Piensa en la piloto de Overwatch, Tracer! No tengas miedo, por favor. Date el tiempo que necesites para asimilarlo, pero... cuenta conmigo, con mi apoyo... ¿sí?
D.Va se bebe tus palabras.
—Tengo la sensación de que es algo que resulta válido para todo el mundo excepto para mí.
—Es tan válido para ti como para cualquiera, amiga mía. El amor es un sentimiento positivo y beneficioso. El odio, la discriminación... todo aquello que tenga connotaciones negativas no lo es. Y... bueno, la... la luj... ya sabes... que te guste ver esos cómics o leer esos fanfics no es, eh, pecaminoso... Tienes curiosidad y poca información. No has contado con muchos modelos en los que inspirarte. Por favor, créeme: no hay nada malo en tus sentimientos.
Si bien necesitará tiempo para asumir todo esto, te das cuenta de inmediato de que tus palabras han logrado aliviar una buena parte de sus pesares. Parece sentirse algo mejor.
—¿Puedo...?
—¿Sí, Hana?
—¿P-podría...? ¿Te parecería bien si... duermo aquí, contigo? Me siento sola y... y a merced de esa tal Sombra.
Así terminas durmiendo con una estrella entre tus brazos.
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Hana Song y tú [D.VaxLectora]
FanficHas ganado un concurso gamer cuyo premio es protagonizar una película basada en tu videojuego favorito junto a D.Va... no obstante, parece que a cada paso que das durante el rodaje surgen mil dificultades. Es una suerte tener a Hana a tu lado para...