8

512 39 39
                                    

Narra Craig

Una vez tocado el timbre indicando el comienzo del receso, salí lo más rápido que pude del salón para ir a algún sitio donde no escuchara a toda esa gente hablando de Tweek y ese emo o lo que se supone que sea.

Había un pequeño lugar escondido entre unas cajas y algunos botes de basura, no era el mejor lugar pero al menos me mantendría aislado del resto. Estaba muy frustrado, no poder contarle a nadie lo que estaba pasando lo hacía peor, aunque intentara hacerlo nadie me creería

Recargue mi espalda en una de la pila de cajas, resulta que no tenían mucho peso dentro de ellas y terminó colapsando.

—Mierda, las cosas no podrían estar peor.

Recogí las cosas que salieron de las cajas y volví a apilarlas, espero que nadie haya visto eso.

Escuché una conversación muy cerca de donde estaba, por mera curiosidad me asomé para ver de quienes se trataban. Eran el borracho de Stan y Broflovski, no me interesaba saber de qué estaban hablando.

Iba a regresar a mi rincón cuando noté que esos dos empezaron a forcejear, bueno, Stan jalaba al pelirrojo con demasiada fuerza. Nunca me ha gustado meterme en los asuntos de los demás, pero es obvio que Stan está demasiado alterado, probablemente consecuencia por su adicción al alcohol, principal razón por la que dejé de juntarme con él. No puedo hacer la vista gorda en esta situación.

Narra Kyle

Quería algo de tiempo a solas, aunque intento ayudar a Tweek a superar su situación con Craig, también tengo mis propios problemas.

Por mi cabeza pasaba el desagradable recuerdo de lo ocurrido hace tres meses.

Para entrar en contexto, era un fin de semana cualquiera cuando mi mejor amigo decidió invitarme a su casa para una tarde de videojuegos, no podía negarme a eso. Lamentablemente los videojuegos no eran lo único presente en su habitación, varias latas de cerveza vacías, a la mitad y nuevas rondaban por todo el lugar. Hace ya unos meses que Wendy había cortado definitivamente con Stan, eso lo afectó mucho y terminó hundiéndose en el alcohol, intenté ayudarlo para que supere su adicción y a Wendy; incluso consideré anexarlo, pero él se rehusaba a aceptar ayuda.

Me dolía verlo en ese estado, sobre todo porque tenía muchas dudas de mis sentimientos hacia él, estaba casi convencido de que estaba enamorando.   El sentimiento venía desde bastante tiempo atrás, pero a penas lo iba descubriendo.

Por más que intentara ayudarlo a no tomar, lograba convercerme para que lo acompañara y de esa forma terminabamos los dos en estado de ebriedad. Esa tarde no fue la excepción.

Sin darme cuenta ya estábamos cantando a todo pulmón, más que nada eran balbuceos sin sentido. La canción de "labios rotos" comenzó a reproducirse, me identifique con la letra, pues quería poder besar los labios de Stan y quitarle todas las penas de encima. Estaba tan inmerso en la melodía, que no caí en cuenta de lo cerca que estaba Stan a mí rostro.

Sus labios se estrellaron contra los míos mientras que sus manos se posaron en mi cintura. ¿De verdad estaba pasando, el chico que amaba lo estaba besando?

Correspondí a su beso y posé mis brazos en sus hombros. El contacto era exquisito, cada pequeño roce hacía que mi cuerpo recibiera pequeñas cargas eléctricas, ¿Qué importaba que su aliento apestara a alcohol?

Alcohol.

Reaccioné en el mismo instante en el que la palabra  pasó por mi cabeza. Por más que todo mi ser pedía a gritos continuar con el beso, sabía perfectamente que Stan no estaba en sus 5 sentidos, no podía aprovecharme de esta situación.

Lo empujé ligeramente para separarnos y lo miré directamente a los ojos.

—Esto no está bien Stan, tienes que recostarte un rato, traeré agua para que se te baje la borrachera.

—No Kyle, quédate aquí y dame otro beso.—arrastraba las palabras al hablar.

— Viejo no estás bien y no piensas con claridad, acuéstate y espera a que traiga el agua.— lo ayudé a subir a su cama. Cuando iba a retirarme, sujetó mi muñeca para jalarme a su ubicación.

Intenté levantarme, pero de alguna forma pudo maniobrar para dejarme bajo su cuerpo. Comenzó a besar mi cuello y oreja, ya no me estaba gustando, no quería seguir con eso. Sus manos sujetaban con fuerza mis muñecas, dejándome inmovilizado y vulnerable a su toqueteo.

—Por favor Stan, para, no me gusta esto.— a pesar de mis súplicas, él siguió con lo suyo, completamente segado por el alcohol y el deseo.

— No Kyle, tú eres mío, no puedes escapar de mí.

Entré en pánico, el aire empezaba a faltarme y las lágrimas no tardaban en salir de mis ojos. Sus toques ya no eran excitantes, eran desagradables e incómodos. Mi desesperación hizo que mis piernas reaccionaran y lograran darle un rodillazo en su entrepierna. El golpe fue lo suficientemente fuerte para dejarlo fuera de juego y que pudiera escapar de aquella casa en la que hasta ahora, había vivido buenos momentos.

Desde ese momento las cosas entre los dos fueron en picada. Comenzó a faltar a la escuela, mientras que yo pedí un cambio para no coincidir en clases; las veces que se dignaba a aparecer en la escuela, hacía todo lo posible por ignorarlo.

Mi cuerpo se sentía sucio; no importaba cuántas veces me bañara, siempre estaba presente esa horrible sensación de que no era suficiente.
Nunca se lo conté a nadie, el sólo recordar lo que pasó me deprimía enormemente. Lo que empezó como un pequeño y lindo error, se convirtió en un mal sueño que aún me atormenta de vez en cuando.

Sé que hablar con él podría hacer una diferencia en mi sentir, pero no puedo, no me siento listo para encararlo. No es una mala persona, he estado a su lado por muchos años; cometió un error y es su responsabilidad afrontar las consecuencias.

Hace poco empezó a intentar conversar conmigo, me busca en todas partes y aprovecha cada oportunidad en la que me encuentra a solas. Debe entender que no puede forzarme a nada, ni siquiera a una simple conversación. Sólo cuando él comprenda eso y sobretodo cuando yo esté listo, hablaré de todo lo que quiera. Hasta entonces tendré que ocultarme cómo un ratón asustado.

Una vez aclarado todo eso, creo que se entiende el porque de esconderme en un lugar así sólo para pensar.

Había un lugar en específico que me gustaba visitar, un rincón donde a veces ponían los materiales de gimnasia nuevos y algunos otros suministros.

Un ruido proveniente del lugar al que me dirigía llamó mi atención, probablemente fuera un animal que tiró algunas cajas. Sería una lástima que fuera otra persona, no quería tener que buscar otro lugar donde lamentarme.

Mi búsqueda por localizar al culpable del estruendo, fue interrumpida por una persona inesperada.

¿Qué Te Sucede? (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora