'I need you' (The Vamps y tú)

Capítulo 1.

'Pipi-pipi-pipi' comenzó a sonar mi despertador. Alargué el brazo y le di un pequeño golpe apagándole. Quité las sábanas que quedaban sobre mi y me levanté. Bajé las escaleras y entré en la cocina a prepararme algo, cogí unas tostadas y las metí en la tostadora. Me preparé un vasito de leche y me senté en la mesa de la cocina, esperando a que las tostadas saltasen.

-No no no- dije oliendo a quemado- Mierda mierda, llegaré tarde- saqué las tostadas y las tiré a la basura rápidamente.

Subí de nuevo, abrí el armario y cogí lo primero que encontré metiéndome en el baño. Di el agua y esperé a que se calentara un poco.

-Lo siento, perdoname- dije al ver la cara de mi jefe entrando en la tienda.

-Primera vez, a la tercera se la despedirá- me dijo borde.

-Si si, lo siento...

Cogí mi uniforme y me lo puse.

-Aaaaaaaaaaaah ____- me dijo mi compañera Cris echandose sobre mi- Cuanto tiempo, joo.

-Buuuf, hará unos tres años ¿no? ¿que haces aqui?- dije sin parar de sonreir.

-Ya ves... Trabajando, como tú al parecer- me miró de abajo a arriba riendo.

-Chicas, a trabajar por favor, los clientes empiezan a entrar- nos regañó el jefe.

-Buenos días señora. ¿Desea algo en concreto?- dije acercándome a una mujer de unos 70 años.

-No no gracias, solo venía a mirar algo para mi nieta.

-¿Cuantos años tiene?- la pregunté.

-Tiene que tener tu edad más o menos. ¿Cuantos tienes tú?

-Yo tengo 18- dije riendo.

-Si si, por ahí tiene ella- dijo cogiendo una camiseta ancha, de floripondios.

-Yo no la recomiendo esto- cogi la camiseta y la dejé donde estaba.

-¿Ah no?

-Esta es perfecta- la enseñé una ombliguera, con un ancla- Muy veraniega, es preciosa.

-Pero eso no tapa na'

-Pero se lleva asi señora- dijo Cris riendo por detrás.

-Pues me la llevo. ¿Cuanto es?- dijo sacando el monedero.

-Se le ha caído, tome- cogí su garrota y se la di- No vaya a caerse.

-Gracias jovencita.

-Son 5 euros señora, pase por aqui- la contestó Cris.

La señora la pagó lo debido, y la tienda empezó a llenarse de gente.

-Me quedo yo cobrando, vete a atender tu si quieres- le dije a Cris.

-¿Puedes ir tu por favor? Me duele el pie...- se sentó en la  silla.

-Claro, mejorate.

Cogí unas camisetas que había tiradas en el suelo y comencé a colocarlas sobre la balda. Pregunté a mucha gente, hasta que vi a un niño pequeño tirar la ropa.

-Cielo, eso no se hace- dije revolviendo su pelo cariñosamente.

-Vamos hijo- dijo su madre mirándome raro.

-En fin...- me susurré a mi misma agachandome a recogerlo- Perdón, no te vi- dije al chocarme con alguien al subir.

-No pasa nada, tranquila- dijo una voz grave.

-Se te ha caído esto- dije entrenándole su sombrero levantándome.

-Si... eh... gracias...- dijo quedando su cara cerca de la mía.

-Tu... Tu... Eres...- me puse nerviosa mirandole a los ojos.