'I need you' (The Vamps y tú)

Capítulo 11.

-Vale- sonreí como una tonta.

Connor se quedó en el sofá, y Brad, Tristan y James subieron junto a mi a las habitaciones de arriba. Me metí en la mía con James, me puse mi pijama y le di las buenas noches metiendome en la cama.

-Descansa- me dijo James arropandome.

-Hace calor- le miro desarropandome.

-No quiero que cojas frío- vuelve a arroparme.

-No tendré frío- cojo las sábanas de arriba y las tiro al suelo- Asi mejor.

-Buenas noches- se tumbó en el borde mirándome.

-Ven aquí anda, te caeras- cojo su mano y le acerco a mi.

-No quiero que pases calor- dijo intentando imitar mi voz.

Le miré con una mirada asesina riendo por dentro, cerré los ojos y le di la espalda. A los diez minutos noté cómo el sueño caía sobre mi, cómo me iba quedando dormida, poco a poco, hasta que noté un brazo rodeando mi cintura y alguien acercándose a mi. Abrí los ojos despacio y le miré de reojo sonriendo, hasta quedarme dormida del todo.

(...)

'Wake up in the morning with the sunlight in your eyes' escuché mientras abría poco a poco los ojos y les veía a todos subidos en mi cama.

-Ay dios mío... Pero, ¿que hora es?- dije dormida.

-Son las 12- contestó Brad al ritmo de la canción.

-¿Qué?- grité dando un salto.

-Tranquila, es sábado- dijo Connor poniendo un brazo deteniendome.

-Y esto... Es para ti, gracias por todo- me dijo James sacando una badeja llena de tortitas y zumos.

-Gracias a vosotros- les contesté sin apartar la mirada de las tortitas.

La mañana pasó volando, los chicos se fueron de casa temprano, y me sentía sola, hasta que ''TIRORARI'' sonó mi móvil.

'Tú y yo, a las 5:00, en el Starbucks. PD: No me vale un no por respuesta. Love, Brad.'

Miré el reloj y ya eran las 4:30. Abrí los ojos como platos y subí a mi habitación más rápido que un ratón siendo perseguido por un gato.

Me di una ducha y saqué unos shorts, una camisa y unas vans del armario, no soy de esas chicas arregladas, simplemente cogí un poco de maquillaje y solté mi pelo.

Cogí las llaves y el móvil, dinero y listo.

Salí de casa y llegué unos cinco minutos antes, raro en mi, pero así fue.

-Lo siento, lo siento- dijo Brad apareciendo por detrás.

-Tranquilo, aún es pronto- reí mirando el reloj.

Pasamos una tarde perfecta, tomamos algo en el Starbucks, y luego fuimos a jugar al parque de bolas, como los niños pequeños.

Ya eran las 8:00 y empezaba a anochecer, y decidimos volver a casa, recorrimos todo el centro comercial ya que nos perdimos, pero como no, me paré a midar un escaparate, simplemente me enamoré de ese vestido, era perfecto.

Salimos de ahí y Brad se empeñó en coger unos helados, sin preguntar me cogió uno de chocolate, dando por hecho que me gustaba. Al no ser así decidí jugar con él.

Pasamos por un jardín, y él se puso frente a mi con intenciones a decirme algo, miré al suelo nerviosa y vi una piedra, pensé que era la escusa perfecta e hice que me tropecé con ella, tirando mi helado sobre la camiseta de Brad.

-Lo siento- intenté quitarlo y se lo puse en la nariz- Ahora mejor.