La caida de los dioses. (autor: Jose Luis Rojas)

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"No sé porque estoy escribiendo esto en estos instantes.Quiza deberia estar mobilizandome junto con los demás. No lo sé, tal vez sea la obligacion moral que siento de ser cronista de los ultimos momentos de nuestra raza , no sé para quién o para qué , pero mi pluma se sigue deslizando sobre las hojas , ansiosa de dejar el trágico testimonio de estos hechos.

Ellos nos pisan los talones y aunque aguerridos hasta el último aliento, nuestros últimos soldados pronto sucumbiran... a lo lejos de nuestro bastion se vislumbran los fantasmas de las explosiones de las ultimas bombas atómicas rociandolos como mortal pesticida, pero nada los puede detener, asemejan una marabunta de hormigas deatruyendo todo a su paso. Parece que ya no hay esperanza para nosotros. ¿Donde han quedado Yhave, Alá o cualquiera de los dioses? ¿Por que ninguno ha respondido a nuestras plegarias? ¿Acaso nos han olvidado? ¿Es que todo era mentira!

La humanidad esta siendo devastada , no con sus misiles ni con sus bombas; no es una gran guerra por conflictos políticos , economicos o religiosos; no es ninguna epidemia. A decir verdad , estábamos tan absortos en la idea de ser los amos y señores de la creación , que no vimos la amenaza externa sino hasta que se cernió sobre nosotros.

Escuchábamos de abducciones , de avistamientos de ovnis y de fenómenos extraños cada vez más frecuentes y sospechosos. La gente estaba muy asustada.Los religiosos lo veían como manifestaciones de Apocalipsis; los medios no dejaban de darle el tinte sensacionalista de que estábamos siendo invadidos por alienígenas; y por supuesto , el gobierno no dejaba de desacreditar a unos y otros. Y ahora que lo pienso , tal vez esa confusión y ese afán de negar lo que estaba sucediendo fue lo que ultimadamente nos impidió reaccionar a tiempo cuando sobrevino la hecatombe.

Durante todos estos años , lo único que ellos habían estado haciendo era fraguar nuestra caída , manipulándonos genéticamente y con implantes tele controladores , para que cuando llegara el momento oportuno , la conquista estuviera asegurada con el menor esfuerzo y la sangre minima requerida , la nuestra.

Simplemente y sin mayor preambulo nos hicieron saber sus intenciones. En algun lugar del infinito , una señal activó los implantes y repentinamente , quienes creíamos amigos o hermanos se tornaron contra nosotros y nos apuñalaban o nos disparaban a traición.

Al principio , era imposible saber quienes los tenían y aunque nunca logramos identificarlos del todo , eventualmente desarrollamos pulsos electromagnéticos para detenerlos. Sin embargo , a pesar de los metodos masivos para desactivarlos , acabaron con mas de la tercera parte de la humanidad.

Entonces vino el hambre y la sed , envenenaron nuestras principales fuentes de alimento y agua , diezmandonos aun mas. Esto duro poco mas de un mes , hasta que descubrimos los antidotos , y hasta que aparecieron en el cielo los gigantescos poliedros en los que transportaban sus mortiferas armas.

Sus naves escanearon cada centimetro de las ciudades , lanzando rayos trazadores que marcaban unicamente los puntos donde habia seres humanos y luego, dejando caer las bombas de destruccion selectiva, unos dispositivos diseñados para acabar solo con la plaga humana, conservando intactas las construciones.

Fue entonces cuando se descubrio la gran mentira. Roswell era cierto , como tambien lo eran los incidentes de captura de alienigenas y de tecnologia extraterrestre en Brasil y en otras partes del mundo.Todo este tiempo los gobiernos que habian hecho las capturas , trabajaron secretamente en el desarrollo de tecnologías de guerra basándose en los restos de naves cuya existencia fue negada siempre y ahora , ante la inminente catástrofe , se arrepentían de no haberlas hecho públicas , pues no lograron generar una masa crítica suficiente para enfrentar a los invasores.

Aún asi contraatacamos con lo que teníamos y lo hicimos con tanta furia , con la desesperación de un animal herido, que no quedó duda de que haríamos lo que fuera por sobrevivir.

Con el diablo en el bolsillo ( y otros relatos) José Luis Rojas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora