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Con el paso de los días Seokjin se notaba más enfermo de lo normal a causa de pasar en su sofá como un demente fumando y bebiendo, se veía traumado y pálido. Por su mente pasaban muchos pensamientos aterradores que le hacían permanecer en ese estado de shook, de vez en cuando se susurraba a si mismo que había matado a Taehyung y le asustaba aún más pensar que su cuerpo estaba tirado desde hace muchos días en su propia habitación.

Los recuerdos empezaban a martillar con dureza en su cabeza provocándole un dolor insoportable y sin poder controlarlo las lágrimas caían cada vez más, ¿por qué no podía simplemente superarlo? Jin sabía el porqué perfectamente pero no quería reconocerlo, la sensación de culpabilidad. Por otra parte, su conciencia comenzaba a trabajar para tratar de pensar en lo mejor en estas situaciones

¿Pero qué exactamente?

Simplemente no podía enterrar el cuerpo de Tae en el jardín del departamento o en el parque, pero si lo llevaba al hospital podrían descubrir el secuestro y su vida acabaría derrumbada por completo. Su vida estaba jodiéndose poco a poco desde aquel desastre hace años atrás.

Sus lágrimas se deslizaban con más rapidez por su rostro y lanzó la lata de cerveza contra la pared queriendo cubrirse el rostro como un niño, no quería que nadie lo viera así, tan vulnerable. No tardó en limpiar sus lágrimas con remordimiento y corrió a la habitación nervioso, buscando a Taehyung para así encontrárselo sentado cerca de la ventana sin ninguna esperanza en sus ojitos cafés. Verlo vivo le devolvía el alma al cuerpo, le quitaba un peso de encima.

Jin podía reconocer esa mirada, la había visto un par de veces anteriormente y a causa de eso se sentía intranquilo. Tosió con intención para llamar la atención del castaño que parecía ido del mundo y sin lograrlo no tuvo más opción que acercarse a él, apenado alzó la barbilla del menor y notó sus ojos cansados, llenos de orgullo.

-Taehyung no tengo palabras, yo no acostumbré cuando pequeño a pedir perdón... -habló mirando como clavaba sus ojos con odio en él y apartaba su mentón de sus chuecos dedos- Entiendo si no quieres hablarme, de todos modos no puedo dejarte salir y por cierto, báñate porque apestas.

Tae se paró a la velocidad de la luz dirigiéndose al baño desesperado con las ganas de soltarse a llorar más por la humillación. Vió como la puerta del baño no tenía cerradura y suspiró, cerró la puerta como pudo y se dedicó a desvestirse, no vió nada más horrendo que su cuerpo en el espejo; quemaduras de cigarrillo, algunos moretones en su rostro y lo peor fue su cuerpo desnutrido, sus huesos sobresalían de su piel morena.
Definitivamente no podía quedarse en ese lugar y tenía que inventar un plan sigiloso lo más antes posible.

-No es por fastidiarte pero no puedes bañarte con la puerta cerrada, quiero evitar suicidios -interrumpió los pensamientos del menor abriendo la puerta de golpe.

No hizo nada más que ignorar su presencia después de aquel susto que le había dado con el estruendo, suspiró echando su cabello hacía atrás dejando ver su cuello desnudo y ante los ojos de Seokjin se veía demasiado bonito desnudo. Por parte de Taehyung solo deseaba que aquello terminara, odiaba la forma en que este se comportaba con él tratándolo como si fuera cualquier cosa, pero Tae era una persona con derechos y podía hacerlos valer.

-¿Quién es el chico de la imagen? -preguntó directamente el pelinaranjo mientras limpiaba su cuerpo con el agua tibia.

Seokjin le atacó con una mirada intimidante porque no se esperaba para nada la pregunta y no estaba dispuesto a responderla, por nada del mundo. Se levantó del suelo manteniendo la mirada fija en el menor y salió del baño suspirando, en cambio, Tae se quedó mirando su cuerpo a través del agua sin comprender porqué no recibía una respuesta decente.

Nada en ese lugar era decente.

Las cosas parecían cambiar con el tiempo y todo empezaba a ir normal, como si llevaran una vida sin compartir y ambos fueran mudos, una familia infeliz. Habían pasado alrededor de casi una semana y media desde que Taehyung le había preguntado a Jin sobre el tipo de la foto, de vez en cuando este trataba de averiguar quién era pero terminaba sin ninguna respuesta y la única manera de saberlo era a través de Seokjin, por lo que no se rendía y no se cansaba de preguntarle siendo ese su único tema de conversación.

La comida era muy escasa porque Jin no quería ir a comprar y era tacaño a la hora de servir la porción que correspondía a cada uno, al menos Tae había recuperado un poco de peso perdido. Comer en la misma mesa era incómodo y atemorizante para el menor ya que se le venía a la mente que podrían volver a abusar de él pero el pelirosa no había mantenido contacto físico con este desde hace un tiempo.

-Quiero ver a mi novio -soltó cabizbajo el pelinaranjo cuando acabó de comer, tenía un poco de miedo por su petición.

-Tu novio ya no volverá por ti Taehyung, ha pasado mucho tiempo -respondió el mayor aún comiendo sin dirigirle la mirada.

Tae se quedó en silencio pensando en las palabras del mayor y su corazón se sintió estrecho por la tristeza que comenzaba a inundarlo, las ganas de llorar eran muy grandes porque quizás Hoseok ya se había dado por rendido. Y sí, quizás su novio se había dado por rendido pero él no, iba a luchar por salir de ahí y recuperar su vieja vida mediante un plan desquiciado.

Estaba jugando con venderle su alma al demonio, bueno, quizás no del todo.

LOVE IN TRAGEDY ✒ VJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora