Jimin vio como de sus ojos caían gotas de sangre, estaba llorando a mares y le dolía más que mil cuchillos enterrándose en su cuerpo.
Jinyoung suspiro, él no tenía derecho de nada después de todo no era nada de ellos, pero se encontraba sacrificando su rango.
¿que es eso?— Jungkook miro la entrada abierta, son dudarlo se adentraron viajando en los recuerdo. El veneno iba desapareciendo de sus mentes, Jimin se abrazó a Jungkook esperando que todo estuviera bien.
Por otro lado la marca de la mano de Suga dolía, pensó que ya había cerrado el trato, pero no fue así. La sangre de su marca le indicaba que el pacto estaba temblando en ese momento vio a Taehyun, este hablaba sin ser molestado por su forma de hablar lo que hacía que se viera mucho mejor y el quisiera sacrificarse por verlo sonreír. La luna se lleno de un color rojizo, con miedo miro la luna y pudo observar la sonrisa de conejo de el demonio formarse como una sombra en aquel satélite.
Los gritos de la gente de el pueblo fueron escuchados por sus oídos, salió a ver qué demonios pasaba y al mirar bien el cielo, se dio cuenta de que llovía sangre, su cara se lleno de sangre, pero extrañamente el no sentía nada de miedo o asco. Se dio cuenta de que aparte de la sonrisa, se había formado una mueca, probablemente de Jimin, pensó.
No sabía exactamente qué estaba pasando, pero sabía que era muy peligroso, podía sentir la sensación de ahogo en su pecho. Jungkook abrazo a Jimin aun cuando este le tenia miedo, la sangre era asquerosa, el olor a putrefacción llenaba sus fosas nasales.
JB se volteo a punto de vomitar, no podía ver que un niño de apenas 9 años asesinaba todo el pueblo por el dolor de la perdida de su padre. Era como revivir el pasado, el primero de muchos. Jimin tenia la mirada perdida y en sus ojos se podía ver un brillo amarillento. El Jimin de aquella época le daba miedo.
Jimin se abrazo a un mas fuerte a Jungkook, no podía creer lo que estaba viendo, era el asesinando a niños, adultos y viejos. Un escalofrió recorrió su columna vertebral antes de que inconscientemente formara una sonrisa. El no lo quería así, pero estaba sonriendo, algo dentro de el le gustaba.
Jungkook sintió un escalofrío, era una muy mala idea traer a Jimin a verse a si mismo asesinar sin remordimientos. Jungkook sabia que un demonio albergaba el interior de Jimin. Era el arma secreta de los arcángeles para destruir el infierno y al perder a su arma surcaron en la rabia e ira, solo que se escondían en supuestas alas blancas y puras.
vamonos—rogó Jungkook al recordar lo que venia, sus manos temblaron, si veían lo que estaba por venir todo se perdería, al menos para el y Jimin.
no podemos, lo siento- le contesto el próximo a ser arcángel- hasta que se acabe el recuerdo podremos regresar- Jungkook soltó un bufido apunto de tirarse al suelo.
El mávro xífos de Jungkook se mancho y guardo toda la sangre de los inocentes que Jimin había asesinad.
Aquella noche, Jimin cegado por el odio agarro sin permiso el mávro xífos, salio de su casa sin que este se diera cuenta. Con total agilidad se metió en los hogares de los pueblerinos.
Con certeza corto la yugular de un niño menor que el, la sangre salpico su rostro limpio, al niño ni siquiera tuvo el tiempo de gritar cuando su cuerpo cayo sin vida al suelo. Los padres de este no tardaron en darse cuenta de que algo raro pasaba, pero no tuvieron tiempo de gritar cuando Jimin ya se encontraba perforando sus corazones.
por favor no nos hagas nada— rogó el señor que negó los servicios a su papá, sin una pizca de bondad en sus ojos, arranco la vida de la familia de aquel señor.
Sus impulso impíos llenaron por completo su ser. Todo era totalmente de rojo. Su rostro se había pintado de el color mas hermoso del mundo en ese momento, una risa detono por completo su cordura.
Extirpo por completo toda su bondad. En ese momento no necesitaba nada de eso, con toda su fuerza mato a todo ser que se le cruzara en frente. Para el no era nada destruir hogares, no sentía ni una pizca de remordimiento, solo estaba castigando a quienes le habían hecho daño...y eso estaba bien.
El llanto no se hizo esperar, de su rostro caían gotas de agua limpiando el rojo, pero siempre ganaba la sangre, era demasiada como para simplemente limpiarla con sus lagrimas. Mataría a todo aquel quien lastimó a su familia.
Jungkook se dio cuenta tiempo después de lo que estaba pasando, se levanto como le fue posible y con rapidez llego a donde Jimin se encontraba, lo vio. Su rostro pálido haciendo contraste con el carmesí, sus manos sosteniendo su arma. No logro reconocer al pequeño que el había conocido. Justo cuando el había llegado vio como su mávro xífos se enterraba en el estomago de una mujer, este se abría paso hasta formar una nube. Los intestinos de la mujer se regaron por todo el suelo, la sangre lleno la habitación y el cuerpo de Jimin.
Jungkook, ellos son malos no los mires- escucho a Jimin, se sorprendió al escucharlo, su voz era profunda, era totalmente diferente al sonido melifluo que el escuchaba cada que Jimin hablaba. Jungkook se acerco intentando quitarle su mávro xífos, pero Jimin le mostró una mirada muerta.
Jimin detén esto, nada conseguirás— Jungkook lo abrazo manchándose de sangre al igual que este, temblaba bajo sus brazos como un perro asustado, el agarre se hizo mas fuerte hasta que Jimin lo rompió
no puedo... ¡ELLOS MATARON A MI PAPÁ! merecen peor que la muerte— sonrió al terminar de decir eso, se acerco a otra casa ignorando que Jungkook lo miraba asustado. Mato a otra familia por completo, asesino sin piedad a los bebés que lloraban por sus padres.
¡JIMIN! tu estas haciendo lo mismo— una discusión se desato entre ellos dos, Jimin sabia que tenia razón, pero quien pagaría los platos rotos.
El ángel y el demonio se estaban peleando por primera vez desde que se conocieron dándose cuenta de que no siempre un ángel es el piadoso. El demonio con trabajo logro detener a Jimin cuando este intentaba asesinar a lo que seria su abuela.
¡SUÉLTAME!— la voz de Jimin se distorsiono, el no era aquel pequeño niño inocente, el era un ángel lastimado.
Jungkook se alejo asustado, juraría que había visto las alas de Jimin, sus alas completamente moradas. No eran blancas, pero tampoco eran negras, sus alas que solo se vieron durante su grito.
¿Ji...min?— su abuela fue apuñalada, la sangre salpico a los dos presentes, Jimin empezó a reírse como un maniático total, ese no era el. Jungkook no quería aceptar que el niño delante suyo era su perdición.
Un ángel y un demonio jamas podrían estar juntos, era meterse en medio de una guerra interminable de poder. Quien osara destruir la regla quedaría en una maldición de por vida, jamas lograría entrar ni al cielo ni al infierno.
Y ellos habían roto eso.
Jimin era un ángel lastimado que no dudaría en castigar a los malos, y Jungkook siendo un demonio piadoso que no dudaría en ayudar a los buenos....¿pero quien el mundo era bueno?
Holiwis...- saludo animadamente a la cámara mientras una canción se reproducía al fondo
no crees que es mucho- Dani miro con asco la historia
tu que no aguantas nada- Anch sonrió- bueno espero que les haya gustado y continúen leyendo pronto se acabara.... bueno eso es todo ADIÓS- la cámara se apago
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En La Oscura Puerta
FanfictionPara el era normal para los demás era extraño. Los toques en su puerta nunca cesaron u sigue sin entender porque ⚠️ Advertencia ⚠️ Violencia Relaciones homosexuales Historia 100% Original. No se aceptan copias ni adaptaciones📌 Creada: 30 de Junio...