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La tarde y la noche pasaron demasiado rápido para Lalisa, no le gustaba el echo de que debía enfrentarse a su jefe. Esa tarde cuando se fueron a la habitación del hotel él, muy cariñosamente, la llevo a la cama, le cambió la ropa, le dio a tomar un poco de agua y con un "Mas tarde hablamos" la dejó descansando en la habitación. Varias veces había entrado para ver como estaba pero ella se hacia la dormida y él volvía a salir, ahora ya no había escapatoria, iban a cenar todos juntos y no podía decir que estaba indispuesta, tenía que asistir y luego enfrentar a su jefe, igual, tarde o temprano su pasado la alcanzaría, era mejor enfrentarlo ahora y desaparecer para siempre del mundo de la servidumbre, su vida podría ser algo mejor que eso y lo iba a lograr.

-Ya estas lista, Lalisa? - pregunta Yoongi acomodándose la corbata, ella lo mira a traves del espejo donde está dandose un ultimo vistazo, tenía puesto un vestido beige de escote cuadrado y mangas largas que dejaban ver una generosa porción de piel de su pecho, le llegaba hasta las rodillas e iba acompañado de unos tacones color salmon que iba acorde con el delicado broche bajo los senos, su cabello estaba semi recogido y su maquillaje leve. Ella asiente hacia él y este se acerca para tomar su brazo y salir de la habitacion.

Lalisa está nerviosa, siente que va al matadero, su jefe está increiblemente callado y un poco mas serio, no le ha dicho ningún apelativo cariñoso y no ha tratado de tocarla de manera intima, y Dios sabe que su jefe no se cohibe en cuestion de tocarla estando solos o acompañados. Al llegar a la planta baja caminan directo a uno de los tres restaurantes que tiene el hotel, ella no se da cuenta que él la guia al Nozu en vez de llevarla a Sukrya, el restaurante con tematica Indú.

-Reservacion de Min Yoongi - murmura Yoongi al maitre en la entrada, este, sin revisar la lista asiente y toma dos menús para guiarlos adentro, no todos los días tienen personas tan importantes como un Min en su hotel y asi no tuviera reserva le harian espacio pero este maitre ya estaba preparado, sabía de su reservacion y todas las exigencias que conllevaban dicha reserva. Los llevó hasta un salon privado donde estaba una sola mesa para dos con musica suave y privacidad absoluta.

-En un momento vendrá su camarero, disculpen - musita el maitre luego de que ambos se han sentado y desaparece para buscar al camarero mas eficiente para ellos. Lalisa nota el cambio, no estan con los inversionistas y es una cena privada, ese es un adios inminente que requiere explicacion antes de partir.

-Que quieres ordenar, Lalisa? - la voz de  Yoongi es neutra y Lisa se siente temerosa, que su jefe la trate sin animos es peor a que la trate con rabia, ella mira la carta y se limita a pedir un asado negro con patatas salteadas con salsa de vino tinto, Yoongi asiente tomando la orden en mente. La puerta se abre dejando entrar a una camarera rubia y muy elegante que al acercarse no puede evitar impresionarse de la belleza del señor Min.

-Buenas noches, soy Sasha y seré su camarera esta noche, señor Min - su sonrisa es sutil pero coqueta, Yoongi la mira una fraccion de segundo, frunce los labios y vuelve la vista a Lalisa.

-Mi prometida quiere un asado negro a la italiana, Para mi pollo sinatra y ensalada de gambas frescas, también vino cabernet. - la chica anota todo rapidamente

-Algo mas, señor Min? - pregunta inclinandose hacia él, Yoongi cierra la carta, toma la de Lalisa y sin dejar de mirar a su falsa prometida le tiende las cartas a la camarera.

-No, retirate - gruñe y ella enseguida sale de la sala privada. Lisa se dedica a mirarlo durante unos minutos donde él no le devuelve la mirada, se dedica a jugar con el vaso de agua y la servilleta de tela.

The HousekeeperDonde viven las historias. Descúbrelo ahora