¡Escucha mi música! (Prussia x Lectora) 2/2

306 19 0
                                    


Esa noche nos dormimos temprano para tener energía suficiente el día de mañana, que sería nuestra cita doble. Al día siguiente, nos levantamos justo a las 8:00 de la mañana, teníamos todavía demasiado tiempo de sobra, así que desayunamos con calma.

- nos bañamos y nos arreglamos en mi casa...¿te parece?.- cuestioné alegre y curiosa.
- ay...no lo sé....no quisiera molestar a tu madre...o a tu padrastro...- hizo un puchero.
- no seas dramática.- me burlé.- ellos te adoran...incluso te quieren más que a mí.- sonreí divertida haciéndola reír.

Mariana se quedó pensando mientras miraba un punto fijo, y después me volteó a ver. Su expresión era curiosa y preocupada, así que la miré fijamente tratando de deducir que era lo que iba a preguntar.

- tu padre ya no los molesta...¿verdad?.- cuestionó con preocupación y confusión.

Suspiré y luego contesté.

- en realidad...algunas veces intenta entrar a nuestra casa...y podemos notar que está ebrio...- fruncí mi ceño al recordarlo.- una vez mi padrastro peleó contra él para proteger a mi madre...- mencioné.
- tch...maldito hombre...el debería pudrirse en la carcel...- espetó la contraria entre dientes.- bueno...escogeré mi ropa y después nos vamos, ¿ok?
- sip...te espero.-

Después de algunos minutos Mariana bajó con una bolsa en donde llevaba la ropa limpia que se pondría, también llevaba maquillaje y un cepillo para peinarse.

- ¿nos vamos?.- pregunté divertida después de haberme lavado los dientes.
- si si, vámonos.- me sonrió.

Nos adentramos a su camioneta color escarlata y nos dirigimos a mi casa. No nos habíamos cambiado, así que estábamos en pijama. Pero tan pronto como llegamos a la casa nos fuimos a bañar en baños diferentes y después nos comenzamos a arreglar.

- ¿T/N? ¿Cariño?.- escuché la dulce y suave voz de mi madre.- ¿estás aquí?
- ah, ¡sí mamá! ¡Estamos aquí!.- grité desde el baño de mi cuarto mientras seguía cepillando mi cabello junto con Mariana.
- después bajen para saludarlas~!.- está vez mi padre intervino de forma alegre.

Tan pronto como terminamos de arreglarnos, bajamos a saludar a mis padres, contándoles que unos chicos nos habían invitado a salir. Platicamos con ellos para perder algo de tiempo.

- papá...no estés celoso...- hice un puchero.- sigo amándote mucho a ti...aunque seas mi padrastro eres el mejor papá de todo el mundo.- mencioné.
- es que mis pequeñas están creciendo...- fingió quitarse una lagrima.- a parte de que me siento viejo...ustedes se casarán y tendrán hijos y me olvidarán...
- ah, señor no diga eso...en verdad lo apreciamos...- mencionó Mariana algo avergonzada pero divertida.
- te dije que me tratarás como tú segundo padre...- se quejó.
- p-pero...sería irrespetuoso...-
- no querida...en verdad eres como una hija para nosotros.- habló está vez mi madre.
- eres como mi hermana...así que acostúmbrate...- le dije divertida.- ¡a parte ya llevas muchos años de conocerme!
- ¡es verdad! Ustedes se conocieron el jardín de niños...- mencionó enternecida mi madre.- y hasta ahora siguen siendo mejores amigas.-

Mariana y yo intercambiamos miradas para luego reír. En el jardín de niños nos habíamos conocido, sin embargo, no nos llevábamos tan bien en realidad, puesto que yo le aventaba cosas a Mariana y ella me mordía. De tan solo recordarlo nos reíamos.

Después de platicar por un buen rato, mi celular comenzó a vibrar. Gilbert me estaba llamando, así que decidí irme hasta la cocina para contestar.

- ya estamos a fuera.- comentó energético.- no tarden.
- no lo haremos.- dije alegre para después colgar.

Palmeé el hombro de mi amiga, quien seguía platicando con mis padres, y luego nos despedimos. Salimos de la casa y nos adentramos al lujoso auto color escarlata de Antonio.

Hetalia One-shots Donde viven las historias. Descúbrelo ahora