Hetalia One-shots

🎃Especial Halloween (3/3)🎃

- ve~
- Italia, te ves feliz.- sonreíste divertida.
- ¡por supuesto! Estoy feliz de que por fin es mi turno!.- exclamó entusiasmado.
- pero...deberíamos meternos ¿no lo crees?
- ¡oh! Es verdad...

Ambos se adentraron al armario y luego de que America cerrara las puertas se sentaron como pudieron. Solo podías escuchar los "ve~" típicos de Italia. Si que estaba feliz, así que te imaginaste que también le gustabas a él. Decidiste adelantarte y preguntarle si en verdad estaba enamorado de ti o le gustabas.

- Oye Italia.- lo llamaste con una suave y curiosa voz.
- ¿si T/N?
- ¿Te gusto o estás enamorado de mí?

Italia comenzó a toser sin parar, se había ahogado con su propia saliva. Te acercaste a él con cuidado y algo de dificultad por la obscuridad para tratar de calmar su tos de alguna forma. Le diste palmaditas en la espalda hasta que se tranquilizó.

- Yo...estoy enamorado de ti...sé que es un sentimiento muy grande pero lo creo así porque eres lo único en lo que pienso, y me distraído aún más de lo normal. Mi corazón empieza a acelerarse de solo pensar en ti, incluso duele. No es algo que pueda evitar. También me molesta cuando ríes con alguien más, me pone muy celoso. Y como eres tan bella es inevitable que no le gustes a otros.- habló muy rápido, pero pudiste entender.

Sonreíste y reíste enternecida. Te acercaste a él para acariciar su cabeza con dulzura. Italia podía ser muy extrovertido la mayoría del tiempo pero, a veces (pocas veces) también podía llegar a ser muy tímido.

- Italia, creo que eres realmente-
- ¡SU TIEMPO SE HA ACABADO!

Tus tímpanos comenzaron a doler después de haber escuchado el grito de America. Los interrumpieron de nuevo, o tal vez no se podría decir interrumpir ya que de eso se trata el juego. Solo 7 minutos en el cielo o en el paraíso. America solo,estaba cumpliendo las normas del juego. Como sea, ambos salieron del armario.

Suspiraste y viste como Italia se perdía entre la multitud. Mientras tanto decidiste ir al baño para hacer tus necesidades, arreglarte y todo eso.

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- ¡Suerte! ¡Recuerden! ¡7 minutos!
- ¡oye no empujes!

America los empujó dentro del armario y los encerró. El chino chasqueó la lengua con molestia y de mala gana se sentó.

- maldición, ese idiota no sabe respetar a sus mayores.- suspiró.- T/N, ¿por lo menos estás bien? Si ese malditos estadounidense te lastimó juro que le arrancaré los-
- ¡estoy bien!.- lo interrumpiste.
- me alegra mucho, en verdad me hubiera enojado si-
- tranquilo, tranquilo.- tocaste sus hombros intentando calmarlo.- creo que es más importante que tú te tranquilices primero.- reíste nerviosamente.

China ya no dijo nada más, no se quejó, no maldijo, no hizo ni dijo nada, bueno, eso creías tú porque en realidad estaba con un gran ataque de pánico pues estabas acariciando sus hombros y pecho intentando calmarlo. Mordió y apretó sus labios tratando de no hacer ningún ruido extraño. También cerró los ojos con fuerza.

Ninguno de los dos sabía como habían quedado en aquella posición. Estabas sentada encima de él, y él rodeaba tu cintura y caderas con ambos brazos. Si, los dos estaban algo incómodos pero...no te molestaba del todo...ni a él...

- a-ah...T/N...
- ¿s-si?
- creo que...estoy enamorado de ti...
- oh...
- si...

Bueno, no les molestaba pero si era MUY incómodo. Ni siquiera supiste contestar pero cuando trataste de hacerlo la puerta se abrió. Así que China se enojó y bufó del coraje, pero no dijo nada, solo se fue.