Tú Mentira en Otoño; Ayato Sakamaki

•Tu mentira en otoño-7•

—Ahh... Ahh... Ayato... Ahh.. d-duele por favor... ahh..

—¿Te duele? Vamos, sigue pidiendo más por mi, quiero escucharte.

Tome su cintura y comencé a acariciarla mientras seguía bebiendo de su sangre, su exquisita y suave sangre me encantaba.

—Ayato..

—¡Ya llegue!

Mis ojos se abrieron de par en par al escuchar la voz que tanto me encanta.
Su mirada dio a nosotros.

—¿Llegue tarde?

—Hikaru senpai, y-yo no quiero q-que pienses mal sobre esto. —dijo Yui sonrojada.

Ella solo sonrió y soltó una pequeña risilla, ¿porque sonríes? ¿Que te causa tanta gracia?

Yui se acercó y bajo la cabeza.

—Tranquila, yo realmente quería saber si llegue tarde, pero llegue muy temprano —suspiro rascando su cabeza. —No hay de otra. Buenas tardes, Ayato —sonrió.

Con esa misma sonrisa salió sin decirnos nada más, suspiré molesto.

—¿Ayato?

—Cállate Yui.

Salí molesto de ese lugar, ¿porque me molesta demasiado que ella siempre sea la que me vea? ¿Me gusta? Claro que no ¿entonces porque la quiero cercas de mi siempre?

Con más y más desesperación la busque, la tendría que buscar, camine rápidamente y finalmente termine corriendo buscándola, ¿que tan difícil sería encontrar a alguien pequeña con 50 kilos?

—Maldicion, ¿donde demonios está? No puedo oler su sangre.

Puse mis manos en mis bolsillos caminando por las afueras de la escuela. Presione con fuerza mis puños al observar a Hikaru sonriéndole a, Ruki.

—¿Que debo hacer? Eres tan problemática —susurre.

•••

Caminábamos Hikaru y yo juntos en dirección a su casa, ella iba en silencio mientras sonreía y yo solo la observaba de reojo.

—¿Que tal te fue en tu día Ayato? Hoy fue un buen día para todos —sonrió.

Permanecí en silencio, pocas veces le he dirigido la palabra.

—Entiendo que no quieras hablarme, no es normal que la misma persona te encuentre siempre con Komori haciendo cosas que no están permitidas en la escuela, a excepción de que eres un vampiro —río.

—No me importa si alguien más me pueda ver.

—Lo entiendo, lo siento.

Guardo silencio y siguió caminando, desearía poder hablar más con ella, poder saber más, quisiera saber quien realmente es ella.

Al llegar a su casa todo estaba en silencio como la primera vez que vine aquí.
Entramos a su habitación que estaba completamente blanca con muchos muebles blancos.

—Toma asiento, comencemos a terminar la tarea.

Saco sus cosas y yo solo hacía que le ponía atención a eso, ya que realmente no me gusta la tarea.

Después de un cierto tiempo en silencio ella decidió hablar.

—Ayato.

Observe de reojo y ella se acercó a Ku quedando a centímetros.

—Tú.. ¿Tu novia es Komori?

—¿que dices? ¿Que te hace creer que alguien sin tetas pude atraerme?

—¿Entonces porque siempre es a ella a quien muerdes?

Su ojo color verde se cruzó con los míos, tenia tanta curiosidad, quería saber que había debajo de ese parche.

—¿Acaso importa?

—Lo siento.

Ella intentó alejarse y la tome de el brazo atrayéndola a mi, junte más nuestros rostros.

—¿Tienes algo que ver con Ruki?

—No —sonrió.

—Deja de sonreír maldita sea. —susurre.

Ella sonrió y relamió sus labios.

—¿Acaso es mi culpa sonreír?

—No juegues conmigo —dije serio.

Me levante y la aventé a su cama subiendo encima de ella.

—Ayato que hac...

Sin pensarlo dos veces arranque el parche de su ojo, ella impresionada me observo.

—¿Que es esto?

—¿Acaso soy horrible? —sonrió.

El ojo parchado era de color rojo, este tenía forma de el ojo de un gato, podía sentir algo malo con esto.

—¿Porque tienes esto?

—Mi padre es el culpable de esto.

—¿Que?

—Te diré, si me das algo a cambio, Ayato. —sonrió.

—¿Ah? ¿Porque tendría que darte algo a cambio?

Ella me sonreía, sentí algo dentro de mi. ¿Será está mi oportunidad?

—¿Que es lo que quieres?

—Quiero que Ayato me bese y tome de mi sangre.

—¿Que? ¡No lo haré!

Realmente quería hacerlo, quería besarla y tomar de su sangre, quería hacerlo. Ella una vez más en sonrió.

—¿Estas consciente de que si hago eso, tendrás que darme solamente a mí tú sangre? Tendrás que ser mía.

—Quiero tomarlo.

Ella tomó mi rostro y susurro.

—Quiero tomar el riesgo A-y-a-t-o.

Mi cuerpo comenzó a calentarse y sin pensarlo más me acerqué a ella para besarla, para poder juntas nuestras lenguas y sentir calor de parte de ella.
Separándome desabotoné su camisa y mordi su pecho.

—Ah..

Sin importar sus quejas, seguí tomando, su cliente cuerpo, sus pechos en mi rostro, quería seguir así con ella mientras se quejaba.

Pasando un rato me separé y tome sangre, sus ojos seguían mostrando la misma triste de siempre.

—Mi padre es esquizofrénico, el mato a mucha gente, incluida mi madre. Él la extrañaba tanto que me utilizó a mí para quitar ese sentimiento —sonrió acariciando mi rostro. —Pero había también algo y es que, él también l odiaba y por parecerme a mi madre me hizo daño, quito uno de mis ojos y se los dio a los gatos —río. —Me sentí miserable por un tiempo pero mi padre también creía que yo era fea así que, me llevo con una bruja y esa bruja me hizo un ojo de cristal en forma de un gato, no es solo un simple ojo y que puedo saber muchas cosas con el.

¿Como era real eso? Fue sorprendente que alguien tan linda como ella escondiera algo así.

Acercó mi rostro aún más a ella y susurro.

—¿Crees que soy linda?

—Lo eres.

—¿aún sin el parche?

—aún lo seras.

Las palabras salían de mi boca, diciendo lo que nunca pude decirle.

—¿Podrías volver a besarme? —sonrió.

Yo asentí y me volví acercar a ella le podré volver a besarla, nuestra salud se la pasaba uno tras uno.