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JungKook caminaba algo pensativo. Ahora que se había graduado podía dejar de ser explotado en esa oficina. A su mente vino el recuerdo del bonito TaeTae preparando galletas para él, y no pudo evitar sonreír.

Abrió la puerta de su hogar encontrando bastante enojado a su pequeño gatito, el cual le daba la espalda y miraba a un punto donde se encontraba la sala.

Unos ruidos se escucharon por todo el lugar, que se veía desordenado. Caminó sin pensarlo dos veces, encontrándose con dos hombres. Uno de ellos portaba un arma, en cuanto el castaño fue descubierto, se le apuntó con la misma.

- ¡ Revisalo !

Ordenó el más alto, mientras el otro con brusquedad comenzó a revisar entre sus pantalones, sin dejar de apuntar con el arma.

JungKook estaba congelado, su corazón latía rápido, estaba asustado. Había dinero en el lugar en el cual los dos hombres rebuscaban. Dinero que le costó tanto conseguir, pasando por noches sin dormir, soportando maltratos de superiores y posiblemente saltándose comidas.

Había ahorrado mucho para tener su propio consultorio, ser independiente y alguien digno de admirar.

Abrió sus ojos derrepente, cuando escucho aquellos gruñidos que sólo podían pertenecerle a TaTa.

Su precioso gatito era agitado bruscamente por uno de los sujetos, para posteriormente ser lanzado.

El gatito cayó en pie y volvió a correr para atacar. Esta vez uno de los hombres lo sostuvo estirando su piel, tal vez rasgando parte a la altura de su cuello, el gatito emitía sonidos de dolor.

Tal vez JungKook olvidó que esos sujetos estaban armados, tal vez fue por eso que los enfrentó.

TaTa corrió a sus brazos cuando el castaño cayó adolorido, JungKook lo protegió con sus brazos, recibiendo un golpe más, cerrado sus ojos por el dolor, sin soltar al pequeño que lo veía con los ojos llenos de lágrimas.

My Cat // KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora