Con él me siento cómodo

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  Sven me dijo sin rodeos que pronto pasaría por mi, al cortar la llamada Kyoya se me quedo viendo y se alejo de mí
-¿Quién era?-dijo mientras se acomodaba nuevamente en el sofá
-Sven- respondí y me puse de pie- quedamos en salir
-¿Una cita?
-No no- sacudí mis manos en gesto de negación- solo salir
-¿Acaso quieres darle celos a Jack?
-Tampoco, solo quiero distraerme un poco-  ¿a quien engaño? Solo quiero darle una lección sin aún comprender totalmente la razón
-Me lo hubieras dicho y comenzábamos hoy la mudanza, te mantendría ocupado
-Lo siento, es que justo me encontré con él- le hice lo que intentaba ser un resumen de lo que sucedió pero en realidad le explique todo con cada pequeño detalle, incluso hice un paréntesis para explicarle porque Yannick me caía tan mal y de paso aprovechando el paréntesis hablar mal de él un buen rato
-Vaya suenas como toda una chica celosa y loca – Kyoya saco un cigarrillo del bolsillo de su pantalón
-No fumes aquí dentro- guardo el cigarrillo que acaba de sacar y suspiro
-Se te esta haciendo tarde, ve a cambiarte- asentí y camine a paso rápido hacia la habitación. No se a donde iremos así que debo optar por un conjunto versátil…. Acabo de notar que casi toda mi ropa es negra… bueno eso es versátil; me puse una remera negra de cuello en V que me quedaba algo ajustada y un jean ajustado color bordo, y mis viejas, queridas y confiables converse. Me dirigí al baño para peinarme un poco, fui hacia la sala y Kyoya se me quedo viendo
-Déjame ayudarte – se acerco a mí y me miro con detalle, tuve que elevar un poco mi cabeza para verlo a los ojos – ven -me tomo del brazo y me llevo al baño, allí mojo mi cabello y me lo peino hacia atrás dejando algunos mechones sueltos, como suele peinarse él; fijó este peinado con un poco de gel para el cabello y me sujeto la parte inferior de la oreja
-Siento que estoy copiándote
-No todas las personas que tienen estilo me copian, sino tendría que estar denunciándolos a todos, menos a ti
-¡Oye!
-Tranquilo, bromeo- se alejo de mí – deberías ponerte una caravana de coco, yo te la haré
-No gracias – lo alejé con un empujón suave pero el reacciono sosteniéndome con fuerza y estrechándome contra él
-Cuídate Liam- el tono amenazante de Kyoya me provocó escalofríos
-S-si señor- tragué saliva
-De acuerdo – me soltó y su expresión volvió a la normalidad. Mi teléfono comenzó a sonar, lo deje en la sala sobre el sofá así que salí del baño para correr y atender la llamada
-Ya estoy listo- dije luego de contestar
-¿Para qué? – al escuchar la voz de Jack me quedé congelado, miré la pantalla de mi teléfono, efectivamente había sido él quien me llamo
-Creí que eras otra persona
-Perfecto, me paso toda la maldita tarde intentando llamarte, excesivamente preocupado y tu andabas haciendo planes con alguien más
-Pues sí- mi voz sonó débil
-Voy a buscarte en diez minutos
-No vengas
-¿Por qué?- escuché la voz de Yannick de fondo, no pude entender lo que decía pero la identifique con claridad
-¡Tengo otros planes! – corté la llamada y me di la vuelta para mirar a Kyoya quién se encontraba a mis espaldas
-Liam eres un caso especial- me dijo mientras sacudía la cabeza de un lado a otro – te acompaño hasta el estacionamiento, ya debo irme- asentí con la cabeza y ambos salimos del apartamento; cerré con llave y  caminamos hacia el estacionamiento. Pude divisar el auto de Sven y agité mi mano en forma de saludo al verlo sentado dentro de él, Sven contesto con el mismo gesto y salió, se acerco a nosotros sin cerrar la puerta, llevaba su cabello mojado dándole el aspecto de alisado y una musculosa de red y tela negra un poco transparente dejando ver sus grandes brazos y sus marcadas clavículas, llevaba un collar sencillo con dos placas de metal al estilo militar y un pantalón negro deportivo un poco ajustado y corto dejando ver la mitad de su pantorrilla, por ultimo unos zapatos casuales y cómodos igualmente negros
-No deberías tener tanta confianza, es una zona peligrosa- dijo Kyoya mientras miraba la puerta del auto
-Hola bonito- Sven se acercó a él en un intento de besarle la mejilla pero Kyoya movió la cara y dio un paso hacia atrás
-Nos vemos Liam, si sucede algo llámame- asentí con la cabeza y nos despedimos con un beso en la mejilla
-Hola Liam- dijo Sven al creer que simplemente lo ignorábamos
-Hola- me puse de punta de pie para llegar a darle un beso en su mejilla pero bueno él tuvo que agacharse un poco de todas formas
-Kyoya se ve feliz de verme – se quedo viendo como Kyoya caminaba hacia su auto, abría la puerta, le lanzaba una mirada amenazadora y luego entraba al auto para marcharse
-¿Qué paso con ustedes?
-Estaba todo bien hasta que supo que te conocía – me abrió la puerta del lado del copiloto haciéndome una seña para que entrara; caminé hacia él y luego me deslicé dentro del auto para acomodarme en el asiento, Sven cerro la puerta con cuidado y rodeó el auto para sentarse en el asiento del piloto
-Lo siento, no era mi intención
-Descuida, tal vez no era mi tipo- ambos nos pusimos los cinturones y Sven puso el auto en marcha para llevarme a un club, al que nunca había ido antes, que se encontraba pasando la ciudad; era un edificio de tres plantas, se veía bastante grande y estaba completamente adornado por luces y carteles de neón, había una fila de hombres y mujeres bastante extensa en la entrada
-Espero que sea de tu agrado
-Da igual solo necesito distraerme- comencé a caminar hacia la fila pero Sven me tomo del brazo
-¿Qué haces? Tonto- me llevo directamente hacia la puerta con una sonrisa; me sonroje totalmente al notar las miradas penetrantes de los que hacían fila
-Hola Sven- dijo uno de los dos  guardias que se encontraban frente a la puerta
-¿Alguien a dado problemas? – le respondió
-La noche aún es joven, los problemas comienzan en unas horas- contesto el otro guardia y ambos se apartaron de la puerta para permitirle el paso
-Él esta conmigo – dijo mientras me tomaba de la mano
-Claro, no hay problema- nos puso una pulsera rosa fosforescente en la muñeca a ambos. Entramos al club, la planta baja se encontraba menos poblada así que mire a mi alrededor
-Aquí están los baños y el área de fumadores, arriba esta la discoteca y el bar, por último en el tercer piso hay una zona de descanso en donde se puede pedir comida- me dijo casi gritando al ver lo desorientado que lucia- pase lo que pase no te alejes, este lugar es grande- me llevo aún de la mano hasta las escaleras, la música se volvía casi ensordecedora y las diversas luces cegadoras hasta que acostumbras la vista; Sven se hacia paso entra la gente saludando a algunas personas cada cinco pasos, yo me limitaba a caminar tras él y sobrevivir. Al llegar a la zona del bar se saludo con el cantinero y charlaron un poco desde cerca para poder oírse; repentinamente Sven me rodeo los hombros con su brazo y me estrecho hacia él
-¿Quieres tomar algo? – susurro en mi  oído y asentí con la cabeza, fue mala idea.
   La noción del tiempo desaparecía al igual que mi ligera timidez, el calor era casi sofocante pero eso no detenía a nadie; a altas horas de la madrugada me encontraba “bailando” lo que sea, Sven me vigilaba de cerca, él también había bebido pero por lo que parece no le afecta tanto como a mí, se encontraba casi como siempre, solo un poco más relajado, más de lo que suele estar. Seguramente solo hacía el ridículo pero la verdad me la estaba pasando de maravilla, Sven es muy divertido y sexy
-¿Estas bien?- grito Sven cerca de mi oído para que pudiera oírlo
-Creo- rodee su cuello con mis brazos ya que se había inclinado para llegar a mi oído
-No parece- sentí sus manos rodear mi cintura
-Tal vez… debería volver- dije en su oído arrastrando las palabras
-¿Te quedas conmigo?
-Claro- le dije con una sonrisa y los ojos entrecerrados por el alcohol; me tomo de la mano y comenzó nuevamente a abrirse camino entre la gente mientras yo lo seguía. Salir del club fue increíblemente reconfortante al cuando sentí una suave brisa fresca en mi rostro enrojecido y un poco sudado
-Aquí afuera es muy agradable- vi como sacaba una caja de cigarrillos del bolsillo de su pantalón
-Oye no fumes, es malo- dije casi a los gritos ya que aún estaba aturdido por la música
-No es necesario gritar, ya salimos- dijo entre risas y se llevó un cigarrillo a la boca – tienen menta
-¿Qué? – Sven encendió el que tenia entre sus labios y saco otro de la caja para dármelo
-Mira- tome el cigarrillo y lo mire un rato, apreté un poco la colilla y se sentía una pequeña esfera
-Dame fuego- Sven me miro unos segundos- solo dame- me puse el cigarrillo entre los labios y  Sven se acercó a mi para encenderlo con el suyo sin quitárselo de los labios, en ese instante nuestras miradas se cruzaron y sus profundos ojos negros me provocaron escalofríos. Inhale un poco, no dio para mucho más ya que me ahogue al segundo y comencé a toser como un perro viejo de la callen, Sven no hizo mas que explotar de risa, a estas alturas era imposible sentirme avergonzado
-Aléjame esto- dije mientras le devolvía el cigarrillo
-Liam eres muy chistoso- se me quedo viendo
-Solo estoy cansado – dije cruzándome de brazos
-De acuerdo- tiro ambos cigarrillos y comenzó a caminar hacia el auto, debo admitir que yo caminaba un poco bastante más lento detrás de él. El trayecto hasta la casa de Sven que se encontraba aún más lejos de la ciudad fue algo borroso, Sven me metió en ella cargándome como princesa y me bajo en la puerta, estaba algo adormecido
-Te traeré algo de comer – me dijo mientras se dirigía a la cocina. Era una casa de madera, sencilla y acogedora sin dejar de ser moderna
-Gracias- caminé hacia el sofá para cuatro personas y me senté allí, me quedé viendo el vacío durante unos minutos
-Te hice unas tostadas con mermelada y un poco de té- dijo Sven mientras me traía todo en una bandeja
-Gracias- me puso la bandeja sobre la falda y se sentó a mi lado. Me comí las cuatro tostadas y me bebí el té que me había traído, al terminar miré a Sven ya que él me estaba mirando fijamente hace ya unos minutos
-¿Te incomode? – acerco su mano a mi rostro y paso su dedo pulgar por el borde de mi labio inferior, me encontraba totalmente atontado por lo bien que aún se veía a pesar de la movida noche
-No- dije casi susurrando sin dejar de mirarlo; él se llevo el pulgar, que anteriormente había pasado por mi labio, a su boca, había un poco de mermelada en el, Sven saco su lengua ligeramente y lamió la mermelada, dejé la bandeja sobre la pequeña mesita de la sala de estar y me senté con el cuerpo totalmente girado hacia él
-¿Quieres algo más?
-No- nos quedamos viendo incómodamente unos segundos y me mordí el labio inferior impulsivamente
-Eres cruel- se acerco a mí haciendo que la punta de nuestras narices se tocaran- estas ebrio y probablemente yo también
-Mejor, así todo es más fácil- susurré y cerré mis ojos, sentí su lengua húmeda y caliente sobre mis labios que luego se abría paso entre ellos rozando mi lengua, separé levemente mis labios y él se acercó más juntando sus labios con los míos. La sensación de besarlo era extraña, hacía que mi cuerpo ardiera internamente, mi corazón se aceleraba, sentí su mano acariciar mi pierna no me encontraba con la capacidad de razonar si esto era realmente correcto, simplemente me deje llevar.

Imperfect LoversDonde viven las historias. Descúbrelo ahora