La estridente alarma de Jordan logró que me despertara de un salto y en el acto me golpeara extrañamente con la cabecera de mi cama.
-¡Scheiße! (mierda) -chillé de dolor-. Jordan, ¿por qué demonios tu alarma es un estúpido gallo? -miré la hora en mi teléfono-. ¡¿Y por qué tienes una alarma a las 5:20 de la mañana?!
Mientras mi mano acariciaba la zona golpeada escuché las risitas del pelirrojo junto a un sonido de ropa siendo guardada.
-Me preparo para ir al gimnasio -me sonrió y tomó su bolso-. ¿Quieres ir? -Eso si que no -me recosté en la cama-. Todo menos ejercicios -De acuerdo -rodó los ojos-. Ya me voy, no te olvides de que hoy es el partido -Si si, lo que sea
Se despidió con la mano y salió de la habitación, suspiré sobando mi rostro aún adormecido y finalmente me levanté de mi cómoda nueva cama, extrañaría un poco a Alec, ya me había acostumbrado a él y su rutina, pero ahora debía continuar con mi misión y nadie me lo iba a impedir.
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-Todos te odian -Leo me susurró al oído mientras caminábamos hacia la cafetería-. -Eso lo sé -bufé-. ¿Podrías dejar de recordármelo? -Nop -soltó una carcajada-. Como sea, debemos de ser rápidos, faltan dieciséis días y aún quedan seis besos -Necesito que me ayudes -le miré-. Tienes que hacer que Caden salga con ella -¿Yo? -frunció el ceño-. Pero no somos amigos -No, pero si eres amigo de Alec -sonreí burlón-. Y como se llevan tan bien, supuse que tú... -Bien, bien -gruñó-. Haré que los tortolitos tengan una cita -Si es posible hoy mismo -miré mi teléfono al recibir un mensaje de Trent-. Es el partido -Ah si claro -murmuró-. William me dijo, ¿sabías que hay un equipo de animadoras? -No tenía ni idea -le resté importancia al asunto-. -Pues bueno, la líder del escuadrón es Alicia -me avisó-. Si ganan, espero que hagan esa escena cliché del beso en medio del campo de juego y entre todas las personas -Si -suspiré-.
Leo se dió cuenta de mi expresión y trató de cambiarme de tema contándome de la noche en que casi tiene sexo con un chico en los vestidores pero luego se dio cuenta que en realidad el chico era una chica disfrazada que quería espiar a los chicos, y muchas cosas extrañas y sin sentido más.
Mi teléfono sonó mientras veía a Leo alejarse hacia su dormitorio, contesté sin ver de quien era la llamada.
"-¿Aló? -Hola cupido -rio levemente-. ¿Si irás al partido? -Por supuesto -suspiré-. -No te siento muy feliz -Por que no lo estoy -me mordí el labio-. Caden estará ahí -Pues mucho mejor, cuando nuestro equipo gane, iré hacia ti y te besaré frente a todos -¡¿Qué?! -chillé sorprendido-. ¡Estás demente! -Claro que no -bufó-. Solo te ayudo en tu misión -Si si, claro -rodé los ojos-. Como sea, debo de colgar, hablamos luego -Adiós bebé -dijo y luego soltó una carcajada-. -Adiós idiota -colgué-."
