La música resonaba por todo el lugar, la pista de baile improvisada en el gran salón de la fraternidad abarcaba miles de jóvenes sudorosos que saltaban, bailaban y cantaban al son de la música mientras otros se dedicaban a beber distintos tipos de tragos.
-Bienvenidos a la fraternidad L. Kappa Alfa -les saludó una hermosa chica de cuerpo voluptuoso y larga cabellera rubia-. Disfruten la fiesta -le guiñó el ojo a Leo y se alejó meneando sus caderas-.
Leo siguió con la mirada el hermoso cuerpo de la chica hasta que desapareció en el mar de personas que se encontraban dentro de la fraternidad, Alec apretó sus labios pensando que fue una muy mala idea ir a aquel lugar y Ariel simplemente estaba con su mejor cara de horror.
-Bien, supongo que debemos ¡Divertirnos! -gritó el rubio y sin esperarlos se adentró en busca de su propia diversión-. -Ehh, ¿Alec? -miró a su compañero de cuarto-. ¿Qué se hace en una fiesta?
Alec alzó una ceja ante la extraña pregunta de su amigo pero antes de poder hablar alguien se les tiró encima.
-¡Chicos! -chilló Noah mientras se arreglaba su chaqueta-. Que bueno que los encontré, mi compañera de cuarto me obligó a venir -rodó los ojos-. -Gracias a Dios estás aquí -Alec la abrazó-. ¿Qué es eso? -señaló el vaso que la rubia tenía en su mano-. -Una mezcla extraña de alcohol -alzó los hombros-. ¿Quieres? Sabe bien -De acuerdo
Ariel miró como su amigo bebía de aquel vaso rojo y hacía una extraña mueca en la cara al tragarlo, rio levemente y giró su rostro para tratar de ver si encontraba a alguien más, bueno, solo quería asegurarse si Caden estaba en aquella fiesta.
-¿Ese es Trent Wood? -la chica peliazul habló-. De verdad que se está tragando a esa chica
El ex cupido siguió el dedo de su nueva amiga quien señalaba hacia una esquina de la casa donde se encontraba el famoso Trent Wood empotrando en la pared a una rubia mientras ambos se devoraban la boca, hizo una mueca de asco y tomó la bebida de su amiga para darle un largo trago.
-Tranquilo chico nuevo -rio la chica-. Vamos por más bebida
Tomó las manos de ambos chicos y los arrastró hasta la cocina donde se encontraban todas las bebidas, les sirvió a cada uno en un vaso algún trago que se le cruzara e iba poniendo de todo un poco haciendo una peligrosa mezcla.
-Listo -les entregó a cada uno un vaso-. Ahora, a la cuenta de tres todos tomaremos de uno la bebida -No, no, no -se alteró Alec-. Estas demente -¡Uno! -gritó para que sus amigos la oyeran-. -Noah, no -¡Dos! -gritó nuevamente-. -Te voy a matar... -¡Tres!
A pesar de las amenazas los tres chicos se llevaron la bebida a la boca y tomaron todo el líquido en un solo trago, Ariel frunció la nariz y notó como Alec empezaba a toser mientras Noah reía sin parar.
-Ahora, ¡A bailar!
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
