• 8 •

713 41 35
                                    

Caminaba por las calles de la ciudad, el sol apenas comenzaba a asomarse, algunas personas ya estaban despiertas y empezaban a abrir sus respectivos locales, nada fuera de lo normal, esto se hacia todos los días.

El shiba saco un cigarro y lo encendió, no le importaba si era demasiado temprano para ello, el solo quería pasarla sólo aun que sea por un breve tiempo, despejar su mente, procesar la situación en la que se encontraba, aun que ya a estado acostumbrado a esa sensación durante mucho tiempo, ¿Por que esta vez se sentía diferente? No comprendía, se sentía como aquella vez que su ex esposa e hija le hecha ron de la casa, o como cuando sus padres fueron asesinados a sangre fría.

Lo mas raro del asunto es que este sentimiento era provocado por la misma persona que aborrecía, el responsable de todo, a la persona que juro jamas volver a verle la cara, a la que dejo de llamar "amigo" desde hace ya muchos años, a pesar de todas las cosas buenas y lindas que habían pasado juntos. Nunca le importo lo que hiciesen con el por su gigantesco orgullo, se consideraba a si mismo un hombre desinteresado, que no mostraba expresión o sentimiento alguno de lo que los demás pensaran de el, ¿Por que aquí? Mejor dicho ¿Por que ahora? En ese instante lo único que pudo hacer fue expulsar el humo de su boca una vez más.

Esa noche juro a ver sentido algo, una leve sensación de calor en su pecho.

— maldito Jeremy hijo de perra —susurro para si—.

Esto era algo simplemente ridículo y abrumador, deseaba que la tierra se lo tragase para ya no saber de nada ni de nadie, tiro la colilla del cigarro al suelo y lo aplasto con la suela de su zapato. Después de estar como por una hora haciendo se pendejo en la calle, decidió regresar a casa.

Al llegar se topo con el castaño saliendo de la ducha con una toalla que le cubría del pecho hasta por arriba de las rodillas, algo a su parecer extraño ya que no tenía nada que ocultar en la parte de arriba; cuando sus miradas cruzaron, el mas bajo la aparto lo mas rápido que pudo y se cruzo de brazos.

— Oh, ¿que? ¿ahora estas enojado conmigo?

— ¿Por que no me dijiste antes que recibías abusos de parte de tu jefe?

— ya hablamos de esto, solo olvida lo ¿quieres?  

— para ti es fácil decir lo, aveces creó que no tienes sentimientos o aprecio por ti mismo, realmente pensé qu...——

La cabra no termino de hablar pues de un momento a otro ya se encontraba sobre el regazo de Alfred en el sofá favorito del ya mencionado, tardo unos pocos segundos en reaccionar, sus mejillas adquirieron una alta temperatura y miró al rubio con una expresión interrogante y abochornada.

— aprecio por mi mismo tal vez no, pero sentimientos tengo. Y siento no haberte dicho lo antes, pero temía que me vieras con repulsión, eres la única persona que me importa lo que piense de mi —lo toma del mentón para que le viera directamente a los ojos— me aterra la idea de hechar lo todo a perder cuando se trata de ti, solo de ti...

Kao estaba pasmado, muy conmovido por aquellas palabras tan lindas provenientes del can, por ese instante olvido que estaba sobre el semi desnudo y le dio un abrazo ocultado su rostro en el pecho del mayor, sabia que esto le hacia daño pero ¡al cárabo todo! Su orgullo no podía competir contra su amor por el shiba.

Mientras tanto, Alfred se sentía orgulloso de que sus "encantos" surgieran efecto en el chico, podría estar seguro de que se olvidaría del asunto por un buen tiempo y ya no le haría preguntas incomodas, aunque, no quita el hecho de que lo que le dijo fuera verdad. Correspondió el abrazo por un corto tiempo.

— jamas pensaría eso de ti Al —se aleja un poco para mirarle con una sonrisa— ahora vete a bañar, que apestas a cañería, vamos a salir.

— ¿Que?...

— queda poca comida y necesitó ir por provisiones, no quiero ir solo.

— ¿tan rápido?

— pues, como casi no estas en casa de vez en cuando me permito invitar a mi hermano a comer, tiene un poso sin fondo —ríe nervioso, para después dirigirse a su habitación—.

El perro fumador no hizo mas que suspirar, olfateo un poco su axila e hizo una mueca de asco, total fue a encaminarse al baño.

( ... )

— ¿Cochokrispis o Zorrkaritas?

— me da igual —dijo mientras jugaba un poco con el carrito de las compras.

— las dos entonces —las arroja a la canasta y se va dando pequeños saltos a buscar las otras cosas de la lista.

Alfred continua empujando el carrito sin ver hacia delante, no tenia ganas de estar ahí, pero aparentemente Kao se sentía a gusto de estar con el.

Por ir distraído choco contra otro carrito, como en esas películas clichés de amor, la personaje principal de la historia levanta la mirada y ahí experimenta el "amor a primera vista" con el hombre ideal, un apuesto caballero de brillante sonrisa; pero recordemos que esta no es una película, si no la vida real, y como ella es una gran hija de puta, la persona con la que Alfred choca no es un hombre atractivo, sino con un vejete que tiene mas de 40, con una expresión en la cara de asesino violador, ese vejete era Mystery, en ese entonces Alfredo conoce el verdadero terror.

— ¡Uy! que casualidad encontrarte por aquí~ —sonríe de manera coqueta mientras apoya su barbilla en sus garras—.

— no me digas —rodó los ojos— ¿no deberías estar en tu lujoso despacho?

— puedo faltar algunos días si se me da la gana, podrán sobrevivir un tiempo sin mi.

— Ugh...

— aaww ¿por que esa carita? Y pensar que ayer te hice gozar de lo mas lindo~

— estaba ebrio, pero apuesto que Rex le hubiera gustado.

— ¿estas celoso? —su mirada se torno cariñosa—.

— no, solo me da asco, asco de haberme acostado con alguien como tu, ni siquiera eres atractivo, aun que siento algo de pena por ti, como eres un viejo idiota tal vez nadie quiera hacerlo contigo y ese tal Rex te dejó... —hablo sin miedo alguno, sintiéndose por primera vez superior al contrario, cerrándole el hocico al mayor, quien solo mostró una sencilla sonrisa y otorgándole una mirada  de compasión—.

— al parecer tu boca solo sirve para soltar estupideces y chuparme la polla, por que eso es lo único que podrás aspirar en tu fracasada y patética vida; eres un solo un juguete, MI juguete, pero eso no significa que tengas algún valor para mi, eres igual de insignificante y arrastrada que una cucaracha de cocina economía, espero que allás disfrutado esta charla  conmigo, por que a la próxima me encargare de que tu garganta sirva únicamente para tu oficio de zorra —antes de irse, le estira una mejilla— nos vemos luego cariño~.

El gato de pelaje morado se alejo dejándole ahí, una vez mas con el pobre Alfred hecho trizas.

Continuara...

N/A: lamento la tardanza, espero que les allá gustado este capítulo, e leído a algunas personas que están ansiosas por ver a Alfred y Mystery amorosos, pronto sera, pero como dijo el mismo Sleepy-kinq, es una relación muy tóxica, por lo tanto el romance ira surgiendo lentamente.

Gracias por leer

• Remplazo • (Alfred x Mystery)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora