Domador de Dragones

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Izuku bajó su mirada al piso cuando escuchó el agua correr cerca suyo, y antes que se diera cuenta él ya estaba con Kacchan a orillas del rio, desprendiéndose de sus ropas.

- ¿te molesta si me desnudo? -le dijo el rubio con simpleza mientras sacaba su pesada capa de sus hombros, dejándola en el piso luego de subir sus manos a si cuello, sacando uno por uno sus collares.

- no, no puedes bañarte correctamente si no lo haces -le dijo Izuku de forma distraída, mientras veía como Katsuki sacaba por su cabeza los grandes collares de dientes o de piedra.

Bakugou sonrió al notar como Deku se le quedaba mirando, por lo que estiró su mano hasta que el pecoso reaccionó y tomó esa, acercándose así al ojirubí. Con cariño, le colocó los collares en orden y luego se alejó dos pasos, sonriendo al ver lo tierno que se veía el ahora hombre, observando com un poco de confusión los distintos tipos de cuentas que ahora descansaban sobre su pecoso pecho.

- sácate la ropa y ven al agua, Omega -le murmuró bajito, llevando una mano a la cinturilla de su pantalón y desabrochando esta con agilidad, dejando caer el pantalón a secas al piso, matando así la curiosidad que tenía el humano sobre si el jefe usaba ropa interior, aparentemente no la usaba. Balugou ladeó su cabeza al ver como el chico se sonrojaba de una manera exagerada y de una fosa nasal se asomaba un poco de sangre, el cual el chico atinó a recibir con el dorso de su mano, desviando así su vista hacia el otro lado- no seas tímido y ven, al fin y al cabo tú tienes lo mismo que yo -le dijo con simpleza, sacando de un movimiento incómodo de apoyar el talón contra la planta del pie contrario, sacando así el zapato a la fuerza y la pierna del pantalón. Repitió la acción con simpleza, hundiendo sus dedos en la mezcla entre arcilla y barro frío que se encontraba en el piso.

- ¿en serio debo quitarme el pantalón? -escuchó un murmuro repentino, Bakugou alzó su vista y luego una ceja, notando como Izuku giraba su cabeza lo suficiente para poder ver de reojo por sobre su hombro, mirándolo de pies a cabeza, observando con detenimiento cada centímetro de piel.

- tú mismo dijiste que es necesario para poder limpiarse bien, ¿no? Fuera ropa -le dijo un poco juguetón, caminando hasta él para poder sacar sus collares, arrojándolos sobre su capa. Acercó su boca hacia la oreja del muchacho, soplando un poco en ella- ¿debo quitarlo yo o lo harás tú? -susurró antes de estirar sus dientes y dejar uncariñoso mordisco en el lóbulo del peliverde, justo antes de que este se diera vuelta y lo apartara de un empujón.

- ¡yo puedo hacerlo! -dijo cerrando sus ojos para evitar ver al rubio mientras dirigía sus manos de forma torpe hacia su pantalón, desabrochando este con descuido e imitando la acción del licántropo para deshacerse de sus zapatos, quedando así totalemte desnudo.

Midoriya abrió sus ojos y en vez de sentir la vista desviada del contrario, los rubíes estaban clavados sobre el esmeralda, uniéndose de una forma íntima, tan íntima como esa ves que se miraron dentro de la carpa. Bakugou esbosó una suave sonrisa, volviendo a estirar su mano en dirección al humano.

- eres precioso, Deku -le murmuró, viendo como el chico se daba vuelta y caminaba hacia él a pasos tímidos, dejando que sus pies se hundieran en el suelo. Caminó hasta él y tomó su mano, dejándose guiar por Kacchan hasta que entraron en el agua, caminaron lo suficientemente dentro del río hasta que Katsuki tuvo el agua hasta la cadera, dejando así que Izuku quedara con el agua a la cintura- te enseñaré como sacarla, no es muy simple -dijo con una media sonrisa, bajando sus manos hasta el agua, juntando estas y sacando un poco de agua, para mojarse el rostro.

Luego de unos 20 pesados minutos, donde ambos se dedicaron a sacarse las pinturas que llevaban encima en silencio, Kacchan permanecía callado en lo que observaba como Omega se sacaba de toda su piel los tatuajes de henna, observando como debajo de la tinta quedaban las características marcas de tinta que durarían por un tiempo.

- Omega, ven -le susurró el ojirubí, Izuku alzó su vista y estiró sus brazos bacia el cuello del jefe, entrelazando sus manos por detrás de ese- ahora bésame -susurró, justo antes de sentir como el peliverde se le apegaba y se colocaba de puntitas, dejando un casto beso entre sus labios.

No tuvieron mucho tiempo para pensar cuando ese beso se tornó largo, luego duro y algo apasionado, se besaron de esa manera por varios minutos, lo suficiente para que Alfa bajara sus manos a los muslos del humano y lo subiera, dejando que este se enganchara con sus piernas a sus caderas y como casi nunca, quedaran a la misma altura. Entre jadeos se miraron a los ojos, alternando su vista entre sus labios y el resto de su rostro, lanzando leves sonrisas bobas.

Habían pasado un par de momentos antes de que ambos estucieran tendidos sobre la capa, besándose con dulzura desenfranada y paseando sus manos por los cuerpos ajenos, sintiendo las distintas texturas y robándose jadeos y suspiros. Ante las sensaciones que ellos mismos no quisieron frenar, no tuvieron la noción de lo que hacían sino hasta que Alfa estaba de rodillas mientras abrazaba a Omega por la cintura, pasando sus manos por su espalda de manera desenfrenada mientras que el pecoso tenía sus manos apoyada en sus hombros, gimiendo suavemente mientras su cuerpo subía y bajaba sobre la virilidad de Katsuki. Sus pechos se rozaban, las respiraciones llegaban al oído del otro, mientras que el mayor devoraba el cuello del chico, este gemía el nombre del contrario en su hombro mientras trataba inútilmente de controlar su respiración.

Aún después de haber acabado ambos, se quedaron abrazados mientras regulaban sus respiraciones y se apegaban, Izuku cerró sus ojos y se aferró al chico.

- Alfa -susurró Izuku en un tono bajo, dejando su frente contra su cuello, sonriendo amplio- gracias por hacerme feliz -le susurró, apretando un poco sus piernas, sintiendo como el ojirubí dejó un beso en su hombro, sonriéndole.

Soy un fracaso haciendo esto, gomen