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Muchas gracias por el apoyo chicxs. Para que veáis lo mucho que motiva, hoy os traigo un capítulo mucho más largo y menos darks xD

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—La pelirroja y yo nos vamos de misión, no rompáis nada— anunció Stark después de haber pasado más de un día encerrado en el taller, alejado de todo y todos. Sus ojos nunca se encontraron y Bucky supo que estaba evitándole a toda costa. 

Comprensible. Lo que no lograba entender era por qué él aún seguía en la torre. El hombre de hierro no le echó ni dijo nada a nadie; su conversación seguía reservada para ellos dos y, probablemente, Jarvis. 

Recordó las palabras de Fury el día que despertó en el hospital. "Su firme reticencia hizo que la bala solo le rozara el cráneo". Anthony había tenido motivos antes para matarlo, incluso el arma en mano, mas no lo hizo. Le habían arrebatado su amante, alguien tan querido como lo fueron sus padres, y se tragó la ira alejándose elegantemente. Tal vez Howard le había admirado a él, pero Bucky admiraba a su hijo. Él jamás tendría ese temple, no solo por el Soldado de Invierno, sino porque solía dejar que la rabia le consumiera. Por ese motivo Hydra pudo dominarle tan fácilmente. 

Se retiró en silencio a su habitación mientras los demás hablaban de la misión a la que habían sido mandados Stark y Romanoff. No estaba de humor para lidiar con las bromas de Barton, ni quería volver a sentir la frustración por no poder dejar el edificio mientras los demás arriesgaban el cuello. Claro que, con la tensión que había generado entre el hombre de hierro y él, era mejor no meterse juntos en situaciones de riesgo. 

Como siempre hacía cuando estaba a solas, se quitó el brazo de metal para mayor comodidad dejándolo a su lado en la cama. Aunque llevara años cargando con él, su peso seguía siendo un inconveniente. Desestabilizaba su equilibrio y el frío contra la piel resultaba molesto, incluso en verano acercándose.

Cerca de una hora después, cuando estaba quedándose prácticamente dormido, unos golpes en la puerta le hicieron desperezarse y abrir los ojos. Se sentó de inmediato al ver de quién se trataba.

—Aunque es agradable no ser el blanco de las bromas, se te ha echado de menos en el desayuno— Steve entró con una radiante sonrisa—. ¿Estás bien? No has hablado mucho desde ayer.

—Estoy bien...— suspiró, atándose el cabello en una pequeña coleta. Tendría que cortárselo de nuevo, llevarlo largo le recordaba a su época con Hydra.

—A mí no puedes mentirme, lo sabes. Vamos, suéltalo.

Su primera intención fue contarle la verdad, sin embargo estaba desconcertado ante el hecho de que el beso de la tarde anterior parecía no haber ocurrido. Temiendo que se tratara nuevamente de su mente enferma jugándole una mala pasada, abordó el tema sin tapujos. 

—Ayer te besé. 

—Lo hiciste...— susurró el rubio. Su sonrisa se aflojó, pasando de radiante a tierna—. Supongo que estás pasando por un mal momento. Has viajado a este tiempo y nos hemos reencontrado de nuevo, yo también estaría aturdido. 

Aturdido. Eso era lo que Steve pensaba, que fue un acto improvisado producto del estrés y la emoción. Y fácilmente relacionado con los esporádicos besos en la mejilla que le daba en el pasado para molestarlo en frente de la gente. Pero era mejor así. Pronto Steve sabría toda la verdad, sería menos doloroso sin sentimientos de por medio. 

—Vamos, alegra esa cara— le rodeó el cuello con un brazo apresándole contra su pecho como, en el pasado, Bucky solía hacer con él. 

El olor natural de su cuerpo impactó en su olfato y rápidamente se vio trasladado a casa. A tiempos mejores. Tiempos en los que su única preocupación era obtener el dinero para el alquiler o la comida. La sensación resultaba tan agradable que se vio imposibilitado para seguir hablando o siquiera confesar el asesinato de los Stark. Lo haría, iba a hacerlo, mas no en ese momento. 

Back to the Line [Trilogía Stucky - 2] - TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora