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El ambiente en la sala de reuniones de la Torre Stark estaba caldeado. En la casi media hora que llevaban discutiendo acaloradamente se habían diferenciado claramente dos bandos. Por un lado estaba Steve quien, apoyado por la mayoría, insistía en que James debía formar parte de la misión; no solo por sus conocimientos sobre HYDRA, las instalaciones y el propio Soldado de Invierno, sino porque merecía estar presente. Por todo lo que ha sufrido, alegó, descubriendo una parte vengativa que hasta entonces desconocía de él. 

La contraparte la formaban Fury y Stark bajo el argumento de que no se podía confiar aún en él. Básicamente por su inestabilidad mental, pero el hombre de hierro callaba lo más gordo.  

Y mientras, Bucky solo mantenía silencio. 

—Stark, me sorprendes. ¿Desde cuándo le das la razón a Fury?— preguntó Romanoff, apoyada en la pared de brazos cruzados.

—Desde que yo mismo tengo que ir a esa misión. Ya visteis lo que pasó con Rumlow. Puede perder la cabeza en cualquier momento y ponernos en peligro — el magnate se limitaba a repetir las mismas palabras del director, pero sus ojos irradiaban la ira dirigida a Bucky.  

—Lo de Rumlow es distinto— intervino Steve.

—¿En qué lo es?— Fury tomó la palabra—. Vio a uno de sus torturadores y se puso en modo berserker. ¿Qué cree que va a pasar cuando entre en una instalación plagada por ellos?  

—No va a volver a pasar, ¿verdad?— el rubio le miró, pero siguió hablando sin esperar respuesta—. Estará preparado, iremos juntos. No hay nada que temer. 

—Si él va, yo me quedo— Stark se sentó cruzando los brazos, vislumbrándose una actitud infantil en él que Bucky no quiso juzgar. 

—Stark, me parece que no entiendes la situación— la pelirroja se acercó a la mesa, apoyando las manos sobre la superficie con expresión seria—. Yo he visto en acción al Soldado de Invierno. He sufrido más de un encuentro con él...

—Y quieres meterte en batalla con dos de e...

—¡Necesitamos todo el apoyo posible!— Todos parecieron sorprendidos al notar un leve temblor en su voz. Bucky se sintió más miserable aún, pues recordaba el daño que le había hecho a la pelirroja en el pasado  —.Si solo fuera él, Steve y yo podríamos hacerlo, pero no sabemos qué más vamos a encontrarnos en Rusia. 

Se hizo el silencio durante un minuto. Era evidente que todos buscaban nuevos motivos para seguir con la discusión, aunque Fury parecía estar empezando a cambiar de idea. 

—Chicos— habló por primera vez Banner, con aire calmado  —. ¿Os dais cuenta que estáis decidiendo sobre algo que el implicado debería opinar? Nadie le ha preguntado si quiere o no ir... 

Bruce Banner podía entenderle. Había conocido al científico tras ser convertido en el nuevo Capitán América y era quien más le apoyaba, por no decir el único. Él también había matado a gente siendo 'el otro' y se culpaba día a día por ello, igual que Bucky. "La diferencia es que a mí nadie me obligó a convertirme en esto" le había dicho una vez. Ambos vivían constantemente con el miedo de perder el control y volver a hacer daño a vidas inocentes, por lo que le dedicó una fugaz sonrisa de gratitud. 

Aquellas palabras no solo afectaron a Bucky, también al resto. Llevaban un buen rato discutiendo como si él no estuviera en la sala y de repente todos los ojos estaban clavados en él. Incluso Stark. 

—¿Y bien?— inquirió Fury, falto de paciencia—. ¿Qué dice, sargento Barnes?

Suspiró.— Creo que todos tienen razón... Puedo ser tan de ayuda como resultar un peligro. Y realmente agradezco tus palabras, Banner, pero no soy yo quien tiene que decidir...— miró de reojo a Stark y Steve—. Si algo he aprendido siendo un Vengador, es que la victoria depende de la confianza que haya en el equipo. Y no puedo pediros confianza sin que sepáis toda la verdad — se puso en pie, pasándose la mano por el pantalón para secar la humedad que empezaba a acumularse debido a la tensión, y caminó hacia el ventanal. 

Back to the Line [Trilogía Stucky - 2] - TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora