Back to the Line [Trilogía Stucky - 2] - Terminada

3

El ambiente había cambiado, mas no el escenario. Aún seguía sentado en medio de la sala, ahora con todos los ojos puestos en él mientras, los suyos, permanecían fijos en sus propias manos. La tensión en los demás no había desaparecido, tal vez solo menguado, entretanto una hipótesis fluía en la conversación que estaban teniendo. No obstante, lo único que él deseaba era levantarse y abrazar a Steve. Perderse entre sus brazos.

—Banner, ¿puedes ponerlo en términos que todos entendamos, por favor?— la voz de Steve, quien no se había pronunciado desde que dijo su nombre, le trajo de vuelta a la realidad. 

—¿Es que nadie presta atención? Lo que mi amigo verde quiere decir es que la explosión distorsionó el efecto del Bifrost. Aquí Capi dos — Bucky se tensó más de lo que ya estaba cuando la mano de Stark se posó en su hombro— no ha viajado del punto A al punto B, sino que ha ido más allá. Puede que venga del futuro o de una realidad paralela. Es difícil saberlo sin hacer un ensayo...

—Nadie va a experimentar nada — le cortó firmemente Fury —. Venga de donde venga, hay muchas preguntas aún por hacer. Si viene del futuro, su presencia aquí podría cambi...

—No— atajó rápidamente el rubio—. Si Bucky viene de una batalla estará agotado. Merece que le demos un descanso.  

—Capitán, no sabemos si podemos fiarnos de él todavía.

—Que su versión del futuro, o de donde sea, haya hecho a este hombre el nuevo Capitán América debería ser garantía suficiente.

—Winghead tiene razón. Y yo acabo de caer de un agujero en el cielo. Quiero mi hamburguesa y la quiero ahora.

—Yo también tengo hambre... Hulk desgasta mucho.

—Pues hamburguesas para todos.

—Señor Stark... 

—He dicho: para todos— Iron Man le lanzó una rápida mirada a Bucky antes de salir por la puerta, pero este no supo reaccionar.

Estaba aún en shock ante la hipótesis que barajaban sobre su viaje en el espacio temporal. Sonaba imposible. Tanto, que no podía dejar de darle vueltas a la idea de que todo era fruto de su cabeza desquiciada, de nuevo jugándole una mala pasada. Aunque por mucho que buscara las posibles grietas con la verdadera realidad... no había nada. 

Porque había tenido tiempo de sobra antes para darle vueltas a los días siguientes tras la caída del Helicarrier. Lo que no había querido ver en su momento luego parecía muy claro: su ropa nunca estuvo rota porque no hubo heridas ajenas que curar; Rogers no podría haber sanado tan rápido esas heridas de bala, y el sexo... bueno, con tanto mordisco y agarre fuerte implicados, su piel no había mostrado marcas o moratones en ningún momento. 

—Debe estar siendo duro para ti — la voz de Steve le hizo pegar un ligero brinco—. ¿Estás bien? 

No pudo responder, había vuelto a caer en el océano de sus ojos, y sintió el estómago encogerse cuando Steve le sonrió igual que su alucinación un año atrás. 

—Lo estarás. Paso a paso. Juntos resolveremos esto como siempre hemos hecho. 

El tan esperado abrazo fue una ducha de agua caliente para su entumecido cuerpo. Recordaba el pasado, mas no la sensación, y en ese instante pudo notar la diferencia entre una alucinación y ese apretón. Sentir el calor emanando de su cuerpo hizo que se aferrara a él con fuerza de tan real que parecía. No. Que era.

Steve le guió por el complejo hasta la zona de duchas donde le recogió más tarde, ya sin el uniforme, para llevarlo a la cafetería donde el resto ya esperaban. Todos aseados y cambiados. Incluso Thor estaba ahí.