El fuego que ellas despertaron

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En las clases regulares de la escuela U.A. los estudiantes se concentraban casi por completo en sus estudios

No faltaba mucho para el término de su primer trimestre, y los parciales para ayudarlos a mejorar reflejaban eso, muchos de los alumnos estaban más preocupados en los exámenes escritos que en las actividades practicas, pero no por eso su desempeño en su entrenamiento había declinado, hoy la clase 1-A se encontraba en sus clases de fundamentos heroicos para reforzar sus habilidades, todos estaban dando lo mejor de sí mientras entrenaban individualmente.

Uno de los estudiantes en especial, aunque al principio del año se había llevado toda la atención, ahora sufría por mantener el mismo ritmo que sus compañeros, el frio paisaje que se había dibujado daba la impresión del poder que aquel estudiante poseía, pero el forzado respiro que era visible gracias a las bajas temperaturas mostraba que estaba llegando a su límite.

Su lado derecho de su cuerpo lleno de escarcha se descascaraba con cada movimiento que él hacía, y sus igualmente fríos y heterocromaticos ojos tambaleaban por el cansancio.

*aun no... necesito aun mas... mas para no tener que usar el poder de ese maldito* su brazo derecho trato de invocar aun mas hielo desde su interior, pero cuando termino su movimiento ni una pisca mas de frio salió de él.

-Todoroki- una voz que él conocía desde que entro a la academia lo llamo, sobre los pilares de hielo tras de él, su profesor lo miraba con sus ojos resplandecientes en rojo y vendas flotando junto a él.

-es todo por hoy para ti, cámbiate y vuelve al aula hasta que todos terminen- dijo Aizawa, mientras se deslizaba por el hielo para llegar hasta el chico de pelo bicolor.

-¿Por qué? El entrenamiento aun no termina- dijo con su usual tono desafiante sin importar si se refería a sus compañeros o su maestro.

-tú ya has terminado, no avanzaras nada si continuas como estas- dijo mientras se retiraba dejando en claro que la conversación estaba terminada, cosa que no le agrado nada al chico y le respondió de manera ofensiva.

-¿Cómo quiere que mejore si me niega a seguir entrenando?-

-... la razón de por cual te estás quedando atrás es tu propio egoísmo, centrándote a usar solo la mitad de tu poder no te harás más fuerte, antes de eso te autodestruirás a ti mismo, ahora quítate ese frio de tu cuerpo-

-... me niego-

-¿Ahh?-

-usted me subestima si cree que necesito ese asqueroso poder para ser mas fuerte... desde hoy me rehusó a usar mi lado izquierdo aunque sea para mi mismo-

-esa obstinación fue lo que hiso que perdieras el festival deportivo al principio, recuerdas? ... ¿cómo planeas quitarte ese frio si no lo haces?- Aizawa le pregunto mientras el joven se retiraba.

-me las arreglare de alguna forma- dijo dando punto final a su conversación.

-me las arreglare de alguna forma- dijo dando punto final a su conversación

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Historias con la asistente de enfermeriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora