El Orfanato

La Verdad 2

Los tres estábamos saliendo del ático con los ojos llorosos, nuestra ropa llena de tela de araña, todo el personal de El Orfanato se encontraba en el cuarto de Carlota asustados e impactados por lo que había pasado, Adrián estaba desconsolado. Le dije a Ekaterina que me dejara decirle todo a adrián y ver cómo podríamos solucionar esto. Todos estaban agitados, con una sábana taparon a carlota.

Yo llevé a Adrián a la cocina donde ahora mismo no había nadie, lo senté y le hice una taza de té para que se tranquilizara. Luego de un pequeño rato sentada junto a él le cogí la mano.

-Sé quién mató a tu madre.- le dije. Volteó su cara hacia mí mirándome fijamente.

-¿Qué dices, Kathania?

-Contéstame una pregunta- le dije-. ¿Confías en mí?- Se acercó a mí y me besó fuertemente en los labios.

-Sí, con mi vida- me contestó. Sintiendo dentro de mí un gran alivio, porque lo que venía no sería fácil pero no podía mentirle. Lo agarré de la mano y le di la carta de la abuela de Ekaterina mientras le explicaba. Sus manos estaban todas temblorosas, le conté que había sido Ekaterina. Ese adrián que conocía era otro al contarle y yo lo entendía. Se levantó molesto y corriendo en busca de Ekaterina.

Estaba corriendo detrás de él, no sabía que iba hacer hasta que la encontró, con su respiración agitada se le acercó.

-No quiero volver a verte, te largas de aquí si no quieres que te denuncie, te entiendo pero esa no era la solución, así mismo como nos enseñaste la carta a mí y Kathania se la podías haber enseñado a las autoridades y que ellos arrestaran a mi madre.

-Tú crees que como era tu madre, con todos esos contactos y su dinero ¿hubiera permanecido encerrada? ¿Hubiera pagado la muerte de mi padre y de los de Kathania?- Ekaterina le contestó.

Los miraba a ambos mientras hablaban y esa respuesta hizo callar a Adrián.

-Por Kathania, solo por Kathania no te denunciaré pero aun así no te quiero aquí- le dije a ella que se quedara tranquila que trataría de hablar con él, no quiero perderlos a ambos. Le dije a Juan que se quedara con ella, él de inmediato me respondió tan rápido con sus señas que ni le entendí pero sabía que era un sí.

Adrián se encontraba frente a las escaleras donde bajaban envuelto en sábanas el cadáver de Carlota, traté de agarrarle la mano, pero se negó en dármela. Todos estábamos allí, mientras que los guardias hacían preguntas sobre el asesino, y miraban todo el lugar para poder entender lo sucedido. Agarré fuerte del brazo a Adrián.

-Ekaterina es huérfana, ella no se puede ir así por así, fue cegada por el dolor, si yo hubiera conseguido esa carta mucho antes...hubiera hecho lo mismo. Tu madre era mala y lo sabes, Adrián. Entiendo tu dolor pero lo sabes.- le dije.

Adrián se me tiró encima y me abrazó fuertemente, se secó sus lágrimas y me dijo:

-Kathania, un fantasma no mató a mi madre, se necesita un asesino y no pararán hasta encontrarlo...necesitamos un culpable.