Kathania recibe una devastadora noticia que le cambia su mundo y la lleva a un lugar que jamas imagino donde encontrata grandes amistades que estaran siempre para ella , El amor de su vida , su mayor enemiga y un asesinato.
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Portada :...
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Me encontraba tranquila, recostada en mi cama pensando en todo lo que he tenido que pasar desde que llegué al Orfanato, cuando escucho gritos y un sonido horrible. Salgo corriendo y encuentro a esa mujer, esa mujer que nos hizo daño, al final de las escaleras apuñalada sobre un charco de sangre.
-Años Antes-
Me llamo Kathania Ruiz, llevo todo el día esperando a mis padres y estoy loca por poder abrazarlos. Con mi bata azul casi transparente aguardo frente a la Puerta. A eso de las 12 de la noche llega Pablo desconcertado con sus ojos llorosos y me pide que entre a mi habitación. A mi corta edad de 10 años presentía algo malo. Ya en la habitación escucho a Pablo hablar con su odiosa esposa, pero no logro distinguir la conversación. Mi mamá Vanesa es enfermera y mi papá Cristóbal cadete, ambos se encontraban en el campo de batalla en la Guerra, a veces no llegaban a dormir y estaba un poco acostumbrada. Con esa mala sensación me acosté.
Al levantarme me encuentro con un gran desayuno que no estaba acostumbrada a recibir, pues la esposa de Pablo me trataba mal y no era de cocinar mucho. Fue Pablo quien me preparó el desayuno que llenaba toda la casa con aroma a pan tostado. De pronto me toma de la mano y me dice que anoche el área de Descanso fue atacada y mis padres no sobrevivieron. Mi mundo se fue abajo y solo se me venían a la mente recuerdos de mis padres, que me habían dejado a tan corta edad.
No sabía qué hacer, solo lloraba y gritaba, "la zona está llena de cuerpos destrozados" me contaba Pablo. Ese hombre era lo más cercano a un padre que tenía ahora, dijo que no me apartaría de él a pesar de que su esposa le pidiera sacarme de la casa, él no lo pensó 2 veces y se alejó de ella que por una pequeña suma de dinero aceptó irse.
Decidió abandonar la Guerra. Me tomó de la mano, me montó en un autobús junto a él y emprendimos camino. Durante el viaje veía mi reflejo, esa niña pelirroja de ojos azules, la luz de los ojos de Vanessa y Cristóbal. Luego de varias horas de viaje me llama la atención ese edifico rustico y oscuro, escondido entre la naturaleza. Al parecer Pablo, el que de ahora en adelante sería mi padre, consiguió una oferta de empleo en el periódico.
Asustado, nervioso y emocionado toma mi mano y me dice "Kathania, Bienvenida a tu nueva casa EL ORFANATO."
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