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Una rodaja de pan duro, una pequeña botella de agua, esa era su ración diaria.
A fines de la semana, los últimos vestigios del optimismo de Saeng se extinguieron ante el hambre que roía sus entrañas, se sentía fatigado y débil a veces mareado, en toda su vida no había conocido la verdadera hambre no hasta ahora. Su estómago se contraía con espasmos dolorosos y lo único en que podía pensar era en comida, Saeng sabia que si no tuviera un bajo nivel de azúcar en sangre probablemente no habría sido así de malo, pero era muy poco consuelo cuando el hambre lo mantenía despierto por la noche acurrucandose en la estrecha cama, la única pieza de mobiliario en la habitación.
La peor parte era la forma en que algunos guardias disfrutaban torturándolos al comer toda clase de comida, con una aroma delicioso frente a el; riendo cuando Saeng la miraba fijamente con ojos hambrientos a veces si los guardias estaban ebrios o aburridos o ambos, lo usaban como saco de boxeo pero incluso eso era preferible a ver y oler la comida que no podía comer.
Su empleador no había aparecido, por lo que Saeng había oído, ni siquiera es taba en casa. Ahora Saeng se sentía estúpido por esperar una visita del villano principal, no estaba en una cursi película de Hollywood en la que el villano siempre venia a regodearse y compartir sus planes maléficos con la víctima muy probablemente Saeng y su bienestar eran completamente insignificantes en el gran esquema de las cosas para la persona atrás de todo esto. Claramente este secuestro no era por nada personal y el villano no tenia nada que explicarle a el. La idea lo hería, nunca se había sentido tan impotente en su vida.
Una noche, Saeng estaba acurrucado en la cama temblando de frío y agarrándose el estómago cuando escuchó el sonido de la cerradura abriéndose. Se tenso ya lo habían alimentado esa mañana ¿Estaban los guardias aburridos de nuevo? Todavía le dolían las costillas de la última vez que habían estado aburridos.
Saeng intentó levantarse, pero probablemente no era una buena idea considerando lo fatigado que estaba, por lo que se conformo con sentarse y reclinarse contra el cabecero incluso eso dreno la poca energía que le quedaba y tuvo que respirar profundamente para luchar contra el repentino ataque de mareos que cayo sobre el, no se iba a desmayar carajo no ahora.
La puerta se abrió y cerro pero su visión todavía estaba nadando y solo pudo distinguir una borrosa figura alta entrando en la habitación.
Finalmente su visión se agudizó, el mundo entro en foco y Saeng se encontró jadeando cuando se contro con los fríos ojos de Kim Hyun Joong.
Joder.
Durante la última semana, había pensado un par de veces en Hyun preguntándose si tendría algo que ver con su secuestro, pero había descartado la idea. Kim Hyun era un idiota condescendiente y sus ojos espantaban completamente a Saeng pero eso no significa que el tipo fuera un criminal, se había dicho a si mismo, ''magnates rusos asquerosamente ricos'' no son sinónimo de ''mafia rusa'' bien claramente se había equivocado en este caso.
Por un largo momento, solo hubo silencio mientras se miraban uno al otro.
Saeng se removió, sintiéndose bastante cohibido, probablemente lucia patético su cabello ya no estaba peinado por lo que su flequillo caía sobre sus ojos, Saeng llevaba la misma camisa de vestír azul de hace una semana, pero ahora estaba arrugada sucia y manchada de sangré. Al menos le habían permitido tomar una ducha ayer ( solo porque el matón que le llevaba comida se había quejado con KYU de que apestaba)
Considerando todo, si Kim Hyun no había estado impresionado con el hace una semana, cuando Saeng se veía en su mejor estado era poco probable que lo tomara en serio ahora que parecía un golpeado niño, medio muerto de hambre.