Miss Right [JEON JUNGKOOK] COMPLETA

~Capítulo 14~

— ¡Te extraño mucho!

— Y yo a ustedes, mamá—sonrió. Su abuela estaba allí también—Necesito tus galletas y mimos, abuela.

— Oh, mi niña, yo también. ¿No has tenido problemas?

— No, todo va bien—aseguró— ¿Cómo está papá?

— Probablemente ocupado, no he hablado mucho con él—frunció su ceño—Le diré que hablamos contigo, dime, ¿Cómo te trata la familia de JungKook?

— Son muy amables, su madre siempre cocina delicioso, su padre por lo general está en el trabajo, pero cuando llega por las noches se sienta con nosotros a hablar de nuestro día a día—sonrió un poco. Aquellas dos mujeres sabían que algo le pasaba a la chica, su abuela decidió dejarlas solas excusándose con hacer algo en la cocina, su madre sonrió dulcemente atreviéndose a preguntar.

— ¿Realmente está todo bien?

EunMi mordió su labio sentada en la silla frente al escritorio con una pierna sobre ésta, suspiró pensando cómo decirlo, a veces pensaba que si admitía que quería conocer a su familia verdadera...los demás sufrirían, pero no podía ser porque la mujer que estaba en esa video llamada le había recordado que pasara lo que pasara siempre sería su hija. Siempre sería su EunMi.

— Hoy...fueron algunas personas de diferentes empresas a la universidad, reunieron a todos los chicos del programa de discapacidad para una pequeña charla—comenzó a explicar. Suspiró recordando—Uno de ellos era muy joven, se acercó a mí para hablar y supo lenguaje de señas, me sentí cómoda con él.

— Eso es bueno, ¿No? -intentó encontrarle un lado malo.

— También tomaron nuestros datos porque parece que están interesados en darnos una oportunidad de empleo...

— ¿Trabajar con ellos? —EunMi notó su sorpresa— ¿No quieres hacerlo?

— Claro que sí.

— Entonces...

— Anoche hablé con JungKook sobre el tema de mi familia, mamá... ¿Está mal que de repente...tenga ganas de verlos?

— Oh, EunMi...

— Lo siento.

— No te disculpes conmigo, cielo, sabes mi opinión—deseó tenerla allí para abrazarla—Creo que sería bueno para ti conocerlos, debes tener muchas cosas que quieres preguntar y esas dudas debes solucionarlas. La verdad es que no sabemos nada de ellos, bueno, yo al menos no sé nada desde la carta.

— ¿Crees que estén orgullosos de mí? Es que tengo un hermano que es el CEO, mi padre es casi del mismo rango que él y....yo sólo...soy una estudiante...

— Tú estás comenzando una nueva etapa en tu vida, estás estudiando para ser alguien mejor, no puedes sentirte menos que nadie—EunMi guardó silencio—A ellos sólo les interesa saber que tú eres de su sangre y de su familia.

La chica asintió no muy convencida.

♥♥♥

Eran las dos de la madrugada y no podía dormir, daba vueltas en su cama, se sofocaba, se desesperaba, se frustraba y por eso se incorporó, salió de la habitación encontrando el pasillo a oscuras, caminó con sus pies cubiertos por unas medias blancas, abrió la puerta de ese cuarto y entró cerrando detrás de sí. Se acercó a la cama encontrándose con aquel chico de torso desnudo profundamente dormido, sonrió de lado abrazándolo apoyando su frente en su espalda, EunMi necesitaba gritar, pero...no podía. Necesitaba dejar salir su frustración, pero...JungKook era una buena medicina.

Las lágrimas vinieron minutos después, sollozo en silencio aferrándose al chico que fue despertando sintiendo una presión en su torso, al ser consciente giró en la cama encontrándose un lindo rostro bañado en lágrimas, limpió sus mejillas apartando aquellas gotas cristalinas, EunMi sollozó aún más sintiéndose impotente, quería gritar y no podía, quería decir tantas cosas que no podía y eso se sumaba a su frustración e impotencia.

JungKook besó su frente acariciando con delicadeza su mejilla, ella cerró sus ojos respirando profundo posando sus manos en su pecho, justo en el corazón, en medio de ello fue EunMi la que buscó los labios del chico. Éste obedeció correspondiendo de forma dulce y suave, ambas bocas estaban en una danza sin prisa, no había nada vulgar en aquel gesto, sus manos se movieron de arriba abajo sintiendo cada centímetro de su piel tibia, aquello causó un escalofrío agradable a JungKook, su cuerpo quedó sobre el de EunMi, acarició su cintura besando su cuello, la chica sólo cerró sus ojos concentrándose en las emociones que sentía, aquello era excitante y familiar porque esa escena había ocurrido un mes atrás.

JungKook no movía sus manos de su cintura y eso le inquietó un poco, pero entendía porque no avanzaba, ella siempre terminaba rechazándolo o dejándolo con ganas, pero... ¿Esta vez sería distinto? Como si quisiera experimentar primero se alejó de sus labios mirando sus ojos oscuros, guio sus manos por debajo de la camisa del pijama que llevaba, sintió mariposas en el estómago por aquel contacto, JungKook sentía que la piel de ella estaba tan tibia como la suya, era tan suave que no resistió el impulso de acariciarla. Con cuidado de que ella se asustara dejó un camino de besos cortos por su abdomen que le hicieron sonreír por la agradable sensación.

Sus manos se deshicieron primero del pantalón del pijama dejando expuestas sus piernas, JungKook sonrió encantado de escuchar algo parecido a un gemido cuando acarició sus muslos. EunMi correspondió los besos en sus labios que él solía dejar para callar cualquier ruido o sus padres escucharían, fueron deshaciéndose del resto de la ropa y para ser la primera vez de ambos, EunMi supo que JungKook había sido delicado sólo por ella.

♥♥♥

— JungKook, el desayuno está listo, avisa a EunMi, llegarán tarde a clase—tocó la puerta la señora Jeon hablando del otro lado.

JungKook gruñó pasando sus manos por el cabello, en ocasiones como esta odiaba levantarse temprano. Suspiró mirando a su derecha consiguiendo el espacio vacío, frunció el ceño levantándose de golpe. Cuando estuvo vestido, duchado y listo pasó por la habitación de la chica sin encontrarla allí, bajó las escaleras rápidamente interrumpiendo la conversación de ambas mujeres.

— Dios mío, JungKook, acomoda ese cabello y tu camisa—reprochó su madre—Luces como si vinieras de una carrera.

EunMi estaba desayunando como si nada, pero cuando se encontró con su mirada sonrió con complicidad. Sólo eso quería saber...que no había sido un sueño.

No iba a colocar lemon, señores, en esta historia eso no queda así que no me lo pidan. De todas maneras lo dejé a la imaginación de cada quien 😊