Scars

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Todo el mundo solía ver su amistad como una muy unida, sin ni siquiera sospechar que algo más pasaba entre ellos.

Era como su pequeño secreto.

Un pequeño secreto que implicaba grandes sentimientos y dos jóvenes inexpertos experimentando en el amor prohibido.

Vic se había encargado de sanar esa herida que él mismo había abierto en Kellin luego de que le confesó que amaba a su novia por igual; y ahora sólo había una marca ahí, una cicatriz que siempre le recordaba a Kellin que Vic jamás podría ser suyo.

Porque lamentablemente había conectado su vida con la de Vic cuando éste ya tenía su corazón entregado a alguien más; y ahora con lo único con lo que tenía que conformarse, era con la mitad de su corazón. Pero prefería tener eso a no tener nada.

Y es por eso mismo, que la segunda cicatriz que Vic se encargó en dejar en Kellin, no tardó en aparecer...

Ese día, ambos se encontraban en el auto de Vic; sus respiraciones aceleradas y sus manos moviéndose enérgicamente, delataban lo mucho que querían pasar de sólo unos cuantos besos, a algo más.

—A-Alguien puede vernos...— susurró Kellin cuando Vic se separó de él—.

—No me importa— dijo Vic restándole importancia y dirigiendo sus labios al cuello de su amante—.

—A mí si— insistió Kellin— Estaríamos en muchos problemas.

—Estuvimos en problemas desde que nos besamos la primera vez— replicó Vic separándose y viéndolo con una ceja enarcada—.

—Si, pero...— Kellin se quedó callado en el momento en que se dio cuenta de que lo que diría, no sonaba muy bien— Olvídalo...

—¿Pero...?— preguntó Vic incitándolo a seguir—.

Kellin frunció ligeramente la boca al darse cuenta de que ya no había otra manera de escapar de esa, simplemente tendría que decir lo que realmente estaba pensando y rezar para que Vic no se riera en su cara.

—...Pero.... No quiero que me separen de ti— dijo Kellin con una gran suspiro de por medio—.

El coche se quedó en completo silencio, y Kellin no dejaba de mover sus manos nerviosamente, esperando a que Vic empezara a reírse en su cara por lo estupido que había sonado eso.

Porque sí, aunque Kellin era un año menor que él, era más maduro que Vic.

—Somos amigos, Kells— contestó Vic luego de varios minutos en silencio— No van a separarnos.

Kellin sintió como si le encajaran un cuchillo en el corazón y abrían una nueva herida que era más profunda a la anterior.

¡Maldición!

¡Claro que lo sabia!

Vic y él sólo eran amigos y jamás podría poseerlo completamente o tenerlo a su lado todo el tiempo, porque quiera no, Vic jamás sería capaz de dejar a su novia, y menos a esta edad.

Porque él creía que la atracción que sentía por Kellin, simplemente era algo del momento.
No se imaginaba al lado de un hombre, y mucho menos se imaginaba a renunciar a todo sólo por Kellin, sin duda lo valía, pero él no se creía capaz de ser la persona que Kellin se merecía.

—Si, tienes razón— dijo Kellin con enojo, pero que aún así, supo disimular— Vayamos a dentro, escuché que tocaron el timbre hace poco.

Kellin salió del coche de inmediato, sin ni siquiera darle a Vic el tiempo necesario para contestar, pero aun así, salió del coche y cerró la puerta con cuidado, todo lo contrario a Kellin, quien azotó la puerta al salir.

I Need To Know  [Kellic] (Vers.1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora