Hospital

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—¿Kellin?— una voz que parece lejana para él, resuena en su cabeza— ¿Puedes escucharnos?

Kellin no sabía ni siquiera cómo contestar, se sentía fatal.

Su abdomen y brazos dolían, pero lo que más lo mataba, era el insoportable cosquilleo en sus piernas, además de que de vez en cuando recibió una punzada de dolor que lo recorría totalmente.

—¿Kellin?

De nuevo esa voz que empezaba a ocasionarle dolor de cabeza.
Lo único que quería era dormir.

—Kellin, por favor...

Si pudiera hablar, lo hubiera hecho desde el primer llamado que recibió; pero no podía encontrar su voz y su garganta se sentía demasiado seca como para intentar forzarla.

Así que lo último que logró hacer, fue soltar un quejido de dolor.

—¡Oh por Dios!— exclamó la persona que lo había estado llamando— ¡Está despierto!

—Iré por el doctor— dijo otra voz que no logró reconocer—.

Se sentía demasiado confundido.

¿Doctor?, ¿acaso estaba en un hospital?.

Toda esta situación le parecía demasiado extraña, además de que tenía un poco de miedo, porque no recordaba nada antes de llegar ahí.

En medio de su confusión mental, se escucharon unas cuantas voces ingresar de nuevo a la habitación. Pudo reconocer la voz de su madre y de su padrastro, al igual que una voz completamente desconocida para él.

Quería sacarse de dudas de una buena vez, así que reunió todo la fuerza que tenía para poder abrir los ojos, pero ellos no respondían. Era como si su cuerpo siguiera dormido, pero él ya no. Tenía consciencia de lo que pasaba, pero su cuerpo no parecía reaccionar a aquellos estímulos externos.

Eso lo hizo asustarse un poco más.

—¿Kellin?— una voz grave lo hizo sobresaltar levemente— Soy el doctor a cargo de ti, ¿sabes mi nombre?

Tuvo ganas de gritarles y golpear a todos por hacer preguntas estupidas que él ni siquiera podía responder.

¡Ni siquiera recordaba su propio nombre!, ¡¿cómo diablos podría saber el del doctor?!, y fue por eso que no contestó, o no intentó hacerlo.

—¿Podrías abrir los ojos?— pregunto de nueva cuenta el doctor al no recibir respuesta—.

Bien, esa no era una pregunta estupida, era una muy buena pregunta.

¿Podría abrir los ojos?, si, estaba seguro de que podía hacerlo, porque por más mal o a dolorido que se sienta, se moría de ganas de poder visualizar todo a su alrededor.

La pregunta correcta sería: ¿Quería abrir los ojos?.

Es como si algo lo estuviera asustando, como el temor de no ver; o el temor de confirmar sus sospechas y encontrarse a él mismo perforado por agujas y con una bata blanca y delgada que son características del hospital; o el temor a ya no tener a esa persona a su lado...

Espera.

¿Qué?

—Al parecer está consciente— dijo el doctor luego de analizar a simple vista a su paciente— Tardará en abrir los ojos, pero Kellin ha vuelto.

Se escucharon pequeños festejos por las palabras del doctor, supuso que serían de su madre y su padrastro.

—En cuanto Kellin se acostumbre y tenga un poco más de energía, podrá abrir los ojos, hasta entonces, podremos realizarle algunos exámenes para saber cómo se encuentra realmente.

I Need To Know  [Kellic] (Vers.1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora