Show Me [2Jae]

Trabajo

Nuevamente Jaebum decidió hacer horas extras en su trabajo sin decirle a YoungJae, pero esta vez el menor decidió que lo ayudaría, aún desconociendo el motivo. Jaebum por supuesto se negó rotundamente. Se suponía que la sorpresa de la daría él, y YoungJae no tendría razón para trabajar si la sorpresa era para él, pero, como siempre, no pudo contra su puchero y ojitos de cachorro.

No podía llevar a su novio a trabajar sin el consentimiento de su madre, y mantenía la esperanza de que ésta se negara, pero al contrario estuvo muy emocionada con la idea de su hijo consiguiendo un trabajo. Aparentemente YoungJae siempre tuvo presentes las ganas de trabajar para su familia, para que ninguno tuviera que esforzarse de más, pero debido a su condición no había sido aceptado en ningún lugar. Al final Jaebum, luego de ver la notable emoción de YoungJae por trabajar, terminó cediendo, pero trabajaría en el mismo lugar que él. YoungJae aceptó gustoso.

Ese mismo día fueron a hablar con el jefe del mayor. Éste les dijo que les hacía falta un mesero y YoungJae era perfecto para aquello, ¿por qué? Porque era guapo, y un chico guapo alegra el día de las personas, según él. Aunque sólo por ser guapo no le darían el puesto. Necesitaban ver que tal era tanto en atención al cliente como con el equilibrio al transportar las cosas.

—Este chico es oro — habló el hombre al lado de Jaebum — Jamás había visto a alguien tan emocionado por trabajar aquí. Y no sólo es su entusiasmo, sino también su belleza y talento natural para tratar con las personas. Los clientes que jamás lo habían visto quedaron encantados con él, ¡en sólo un par de minutos! ¿Dónde lo encontraste?

—Hum... Más bien, él me encontró a mí.

—Eso es genial — sonrió — No creo que sea necesario ponerlo a prueba por más tiempo. Ya tiene el puesto. Sin embargo, hoy sólo trabajará hasta las tres de la tarde porque luego cerraremos hasta el otro día. Lo mismo para tí, Jaebum.

—Muchas gracias, señor.

—No es nada. Ahora vuelve al trabajo que esos platos de ramen no se prepararán solos.

—¡Voy!

Jaebum corrió de vuelta a la cocina. Aún le costaba trabajo creer que lo habían contratado ahí especialmente por su ramen. Cada día se llenaba el lugar para probar ese delicioso ramen del que tanto hablaban, y a Jaebum eso le hacía muy feliz. Aunque no solo él estaba feliz por eso, YoungJae también se sentía muy orgulloso de su novio. Él más que nadie sabía lo mucho que Jaebum ama hacer ramen y el delicioso sabor de este.

Tal como dijo anteriormente el jefe de Jaebum, — ahora también jefe de YoungJae — su jornada laboral acabó a las tres de la tarde, así que ambos regresaron a sus hogares. Afortunadamente era sábado, así que al día siguiente podrían verse nuevamente.

—¿Qué tal tu primer día de trabajo?

—¡Fue genial! La gente es muy amable~

—¿Entonces te trataron bien? — YoungJae asintió con una sonrisa en el rostro — Eso es bueno bebé. Entonces, ¿te quedarás con el trabajo?

—¡Por supuesto! ¿Sabes? Desde que puedo ver otra vez siento que soy capaz de todo.

—Pero bebé, incluso antes eras capaz de muchas cosas, y una de ellas era algo que nadie más podría lograr.

—¿Qué? ¿Qué cosa?

—Hacer que mi corazón lata como un loco.

—¡J-jaebumie! Eso es tan cursi... Bobo — el menor hizo un puchero al sentir sus mejillas arder.

—Totalmente bobo, pero por tí, precioso — le giñó un ojo disfrutando de sus bonitas reacciones.

—Y-ya basta.

Jaebum se detuvo frente al menor y le sonrió mientras veía directamente a sus ojos.

—¿Te he dicho antes que adoro tus reacciones? — YoungJae negó — Bueno, creo que no es necesario decírtelo, debes saberlo siempre.

—Jaebumie... Me gustaría quedarme aquí viéndote toda la tarde, pero tengo un poquito de frío.

—¡Cierto! Perdón bebé. Vámonos.

Retomaron su camino a casa con sus manos unidas. YoungJae parecía estar especialmente emocionado ese día. Tal vez era el hecho de que había conseguido su primer trabajo y por fin se sentía útil, aunque Jaebum le recordara seguido que el siempre ha sido todo menos inútil.

Les tomó tiempo terminar de despedirse. Aún después de tanto tiempo seguían con la necesidad de estar juntos en todo momento.

—No quiero que te vayas aún Jaebumie... ¿Por qué no pasas la noche conmigo hoy?

—Si tus padres están de acuerdo...

—Ellos no estarán. Y creo que estarían más tranquilos si te quedas para cuidarme~

—Tus sobornos siempre funcionan.

—Te quiero~

YoungJae acompañó a su novio a su hogar para buscar un par de cosas y avisarle a su madre que se quedaría en la casa del menor. Pasarían toda su tarde viendo películas y probando el delicioso ramen de Jaebum y luego se irían a dormir, o al menos lo intentarían.

No vayan a pensar cosas raras puerks. Este es un fic cristiano.

Ha pasado mucho tiempo desde que actualicé este :o y me da un poquito de tristeza porque pronto acabará...

¡Gracias por leer! ❤