Forgiveness

Decision

Harry se había portado como todo un caballero, o un ángel mejor dicho. Después de hablar con él mostró total entendimiento a la situación, claro dentro de lo posible para su realidad. La cosa era que jamás podría comprender mi situación del todo. La cosa era que él y yo éramos tan diferentes en tantos sentidos como la palabra misma lo permitía. Él era un humano que había pasado su vida como cualquier otro, yo era de otro mundo y no solo eso, era la princesa de otro mundo que fue secuestrada y escapó para volver. No parecía la mejor combinación, como mezclar ketchup con vainilla. 

Me sentía mal por estar abusando de su amabilidad y cariño hacia mi. Si, estaba destrozada, pero no era excusa para lo que estaba haciendo con Harry. No dejaba que se me acercara para nada romántico, lo evitaba como podía y siempre estaba ocupada con algo. Pero es que la carta de Ella me había dejado pensando más de lo que quería admitir, y lo peor es que no tenía con quien discutir estas cosas, porque ella ya no estaba aquí. 

Hablando de Ella, su caja contenía muchas cosas que ella colectó a los largo de su vida. Notas que se mandaba con amigos y algunos novios, fotos de su vida, joyas que tuvo y guardó, etc. Guardé un par de fotos de ella y me quedé con un collar que me pareció bonito y si mal no recordaba la historia, fue un regalo de su madre a sus 15 años. Me sentía mal porque algo que había pasado en su familia terminaría en mis manos, pero supongo que si ella así lo quizo, no me quedaba más que aceptar su voluntad. Lo demás lo guardé en una bodega para que estuviera seguro y por si en algún momento quería volver a ver aquellas bellas cosas que me recordarían a mi amiga. 

Y aquí íbamos nuevamente. 

Harry entraba por la puerta principal de mi casa con sumo cuidado. Yo estaba sentada en el sofá, haciendo nada, todo lo que parecía hacer desde hace unos días. El haber dejado el trabajo era encantador, pero luego te quedabas sin cosas que hacer. Además eso de los Avengers, bueno no participaba mucho que digamos, ellos tenían cosas más simples que hacer, cosas que no requerían a alguien de otro planeta. Harry me sonrió, pero no fue real. Desde hace tiempo que todas sus sonrisas hacia mi eran falsas, se que no era su culpa, sino mía. 

–¿Cómo te fue? –Sentí como se sentó a mis pies. 

–Bien, no hay mucho que decir.

–Aja... 

<Dile algo idiota, es tu novio ¿no?> Ya lo sé...

–Em... ¿Pedimos algo de comer? –No era muy buena bajo presión, no en estas situaciones por lo menos. 

–¿China? 

–Claro.

Y ahí estábamos nuevamente, en silencio. Me sentía terrible en estos momentos, pues quería intentar arreglar las cosas pero no sabía como, no quería aparentar ser como antes, mentirle y decirle que todo estaba bien siendo que era falso. Pero, ¿qué más podría hacer? no era como si por sentarme un par de horas remediaran las semanas de distancia. Y no, definitivamente no iba a arreglarlo con sexo... aunque pensándolo bien, ya había pasado tiempo desde la última vez y el cuerpo pide lo que pide. Divago, el punto es que no había mucho que pudiera hacer para solucionarlo de la forma que quería. 

<Se directa> ¿Servirá?

<¿Tienes un plan mejor?> Supongo que es la opción que tengo. 

–Harry... 

–¿Hmm?

–Mira... –Tomé un largo respiro, lo iba a necesitar. –Sé que no he sido la mejor novia, persona o lo que sea estos días. No tengo objeción ante eso y asumo mi error. –Repentinamente toda su atención se posó en mi. –Pero las cosas han sido difíciles para mi, bastante. No digo que no estuvieras apoyándome ni nada, pero... son cosas que no puedes entender, no es tú culpa, quizá un poco mía, pero es algo que no se puede cambiar. Hay tanto que no comprendes y me gustaría que supieras para poder mejorar las cosas...