Leave

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<Hazlo, idiota> No, no puedo.

Me volteé, dispuesta a regresarme por donde venía, pero me detuve. Mierda, no podía seguir haciendo esto, era ya la cuarta vez que volvía por donde venía y me arrepentía e intentaba darme ánimos nuevamente. No estaba siendo para nada racional, pero la situación en si no lo era del todo. 

–Bien... ahora si. –Dicho esto di dos pasos y me detuve. –¿O mejor no? 

Esto sería un desastre, realmente estaba loca si pensaba que podía hacerlo. ¿Qué le diría? Bueno, primero tenía que pensar como llegar a él, pues según me había enterado nadie podía verlo, ni siquiera nuestra madre. Traición... una pequeña en comparación a la de hace unos años.  

<¿Nos vamos a quedar la vida entera paradas aquí?> ¡Que no! Solo... dame cinco minutos. 

<Pff...> 

¿Cómo podía ser tan idiota? No me estaba moviendo para nada... había logrado llegar hasta aquí pero no podía entrar por la maldita puerta. Bien Gersemi, llegarás lejos con esa valentía. Pensé en los pros y contras, que eran varios en ambos casos pero me ganó el miedo. 

–Bueno, ya está, me marcho. –Volteé pero en ese segundo sentí la puerta abrirse. 

–¿Gersemi?

Ay no podía ser. Me detuve en seco y como una niña pequeña que había realizado una travesura volteé con la mejor inocencia que pude fingir. Sonreí y vi como me salve pues Thor simplemente me abrazo con ganas, le correspondí y él me obligo a entrar junto con él. Por suerte no dijo nada de ir a ver a nuestros padres, porque eso si que no lo quería.  Deje que Thor caminara conmigo, hablándome de lo que fuera que hablaba, pues no estaba prestando mucha atención, más bien me preocupaba de no ser vista por medio mundo, porque eso arruinaría mis planes. 

–Pero dime, ¿qué haces aquí? –Preguntó mi hermano finalmente.

–Bueno... em... –Pensar en algo tan rápido y bajo tanta presión fue difícil. 

<Una mentirilla blanca> Si, eso. 

–Cosas en la tierra... –Dije no muy animada. –Vengo por un tiempo. 

–¿Te quedas? –Preguntó con cierta emoción. Asentí. 

–No es seguro, pero por ahora prefiero mantenerme aquí. 

–¿Harry? –Me encogí de hombros. 

Thor no preguntó más, pues estaba claro que era complicado y yo prefería no hablar de eso. En parte porque así era y porque no quería revelar más de mis intenciones, si Thor necesitaba saber que era Harry lo que me traía aquí, con eso se quedaría. Le pedí que no le contara a mis padres sobre las razones de mi vuelta, pues él se ofreció a hablarles primero. Me quede tranquila cuando me dejo, pues pronto podría moverme libremente sin temer ser descubierta en algo que no esperaba. 

Deambule un rato por los pasillos, los guardias no se inmutaban con mi presencia, pues ya todos me conocían y eso facilitaba el estar ahí. Necesitaba pensar en una forma de llegar a Loki sin que nadie me descubriera, en otras palabras tenía que hablar con Heimdall sobre mi idea, no del todo pero comentarle que quería verlo, pues como estaba prohibido él seguramente le contaría a Odín sobre mi visita.  

No pasó mucho tiempo antes que mi hermano regresara con la noticia de que mis padres estaban felices de tenerme en casa. Sonreí agradecida y caminé junto a él para encontrarme finalmente con mis padres. Cuando entré en la sala me tope con los dos con caras demasiado felices, sonreí al verlos, realmente los extrañaba. Mi madre me abrazo y mi padre me aseguro que estaba más que contento con tenerme en casa. Me ofrecieron un millón de cosas, bailes, festines, en fin... decliné a todas, pues no quería nada ostentoso con mi regreso. 

ForgivenessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora