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Estaba lista para pasar una de las que podría ser mi peor experiencia, el engaño más estúpido en el que pude estar involucrada.

Ser novia de una "celebridad escolar".

Para los demás tal vez sea un sueño, pero presiento que para mí será de todo menos eso.

Al llegar al colegio, enseguida me di cuenta de que todos me miraban, me hacían sentir muy incómoda, por lo que bajé la mirada y caminé a mi salón, tratando de ignorar todo contacto visual. Cuando llegué al pasillo en el que estaban los salones de tercer año (entre ellos el mío) me calmé un poco debido a que no habían tantas personas, pero me detuvieron. Me estremecí hasta que noté que eran 3 chicas del primer año.

Empezaron a interrogarme y a... ¿Pedirme consejos? Obviamente no les contesté, ya que todas hablaban a la vez y no sabía que decirles.

- ¡Ah! Aquí estás- una voz que reconocí casi de inmediato, y al parecer las chicas también, habló a unos cuantos metros detrás de ellas.

Yo sólo miré a lo largo del pasillo con una expresión cansada mientras las otras empezaron a reír y murmurar. Sans se acercó despreocupado, y al estar a un paso en frente de mí miró a las menores con una sonrisa amable.


- Buenos días, chicas. ¿Podrían dejarnos un momento a solas?- las tres aceptaron anonadadas y al alejarse lo suficiente, el esqueleto se dirigió a mí- Y, ¿Qué tal tu día hasta ahora?

- Horrible- suspiré cansada- apenas empezó y ya lo estoy odiando.

- Que negativa eres- cerró sus cuencas con un aire extrañado y yo sólo miré de reojo a otro lado.

- ¿Qué quieres?

- Ven a casa hoy.

- Mañana es el día en que debo ir.

- Papyrus insiste que vengas este día- me callé y le miré algo tensa.

- ¿Él también cree que somos...?- me quedé con la palabra en la boca cuando asintió. Carajo -_-

Papyrus me agrada, pero enserio, ¿Más incomoda puede ser esta situación? Demaciado es aparentar ser una linda pareja a los ojos de los demás, pero involucrar también a la familia es aún peor, sólo lo complicaría más para cuando se sepa la verdad.

- Bien... Allá estaré- bajé la mirada dudando un poco. Miré en dirección a Sans cuando sentí su mano sobre mi cabeza.

- Entonces, nos vemos luego- me le quedé observando y, me di cuenta de lo bien que sabía actuar.

La sonrisa que me ofrecía más el gesto que su mano hizo parecían ser tan reales. Tanto para que cualquiera que nos esté viendo piense que me dice algo para hacerme reír o simplemente algún cumplido. Hasta yo creí por un momento que era de verdad, y por eso, sonreí inconsiente.

- Claro.

A Sans pareció gustarle mi reacción y se acercó a mi mejilla. Me sonroje y me encogí de hombros nerviosa.

- Así se hace, niña- me susurró y yo volví a la realidad.

Al separarse se retiró caminando. Me quedé pensativa, ¿Por qué me deprimió su respuesta?

Perfecto... Sólo en mi mente ▶FRANS◀ [COMPLETADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora