Perfecto... Sólo en mi mente ▶FRANS◀ [COMPLETADA]

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Simpático, amable, leal, perseverante, comprensible, generoso, digno de justicia y mucha paciencia.

... Alguien que creo haber encontrado al fin.

Estuve totalmente inmóvil en el momento que sentí sus manos en mi rostro. Por momentos dejaba de respirar para no provocar que se detenga, no quería que se acabaran sus caricias, era una sensación muy agradable como para dejar que terminase en algún momento.

Primero mis mejillas, luego mi cabello, mi cuello, mi mentón... Sentí su cercanía y abrí los ojos involuntariamente. Estaba muy cerca; su frente literalmente estaba pegada a la mía. Pero lo que más me impactó fue escuchar las palabras que menos esperaba salir de su boca.

Podrían haberse besado de una vez, pero algo se lo impedía al esqueleto que, poco después de haberse separado, se sentó en la orilla de la cama. Frisk se preguntó si él tenía pensado irse, pero sin embargo, estaba inmóvil. Con las manos apoyadas sobre la cama y la cabeza baja, algo pasaba.

- ..... Lo siento, Frisk- Habló apagado- Creo que... Lo estoy volviendo muy difícil.

- ...- Se incorporó para dejar de estar acostada y se colocó igualmente en el borde al lado izquierdo del contrario. Ella había inclinado su cabeza hacia él, y la expresión que ahora veía le indicaba que el esqueleto estaba preocupado. A Frisk le extrañó eso. Aún sin que se fuera el ligero rubor que tenía pintado en las mejillas tras un buen rato, tocó delicadamente el hombro del otro- ¿Estás... Bien?- Se debe aclarar que no sabía muy bien qué decir, ¿Qué se le dice a un sujeto que acaba de confesarse y a los pocos segundos se puso melancólico? Era una difícil situación.

Sans la miró un tanto indeciso.

En tanto a lo que le ocurría a éste, su mente era un dilema. Tenía una sensación totalmente contraria a lo que pensaba que sentiría después de haberse declarado, ¿Dónde estaba la satisfacción y calma del momento del que tanto hablaba la gente? Aunque una cosa era cierta, al menos estaba medianamente feliz por decir la verdad. Una cosa menos que ocultar.

- ... Perdona- Sabía bien que ella no entendía porqué se disculpada, su rostro lo decía todo; pero también parecía preocupada, y eso de alguna forma le parecía tierno, aunque no era suficiente como para tomar el valor de dar el siguiente paso- Temo que... Si te explico, tú no...- Suspiró cansado de sí mismo. Percibió que en su hombro era aplicada más presión. La causante tenía la intención de darle apoyo.

- No tienes nada de qué angustiarte. Yo te escucho- Apartó su mano y esperó paciente. Eso le dió al contrario un poco de seguridad, así que tomó aire.