Sans estaba revisando la maleta de Frisk, esperando encontrar algún dato útil para localizar a alguien que la conozca de verdad. En su teléfono, literalmente no había nada, al parecer sólo lo usaba para anotar sus horarios de labor y números telefónicos "importantes", entre ellos los de varios empleos en los que al parecer ya no trabajaba, salvo en uno, que fue al último que llamó hace poco y era en el que actualmente estaba.
Marcó a ese número y contestó la voz de un hombre que al parecer era el jefe de la jóven, el esqueleto simplemente le aclaró la inasistencia de su empleada debido a un ligero accidente, por surte, aquel sujeto lo comprendió e incluso le dió el resto de la semana libre.
Sacó su propio celular y llamó a Papyrus para decirle lo que pasó, y no pudo evitar que éste se preocupara y anunciara que iría junto con los demás. Luego de eso, Sans observó a Frisk algo pensativo.
La enfermera jamás aclaró si podía ponerle la ropa luego de que la temperatura le hubiera bajado, y se alegraba de ello. No en el mal sentido, sino que se negaba a arriesgarse a tocar o rozar algo que le es prohibido por accidente. Así que, sólo colocó su sudadera sobre ella para cubrir los brazos y torso. Luego se sentó en la silla que estaba del lado izquierdo de la camilla para esperar a la enfermera. No pasó mucho y el esqueleto se quedó dormido, como era de esperarse.
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.Abrí ligeramente mis párpados. Al ver un techo blanco y luces que alumbraban el mismo me sentí desorientada, moví mi cabeza para ver a mis lados, por uno de ellos había una mesita de metal con algunas cosas encima que, no lograba distinguir bien, y por el contrario ví a... ¡¿Sans?!
Me senté de golpe sin dejar de mirarlo hasta que sentí que algo resbaló de mi pecho hasta mis piernas, bajé mi mirada y ví la prenda azul que ya reconocía a la perfección, pero eso no me sorprendió, sino que fue la forma en la que estaba vestida: shorts cortos y camisa de tirantes pegada a mi abdomen. En resumen, estaba semidesnuda con Sans dormido a mi lado...
- ¡¡Ahhhhhhhh!!
- ¡Eh! ¡¿Q-qué pasa?!- ví cómo el contrario despertaba sobresaltado. Se levantó y miró a todos lados desorientado, con una de sus pupilas prendida en colores amarillo y azul, cosa que me confundió un poco hasta que me vio- Frisk, ¿Estás bien? ¿P-por qué...?
Pegué la sudadera que me cubría a mi pecho y me sonrojé notoriamente. Iba a preguntar que había pasado pero simplemente las palabras no salian de mi boca.
- Oh...- Sans llevó una de sus manos al rostro para frotar sus ojos- Tranquila, hay una explicación- al quitar su mano , aquella peculiar pupila izquierda que llamaba mucho la atención volvió a la normalidad- Te desmayaste luego de que saliste del colegio y te traje a-
- Al fin despertó- la voz de una mujer entrando al lugar interrumpió al esqueleto. Ambos la miramos. Traía puesto un uniforme gris y venía cargando algunas cosas- ¿Ya se siente mejor?- dejó lo que sostenía sobre la mesita que había a mi lado derecho y tocó mi frente.
- Eh, sí, estoy bien...
- Eso creí. Hace unos minutos atrás vine. Usted seguía dormida al igual que el jóven a su lado- miró con una sonrisa al comediante un momento para luego agarrar de nuevo las cosas que había dejado- pero los dejé descansar un poco más después de comprobar que su novio hizo un muy buen trabajo cuidando de usted- miré a Sans y él reaccionó apartando su vista de mí con una sonrisa tensa. Era extraño verlo así.
La enfermera me extendió algo y la ví, era uno de esos portapapeles de madera y una pluma.
- Agradecería que colocara sus datos, si no es mucha molestia- agarré ambos objetos sin decir nada- Bueno, lo dejaré solos, volveré pronto- diciendo esto, se fue.
El silencio llegó y la tensión también. Era raro que el comediante no dijera nada, pero no le dí mucha importancia. Repasaba mentalmente lo que la mujer había dicho al llegar.
- Bueno...- al fin habló Sans con una voz insegura- Entonces...
- ¿Encerio le dijiste a la enfermera que eramos novios?- le interrumpí de repente, estaba algo enfadada por eso ¿Acaso planeaba sacar provecho de eso haciendo que todo el mundo lo creyera? No permitiría eso.
Lo observé, y de inmediato mis pensamientos se esfumaron al ver su expresión. Sus dientes formaban un sanblante serio y sus "ojos" se encontraban completamente oscuros. Sentí confusión y miedo.
- Veo que... - habló él con una voz que no se me hacía conocida- Te interesa más lo que haya dicho que lo que hice por tí... Bien- pintó una ligera sonrisa que al instante se notaba que era falsa debido a que sus cuencas seguían iguales- Supongo que en ese caso, yo no tengo nada que hacer aquí.
Me dió la espalda y yo al procesar lo que dijo en menos de dos segundos, me di cuenta de mi error. Lo observé a punto de salir del espacio en el que estaba y lo llamé casi gritando.
- ¡Sans!- se detuvo al instante, pero no volteó a verme- Yo... Yo sólo... -suspiré- Fue muy insensible de mi parte... Decir eso y no tomar en cuenta lo que haces por mí... TODO lo que haces por mí...¿Podrías... - bajé la mirada- perdonarme?...
Sentí su mirada sobre mí, alcé un poco la cabeza para verle y él me sonrió.
- No te deprimas tanto, niña- se sentó donde antes estaba dormido.
- ¿E-eh?
- Aceptaré tu disculpa si me dices qué hacemos aquí.
- ... No... Entiendo.
- ¿Por qué te veías tan mal? ¿Acaso estabas enferma y no le dijiste a nadie?
- B-bueno... Tal vez me... He estado descuidando un poco...- él se inclinó hacia mí con un sanblante más serio.
- ¿Por qué?
- A-ah, n-no es importante- reí nerviosa unos segundos. Ambos nos quedamos viendo en silencio hasta que un suspiro de parte de él resonó en el lugar.
- Eres muy buena actuando, pero muy mala mintiendo- se levantó de donde estaba con los párpados entrecerrados sin dejar de verme.
- Eh, ¿Sans?- escuché cómo él tomó aire y sin esperarmelo, me abrazó.
- Sólo... No lo vuelvas a hacer... Por favor- Me quedé inmóvil mientras me sonrojaba. Miré de reojo nuestro alrededor.
Pero no había nadie...
No estaba fingiendo...De verdad me estaba abrazando y diciendo esas palabras con sinceridad
Me sentí feliz por eso.
- ... Lo siento- correspondí a su abrazo con una ligera sonrisa, al parecer esto le sorprendió un poco, ya que aligeró su agarre. Yo supliqué internamente que me soltara, que siguiera rodeandome, y lo hizo, incluso con más intensidad. Por primera vez en mucho tiempo, me sentí importante, me sentí protegida y tranquila, y mi orgullo no se interpuso está vez, me dejaba disfrutar el momento.
Era perfecta esa sensación.
- ¿Interrumpimos algo?- nos separamos de golpe al escuchar la voz de Undyne y la vimos a ella, a Papyrus y Alphys entrando.
- ¡Para nada!- respondimos Sans y yo al mismo tiempo, causando que intercambiaramos miradas nerviosas mientras los demás comenzaron a reír.
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Perfecto... Sólo en mi mente ▶FRANS◀ [COMPLETADA]
FanfictionPara ella, imaginarse alguien... Perfecto, era como su juego favorito... Todos sabemos que si Frisk no hubiera caído al subsuelo, todo sería distinto. Ahora será parte de un engaño que involucra por mucho a Sans el esqueleto, un comediante que en re...