Si Te Enamoras Mueres (Frededdy) [Fnafhs]

Capítulo 9

—Freddy, no pueden pisar la isla, si lo hacen estamos muertos, MUERTOS.—Estaba histérico, no controlaba la situación en absoluto.

—¿Q-qué? ¿Por qué?—Se puso nervioso al ver al despreocupado de Fred así.

—Joder, no hay tiempo para explicaciones, que no pisen la isla, ¡haz algo! ¡Son tus amigos!—Empujó al castaño fuera de la cueva.

—¡Freddy!—Gritó la rubia desde aquella pequeña barca mientras los otros se peleaban entre ellos.

—¡Iros, no podéis estar aquí!—Corrió hacia el mar para hablar con ellos en la barca, sin embargo se chocó con una barrera invisible.—¡Estoy bien!—Gritó desde el suelo.

—¿Irnos?—Paró de sacudir a Bonnie.—No he viajado en barco dos horas para dar media vuelta.—Se quejó el alto.

—¡Si pisáis la isla automáticamente estaremos muertos!

—Seguramente tiene el síndrome de Estocolmo.—Soltó el de pelo morado.

—Freddy, no digas tonterías, vamos a ayudarte.—Chica empezó a remar más fuerte, el castaño ya no sabía qué hacer ni qué decir.

—Ugh, inútil.—El semidiós se dio una palmada en la cara y salió a la vista de todos.—M a r c h a o s.—Ordenó con una voz imponente y temerosa, digna del Dios de la Muerte.

—¿Q-qué ha sido eso?—Todos los del barco se abrazaron entre ellos atemorizados.

—Marchaos o moriréis todos, el primero Freddy. Poned un sólo pie en la isla y habréis firmado una sentencia hacia el infierno.—El suelo de la isla empezó a quemarse con un fuego negro y rojo.—Moriréis quemados, en el agua estáis a salvo. Iros o el agua hervirá, del dolor no podréis ni por vuestra vida rezar.

—¡Hacedle caso! Estoy bien, eh... ¡voy ganando! No os preocupéis por mí, huid.—Gritó el de ojos azules algo asustado, nunca había visto la isla así y mucho menos escuchado aquella voz.

El fuego emitía gritos de almas siendo torturadas, los amigos del castaño no podían aguantarlo.

—V-vale, nos iremos, ¡no le hagas nada al agua!—Gritó atemorizada la de ojos morados.

—Nos vemos, Freddy.—Se despidió con una sonrisa Bonnie mientras los otros dos remaban angustiados.

Tras quince minutos ya los perdieron de vista.

—Uff, eso estuvo cerca.—Dijo mientras el fuego desaparecía.

—¿Dónde se ha ido tu voz infernal?—Se rió.

—Pff, me cansa hacerla, aunque sé que te ha encantado, mi voz es perfecta sea como sea.—Dijo mientras entraba en la mansión.

—La de Golden sí que lo era, además de ser un buen príncipe se le daba genial cantar, lástima que su padre no le dejara hacerlo.—Sonrió al recordar aquella habitación gigante y decorada con las cosas más caras que jamás había visto, él echado en las piernas de Golden mientras su novio cantaba una dulce melodía sólo para él, recordaba perfectamente aquel día, el olor a vainilla y la sensación de no querer que no acabara nunca, él estaba seguro que lo amaba, si eso no era amor, ¿qué lo era?

—Tierra llamando a Freddy.—Interrumpió sus pensamientos.—Pensando en tu novio, eh.—Sonrió de lado.

—No te atrevas a decirme nada sobre como te acostabas con él.