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✻Chapter 36✻

  Navidad llegó y -como ya me he acostumbrado- debía permanecer en casa. Los vidrios empañados y congelados, el aire invernal se colaba cada vez que la puerta principal se abría.
  Recordé cuando mamá se enojadaba con papá por ensuciar el tapete de lodo y nieve, así empezaba una pelea interminable. Pero se reconciliaban -o eso me hacían creer- porque era navidad. Para la cena ya la pelea había quedado en el olvido.

  Siempre esperaba ansiosa los regalos de papá, eran los mejores.

  Dejé de observar el árbol vagamente decorado por mí y abracé mis piernas.

  Hace mucho que dejé de esperar sus regalos.

  Suspiré. En esta época siempre llegaba mi nostalgia.

  Ahora los únicos regalos que recibo son de mi madre: la cena y no me quejo, el mejor regalo que pueden darme es comida.

  Gyuri me había enviado un mensaje donde me deseaba una feliz Navidad. No pude evitar sonreír.

  Jeno le había dado mi número a su hermana, según él, suplicó para obtenerlo. También dijo que era la primera vez que Gyuri se encariñaba con una de sus amigas.
  Sí, amigas.

" Igualmente, dulce Gyuri♡ "

  Me he ganado su cariño después de todo y ella el mío, nunca tuve una amiga además de Gahyeon. Bora era mi amiga en secundaria, pero luego de su cambio de aula por un chico nos alejamos. Después de todo, creo que el chico no fue lo que esperó, pero tuvo que quedarse en aula "C" porque sólo se podían hacer cambios una vez.
  Ella había obtenido mi cariño aún más ya que es menor que yo y nunca había tenido una amiga menor.

  Un nombre llegó a mi cabeza. Lee Jeno.
  Él no me había escrito.

  Mordí mi labio inferior.

  ¿Se habrá enojado conmigo por haberle hecho eso en el centro comercial? No, no lo creo, Gyuri me lo hubiera dicho. No se le escapa nada a esa chica, es como mi informante. Me dice hasta cuando él está en el baño.

  Su última conexión fue justamente el día en que nos encontramos en el centro comercial. ¡Dios mío!, ¡¿Lo he hecho enojar?!.

  ¿Qué debía hacer?, ¿Debería enviarle una disculpa?

  Entré en la sala de chat y sin más empecé a escribir una disculpa.
  Pero paré.

  Siempre he sido una genia al tratarse de malinterpretar las cosas, quizá simplemente se le ha roto el teléfono o sólo no lo ha usado. Tal vez esté ocupado. Miles de teorías entraban como unas balas calibre veintiocho en mi cabeza.

  No perdía nada preguntándole a su hermana por él pero sería una gran vergüenza que esta le dijera que he preguntado por él. No estaba tan necesitada de él, mis días, mi sueño y mi ritmo cardíaco han estado estables gracias a ello. Pero mi conciencia no, siempre al despertar él venía a mi mente.

  Suspiré y me tiré hacía atrás en el sofá. Me complico la vida por cosas absurdas.

  El viento nevado volvió a entrar por la puerta y me abracé a mi misma con mis mantas por ello.

— Minji, ayúdame con las compras. —pidió mamá entrando con tres bolsas en cada brazo. Si no hubiera hablando no hubiera sabido que era ella, ni siquiera se le veía el rostro por el montón de bolsas de papel.

  Dejé el teléfono en el sofá dispuesta a ayudar a mi madre.

  Jeno tendrá que esperar.

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