✻Chapter 60✻

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El día siguiente me bombardearon de ensayos, talleres grupales, actividades y más de un tema pasó por el pizarrón.
Al menos eso me ayudaba a dejar de pensar en todo lo que me ocurría.

No era muy popular en el instituto, conocía una que otra persona fuera de mi grupo de amigos.
Pero eso no significa que no fuera el nuevo centro de atención de todos. No significa que su tema favorito de charla era mi relación con Jeno y como Eunbi se ha interpuesto.

- ¿Le has echado un vistazo de Eunbi?, ¡Ha dicho que está enamorada! -Abrí mis ojos pesadamente conservando mi cabeza sobre la mesa-. ¡Ha dicho que trabaja como modelo con ella y que es su príncipe azul!, ¡¿No es lindo?!.

Dos chicas se encontraban hablando en la mesa de la cafetería, justo al lado de la nuestro. No me han notado pero si lo hicieran creerían que estoy dormida por el hecho de que mi cabello me cubría el rostro.

- Sin dudas se refiere a Jeno.

- Dicen que lo vieron salir del departamento de Eunbi. -Ambas chicas soltaron un "Uh" largo a la vez que reían.

- Kim Minji está en problemas.

Aquélla frase fue el colmo. Aquél tomó burlón y las carcajadas que soltaron luego hicieron que mi rostro se calentara y no por vergüenza. Si no por enojo, rabia.

¿Por qué no se meten en sus propias vidas? Pero claro, ¿Cómo hacerlo? Si la modelo del instituto está apegada a Lee Jeno como si su vida dependiera de él. Incluso trabajan juntos y nunca se ha visto una foto de Jeno en que ella no esté con él como pareja.

Aunque estuviera apunto de sacarme los oídos para no escuchar a ese par de chismosas me quedé quieta, no podía hacer un escandalo y menos en la cafetería sería un blanco fácil para ir a detención una vez más.
Y además son dos contra una.

- Lo mires como lo mires, Jeno y Eunbi hacen mejor pareja.

- ¡Es cierto!.

¡¿Quieren callarse?!.

Suspiré y cambié la posición de mi cabeza sobre la mesa.
Empezaba a dolerme el cuello, la cabeza y la vida misma.

- Minji, no has comido nada, ¿Comiste en casa? -Me pregunta Donghyuck y soy consciente de la preocupación en el tono de su voz por lo cual levanto mi cabeza de la mesa.
Lo observo y luego a la comida frente a mí -que justo ahora me parecía asquerosa-.

Ninguno en la mesa había hablado desde que nos sentamos hasta ahora. La atención de los cuatro se centró en mí como si el mismísimo presidente de Corea estuviera apunto de decir algo que mejorará las vidas de todos.

- No tengo hambre, Jisung -Inmediatamente el nombrado me observó acercarle la bandeja intacta a él-. Toma.

La verdad no había comido en casa, pero no me importaba mucho tener el estómago vacío hasta irme a casa.
Prefiero eso a sentir que Jeno se aleja cada vez más de mí.

Aunque en ese momento fue buena idea justo en biología mi estómago se vengó de mí quejándose e hizo a saber a todo el salón que necesitaba comida.

Abrí mis ojos avergonzada.

Unos billetes aparecieron en mi mesa y voltee a ver a Donghyuck quién no podía ocultar cuanto le causó gracia el sonido de mi estómago. Así mismo, Gahyeon dejó unos billetes más y así lo hizo también Jisung.

Todos observaron a Renjun y él buscó en sus bolsillos desesperadamente hasta sacar su billetera.

- ¿Qué? -De cuestionó al conseguir sólo un billete y miró a Donghyuck.

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